sábado, 21 de agosto de 2010

Segunda crónica cazallera

Amanece tarde aquí en Cazalla. A las ocho de la mañana el sol todavía no ha superado un cerrito que está frente a mi casa y poco antes es todavía de noche. No hace falta, pues, matarse a madrugar para desayunar y salir luego con la fresca a hacer unas carreritas. Puedo elegir entre la carretera que va a la ermita de Nuestra Señora del Monte o la que va al cementerio. La primera es más bonita y la segunda, más tranquila.

Para compensar, anochece también tarde; y despacio, así que el cielo tiene tiempo de probarse varios tonos de azules y grises hasta decidirse por el negro. Yo creo que lo hace para que la gente pueda salir de sus casas poquito a poquito, sin agobios, sin aglomeraciones, con calma, que tenemos toda la noche por delante.

Le cuesta a Cazalla animarse de noche. Al final se anima, pero qué largo se hace hasta que empiezan a florecer las terrazas en las calles. Y no digamos hasta que abren las cocinas y puede una tomarse un bocao.

Lo mismo sucede en los pueblos de los alrededores. A las ocho de la tarde-noche todavía están desiertos y los tiovivos de las ferias, parados, esperando a que lleguen las criaturas con sus moneditas.

Una alternativa tranquila y fresquita es meterse en una iglesia y estudiar las vírgenes, que es un campo que tengo poco trabajado, en comparación con el de los santos.

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8 comentarios:

Santy Trombone dijo...

Me encantaria acompañarte en ese estudio virginal, ya lo sabes...

Uno dijo...

Me pido segundo acompañante. Considera en mi curriculum que soy ex bebedor de Chinchón dulce.

Noemí Pastor dijo...

Mis queridos chicos: si no fuera yo tan vaga y si estos aires sureños no me dieran más galbana todavía, tendría ya para un tratado de vírgenes sevillanas, por todo el rato que paso en iglesias, ermitas, cartujas y similares. Más que en bares y restaurantes, que ya es decir. Y hoy he visto a una señora bebiendo auténtico aguardiente de Cazalla. Con hielo. Y antes de comer.

Caruano dijo...

Y yo me pregunto, ¿Nuestra Señora del Monte lleva, junto a su pecho izquierdo, un Niño Jesús levitante o es un extravagate camafeo mariano?.
Un placer, señora.

39escalones dijo...

Si hay sitio, a mí me van mucho más las vírgenes que los santos, y si son en un sitio fresquito...
Besos de vuelta.

Noemí Pastor dijo...

CARUANO, lleva un niño enjoyado y coronado. Lo que tiene que pesar eso.

ESCALONES, pues te advierto que los santos y las santas tienen mucha literatura detrás. Y cinematografía también.

http://seccionfemenina.com dijo...

Qué suerte entre aromas de anís, de eau de porc y del incienso de las iglesias.
Todo un canto al sentido del olfato.

Noemí Pastor dijo...

Y por las mañanas, tempranito, huele a algo que, como soy de asfalto, no sé precisar: a tierra, a hierba, a árbol, no sé.