Mon vieux tiene un planteamiento típico-típico jonqueano: dos tipos que no se conocen de nada y sólo tienen en común que viven en la misma calle de París, ven cómo se les acaba de torcer la vida (ya se les venía torciendo de atrás) y sus destinos se cruzan en un momento histórico muy determinado. Si en El secreto del rabino las peripecias de los personajes confluían en la batalla de Varsovia, aquí desembocan en el terrible verano de 2003, cuando la canícula provocó diez mil muertes y una crisis política en Francia.
Jonquet se apunta a una cierta teoría de la conspiración; insinúa en estas páginas que las consecuencias de la ola de calor fueron mucho peores de lo que nos contaron y describe sin ahorrar detalles desagradables el caos que reinó primero en hospitales y residencias de ancianos y luego en las funerarias. Por si fuera poco, también fue en el verano de 2003 cuando murió asesinada Marie Trintignant.
La novela empieza con la definición de la palabra suerte y es, en el fondo, un reflexión sobre cómo el azar se puede cebar contra el ser humano. Los dos protagonistas son Alain y Daniel. Alain es guionista de televisión; su mujer fallece en un accidente y su hija queda desfigurada, el trabajo le escasea y, para colmo de males, su padre, que lo había abandonado en la infancia, reaparece arruinado y completamente gagá.
A Daniel nunca le ha ido del todo bien en la vida. A sus treinta y pocos años, no consigue permanecer mucho tiempo en ningún empleo y acaba de perder el último apartamento de caridad en el que vivía alquilado. Con Daniel utiliza Jonquet un monólogo interior que me recuerda a los psicópatas de Rendell: los culpables de su mala suerte (la suerte otra vez) son los mustafás y los mamadús que le roban los empleos, y las jovencitas con minifalda que ha tenido alguna vez de jefas. ¡A dónde vamos a ir a parar! Daniel vive en la rue y eso da pie a un repaso de la fauna callejera parisina con los ojos de un racista redomado y vulgar.
Me gusta Jonquet, entre otras muchas razones, porque nos da buena noticia de cómo se van cociendo las cosas en ese país suyo que yo tengo idealizado y él, no; de cómo el estado de bienestar hace agua por algunos boquetes por donde se desangran siempre los débiles; y la temperatura va subiendo y subiendo, hasta que...
Espero con ganas la novela sobre los altercados callejeros de 2006 en la periferia parisina. ¡Ale, Jonquet, majo, a trabajar! Ponte manos a la obra tout de suite, que no tengo paciencia.
¡Ah! Y no olvidéis la pregunta del título: ¿dónde estabais en agosto de 2003? ¿Qué demonios hacíais, si no teníais blog ni nada?Technorati tags Jonquet
14 comentarios:
No conozco al autor. Habrá que probar, aunque a mí, al contrario que a ti, los franceses no me hacen mucho tilín.
En agosto de 2003 me estaba mudando de provincia y de casa (en el de 2007 me volví a mudar, espero que para mucho más tiempo). Bicos. ;)
Pues eso digo yo, ¿dónde demonios estaba y que estaba haciendo en el 2003 si no tenía blog? ¡Uf! Ya me acuerdo, yo cambié de trabajo al final de ese verano.
Tendrás que hacer una estadística porque ya llevas dos comentarios y en los dos hubo cambios.
Prometo ponerme en cuanto pueda con los libros de Jonquet que compré en la Semana Negra.
Besos.
¿A ver si vamos a descubrir que en aquel verano se produjo una conjunción de planetas que trajo cambios a nuestras vidas, además de hacernos sudar la gota gorda?
Pues no, lo siento. En mi vida no hubo cambios. Yo ese verano estaba en Pompeya. Allí no se notó la ola de calor. ¡Como siempre es un horno...!
Me apunto la novela, no conocía al autor. Tiene una pinta estupenda.
Por otro lado, en verano del 2003 estaba en un hospital psiquiátrico. Acababa de entrar y estuve algo más de año y medio. Antes de que digas "ahora me lo explico", te diré que sólo iba a trabajar, que no era interno.
Echaremos un ojo al libro. Un abrazo
39escalones, añadiré dos cosas de Jonquet que te van a interesar. Una, que tiene algo en común contigo, pues antes de dedicarse a la literatura trabajó en hospitales psiquiátricos, de tetrapléjicos y de ancianos. Por eso conoce los puntos oscuros del sistema. Tiene novelas soberbias en estos ambientes.
Dos, que Almodóvar está pensando hacer una peli de una novela suya: "Tarántula".
Estaba Opositando
My bueno, Gvapa¡,
Ya te contaré Zodiac.
¡Opositar! ¡Qué buena ocupación!
Tú también estás muy guapo en tu foto. Cuéntame lo que quieras, majo.
No conocía al autor. Tendré que pedir un crédito para comprar todas vuestras sugerencias.
En el 2003 me fui a Escocia.
Acabo de subir tu frase de Allen. A mí me encanta.
Gracias y un abrazo
En verano 2003 tenía un niño de 5 meses y sudabamos todos la gota gorda, porque encima vivimos en un último orientado al oeste.
Ciertamente no se porque en Francia hubo tantos muertos y en España no, ¿o es que nos falsearon las cifras?
Entrenómadas, a mí me pasa parecido. Voy a una librería y me suena todo: "Ah, de éste hablaba tal blog, y de este otro, tal otro". Tengo que hacer esfuerzos sobrehumanos para sujetar la tarjeta de crédito.
Dueña, buena pregunta. Se me ocurre: a) lo que tú dices de las cifras retocadas; b)que en Francia están menos acostumbrados al calor. Aquella ola pegó en sitios donde habitualmente no pega. Yo estaba en Nápoles y ni se notó, pero recuerdo que los periódicos decían que en Milán las estaban pasando canutas.
Estaría bien investigarlo.
En agosto de 2003 pude disfrutar de las fiestas de Bilbao, algo que tenía pendiente desde hacía muchos años y me lo pasé genial con el Kalimotxo y la Mari Haiak.Quien sabe tal vez repota un año de estos.
En Almería estaba yo, disfrutando de la brisa. De Jonquet, de ti: "cómo el estado de bienestar hace agua por algunos boquetes por donde se desangran siempre los débiles". Esos son los autores a los que uno lee, son los que ponen nombre a lo que los demás vemos, de lo que hablamos sin profundidad. No dejes de leer a este tío.
La Dueña refuerza la tesis científica: esto del blog es como la tele, reduce el índice de natalidad :D
Alberto, en Bilbao también pegó el calor bien. El Bocho es mucho bocho.
Francisco, aunque quisiera, no podría dejar de leer a Jonquet: me tiene abducida.
Fer,hay que reconocer que el cibersexo es sexo seguro y lo demás son bobadas.
Publicar un comentario