martes, 4 de marzo de 2008

El ciberspanglish, el español comercial y el español neutro en la red

Así se titula un artículo ya viejito, de 2001, de Xosé Castro Roig. Por si no lo conocéis, Castro es traductor, revisor e intérprete y en su completísima web tiene, entre otras muchas cosas interesantes, un Diccionario de burradas que me ha hecho pasar muy buenos ratos.

Pero como éste es un blog serio, vamos con cosas un poco más aburridas. El artículo del título (lo tenéis completo aquí) habla de preocupaciones que servidora tiene respecto a la lengua. Voy a copiar las afirmaciones que allí he leído y más me han interesado, para que os hagan pensar y me digáis qué os parecen. Yo, en general, estoy de acuerdo con el señor Castro. Recordad que su punto de vista es el de "escribidor".

Hoy en día, los lectores de nuestros textos, de nuestras traducciones, están en contacto directo con la tecnología aun antes que nosotros y eso nos hace llegar al confuso supuesto de que «si el hablante conoce la terminología en el idioma original, ¿para qué vamos a traducirla?». A mi modo de ver, este peligrosísimo argumento está logrando dos cosas: 1) crear una serie de «cibermarginados», de personas ajenas a ciertas tecnologías, a Internet, a las computadoras, al conocimiento de otros idiomas, para los cuales, todo el mundo de los bits, las páginas web y la inmediatez les resulta cada vez más críptico y lo ve pasar como un tren veloz al que ya no sabe ni puede subirse, y 2) emplear el inglés como lengua franca en muchísimos campos porque consideramos que, ante la duda, los lectores y hablantes preferirán la palabra inglesa antes que una traducción cuyo significado no sea fácil deducir. En resumidas cuentas, el peligro que veo es que cada vez traducimos más no para hispanohablantes sino para hispanohablantes que —creemos— saben inglés.

Actualmente, los jóvenes de todos los países hispanohablantes viven inmersos en una cultura audiovisual, frente a la cultura más oral, radiofónica y lectora de generaciones anteriores. ¿La principal diferencia es el formato? No, la principal diferencia estriba en que la cultura audiovisual actual (cine, televisión, cd-rom, Internet...) es principalmente una traducción del inglés, a diferencia de la cultura de sus padres y abuelos que, aunque no exenta de extranjerismos, no era tan permeable porque no había tal cantidad de «puertos de entrada» de nuevas palabras. En las nuevas generaciones no se está produciendo un simple cambio de vehículo cultural, sino un cambio de conductor, por así decirlo.

El espanglish cultural se cuela en nuestra lengua por los más ligeros intersticios, mediante elementos aparentemente insignificantes del idioma, como las onomatopeyas en el español televisivo. En España, los niños pequeños exclaman oh-oh porque los Teletubbies están mal traducidos y lo dicen constantemente, aunque esta expresión de sorpresa sea inglesa e impropia del español.

... la teoría traductológica según la cual «traducir términos del inglés que a uno le consta que el hablante emplea en inglés es ir contracorriente», (...) cuestiona la existencia del traductor como tal, borra de un plumazo a los hispanohablantes que no dominan otras lenguas y deja el papel del traslado cultural en manos de empresas, fabricantes y proveedores de servicios; (...) no contribuye a mejorar ni el inglés ni el español, y tampoco mejorará la comunicación de los angloparlantes que no hablen español ni de los hispanohablantes que desconozcan el inglés.


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11 comentarios:

Alberto López Cordero dijo...

Honey, me ha gustado mucho tu post, pero a estas horas de la night me voy a tomar un break y beber un glasso de leche ya que estoy very tired de trabajar overtime toda la semana con esto de las elecciones. One Kiss

Anónimo dijo...

Estoy plenamente de acuerdo con lo que dice Xosé Castro. Como desconocedora del inglés me repatea que se den por sabidas expresiones que ni conozco ni tengo por qué conocer.

Lucía dijo...

Tiene razón el Sr. Castro. Mi hermana trabaja en una empresa americana (pero ubicada aquí) y cuando me explica algo del trabajo no entiendo ni la mitad porque me lo dice en inglés y no hay traducción que valga.
Besos.

humo dijo...

Yo matizaría: toda lengua es permeable a la lengua dominante en un momento determinado de la Historia, y eso es un hecho que no podemos negar; el latín está plagado de palabras griegas; "fútbol" y "gol" son vocablos de origen inglés que no se han podido suplantar por "balompié" y "tanto", y la música country es country y el soul, soul, y el rock, rock, por mucho que nos empeñemos en traducirlo para que lo entienda quien no escucha música.

Es imprescindible cuidar el idioma, pero sin dramatismo, incorporando lo que nos enriquece, aquello que nace en otros lugares y se extiende por el mundo entero con la palabra que primero lo designó.

Por otro lado, aunque yo escuchara a dos físicos atómicos hablar en el más puro castellano sobre su disciplina, no entendería nada.

Aclaro, además, que amo el español, me gustaría que en las escuelas enseñaran como segunda lengua otra de las que se hablan en la Península, y que no tengo ni idea de inglés.

(Por cierto, ¿Hay una traducción española para el término "bit"?)

Anónimo dijo...

Si, en general el Sr. Castro tiene razón..hay q cuidar el idioma, pero..y por hablar solo del español, q diría mi abuela de las palabras: mogollón, pillar, tio, tia, guay... etc., en el sentido q se emplean ahora? los idiomas sirven para comunicarse, y a veces, la gente q los usa, elige comunicarse como mejor puede o les gusta... ;)

Anónimo dijo...

nada de anónimo.. ufff

Fernando García Pañeda dijo...

Si cuando yo sigo escribiendo con lápiz y en papel cuadriculado es por algo...
(Y me preguntó Lorena: ¿Y cómo pones los enlaces?)
Esa marginación, esa falla entre ciberintegrados y cibermarginados es igual que la de lectores contumaces e iletrados voluntarios.
Ya veremos por dónde tira el carro.

Merche Verdugo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Noemí Pastor dijo...

Varias ideas sueltas.
Cuando escribimos, siempre es muy aventurado pensar "no explico qué es x porque todo el mundo lo sabe".
Todas las palabras y todas las ideas son traducibles. Sólo hace falta acordar un equivalente y ponerlo en circulación, pero para eso se necesita voluntad de "crear idioma".
Efectivamente, las lenguas son para comunicar, pero son unos instrumentos tan complicados, que también sirven para incomunicar. Y cuando los demás no nos entienden, no comunicamos.

Francisco Ortiz dijo...

Vaya que sí. La insitencia en los títulos en inglés de las películas es muy revelador al respecto.

Noemí Pastor dijo...

Es verdad, Francisco, ése es un ejemplo muy claro de la tendencia.