domingo, 11 de enero de 2009

Al habla con Camilleri


Mientras leía La muerte de Amalia Sacerdote, me ilustré con varias entrevistas a Camilleri y, como siempre, seducida por sus palabras, no me he resistido a traeros hasta aquí varias perlas.

Berlusconi
El problema son los italianos, que lo votan. Él se limita a interceptar perfectamente el malhumor italiano, el malestar de la gente, y a iluminarlo con su habilidad de vendedor de coches de segunda mano. Los italianos se reconocen en él. Cuando un tipo es encausado tantas veces y no lo condenan nunca, porque el delito prescribe o porque él mismo ha cambiado la ley para impedirlo, la gente piensa: "Qué listo es, qué grande, qué pícaro". Querrían ser igual que él. Por eso lo votan. Un hombre honrado y que casi no sabe hablar, como Prodi, no les hace ninguna gracia.


La izquierda italiana
La izquierda ha permitido que pase todo esto porque tiene en contra al Vaticano, que es berlusconista y le importa un bledo que esté divorciado mientras garantice el apoyo económico a la educación católica. "Pecunia non olet", piensan; es decir, el dinero no huele mal, siempre es bueno, venga de donde venga.


El encanto de los mafiosos
En "La muerte de Amalia Sacerdote" he dejado a la mafia en el transfondo de manera intencionada, porque ¿cuál es el riesgo para un narrador? Pues que inevitablemente el mafioso resulta simpático. El problema es que los mafiosos tienen un carisma monstruoso. Yo he conocido a dos o tres y, si no vas con cuidado, te fascinan.

El porvenir de Montalbano
El médico no me deja comer lo que me gusta. Por eso se lo hago comer a Montalbano. Pero no durará mucho, porque empieza a cansarme que él coma y yo no. Creo que pronto le sucederá algo en el aparato digestivo.



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18 comentarios:

Anónimo dijo...

magníficas perlas todas, pero lo de belusconi=vendedor de coches de segunda, y especialmente lo de meterle una úlcera o algo en el aparato digestivo al comisario tragaldabas no tienen precio. feliz año noe.

Noemí Pastor dijo...

Pues coincido contigo, míster Kaplan. Este señor posee una lucidez deslumbrante, válgame la insistencia. Lo del encanto de los mafiosos es una verdad religiosa y la prueba es Joe Pesci.
Bon aninovo.

Santy Trombone dijo...

Yo cuando leo cosas tan lucidas e inteligentes, vuelvo a tener esperanza en el ser humano... El problema es que no tarda mucho en aparecer alguna mamarracha que me desmonta de nuevo mi poquita esperanza...

Antonio dijo...

Pues me gusta. Ricorda a te.

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Tipo majo este hombre, no cabe duda. Lo de Berlusconi es todo un manual de sociología concentrado en un párrafo.

39escalones dijo...

Qué tipo, qué grande, qué lucido. Espero que Montalbano guarde sal de frutas en alguna parte...
Besos.

Möbius el Crononauta dijo...

Tiene buen ojo para opinar. Y la verdad es que estoy de acuerdo en lo de los mafiosos. No sé que tienen, pero resultan glamurosos.

Saludos

Noemí Pastor dijo...

CALAMARIN, hay que aprender a vivir con y entre mamarrachas y, sobre todo, que no nos jodan la fiesta. Eso nunca.
NYO, me alegro de que compartamos este otro gusto más. Un beso.
JULEN, sí, y lo que dice vale para algún país más que no es Italia.
ESCALONES, sólo me apena pensar en lo mayorcísimo que es y que no reflexionará sobre el futuro.
MOEBIUS, es cierto: da igual que sepamos que son lo peor; nos encantan.

Lucía dijo...

Son verdades como puños, coincido con Kaplan en la perla dedicada a la descripción del Il Duce como vendedor de coches de segunda mano. Magnífico.
Se nos jubila Rebus y ¿ahora va a coger la baja Montalbano? No puede ser.

Besos.

RTHB dijo...

No están nada mal las afirmaciones que hace, sobre todo las dos primeras cuando en pocas frases tiene suficiente para poner en su justa medida a Berlusconi a una manera de ver la política, al Vaticano...

Un saludo.

Anónimo dijo...

Gracias,Noe. Me ha encantado la ironía de cada párrafo.
Besotes

Peke dijo...

Me gustaron todos, pero me parece una crueldad que se cebe en el aparato digestivo de Montalbano. Pobrecito, con lo que le gustan los pulpitos y todo lo demás.

Anónimo dijo...

Ah, están muy buenos: imagino que vendería ferraris de segunda mano, si es que una cosa así se vende de segunda.

Noemí Pastor dijo...

LUCíA, amol, el que se jubilará dentro de poco, lamentablemente, será Camilleri. Y para siempre.
PEREM, sí, es como una flecha certera al centro de la diana.
MITA, me alegro de que te guste. Me pareció que merecía la pena compartirlo con ustedes.
PEKE, es una especie de venganza. Un poco miserable, como todas las venganzas.
MALVI, mi contacto con los ferraris se reduce a que una vez vi uno en un pueblecito cerca de Ferrara, así que no te puedo contestar.
Os beso.

Fernando García Pañeda dijo...

Me encanta esta gente que puede y quiere decir lo que quiere y lo que muchos otros prefieren callar.
Me ha encantado la relación que muestra con su personaje.

Noemí Pastor dijo...

Fer, yo creo que a su edad (ochenta y pico) también empezaré a hablar clarito. Beso.

Lula Towanda dijo...

Después de leer las opiniones de Camilleri me entran aún mas ganas de leer la muerte de Amalia Sacerdote.
A este paso creo que la teoría de los sentimiento morales que me han echado los Reyes (no hubo reloj :-( ) se me va a quedar en el estante con telarañas.

Noemí Pastor dijo...

Lula, si no has leído nada de Camilleri, mejor empiezas por otro de la serie de ontalbano, porque el de Amalia Sacerdote es atípico. Besos.