Pobre Amalia Sacerdote. La han asesinado, pero eso es lo de menos; lo de más es el revoloteo de banqueros, políticos, mafiosos y medios de comunicación que se le monta alrededor; un revoltijo de nombres y apellidos, conversaciones telefónicas y encuentros clandestinos: todos vigilando los movimientos de todos y Amalia muerta. A ninguno le interesa hacer justicia, sino salvar el pellejo; y donde escribo pellejo léase parcelita de poder.
En esta red enmarañada de poder masculino, las señoras (pocas) sólo sirven para amar a los hombres y hacer un poco de mata-haris. De donde se desprende la moraleja de que a las mujeres es mejor dejarlas aparte de todo, porque si te acuestas con ellas, te espían, te joden la vida y corres el riesgo (¡horror!) de llegar a querer de verdad a alguna de ellas.
La historia, basada en dos casos reales (el caso Montesi y el caso Garlasco) no tiene intriga, se ve recorrida por una hermosa y extraña historia de amor, con tintes muy líricos y surreales, y, como afirma el periodista protagonista, podríamos decir que pertence al género de la política-ficción. Aunque él mismo duda sobre el recorrido narrativo de los sucesos y expresa que nadie creería una historia así: demasiada fantasía, demasiada inverosimilitud.
En esta red enmarañada de poder masculino, las señoras (pocas) sólo sirven para amar a los hombres y hacer un poco de mata-haris. De donde se desprende la moraleja de que a las mujeres es mejor dejarlas aparte de todo, porque si te acuestas con ellas, te espían, te joden la vida y corres el riesgo (¡horror!) de llegar a querer de verdad a alguna de ellas.
La historia, basada en dos casos reales (el caso Montesi y el caso Garlasco) no tiene intriga, se ve recorrida por una hermosa y extraña historia de amor, con tintes muy líricos y surreales, y, como afirma el periodista protagonista, podríamos decir que pertence al género de la política-ficción. Aunque él mismo duda sobre el recorrido narrativo de los sucesos y expresa que nadie creería una historia así: demasiada fantasía, demasiada inverosimilitud.
La muerte de Amalia Sacerdote, de Andrea Camilleri
RBA, 2008
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10 comentarios:
Vaya. Tan irreal como la vida misa. Menos mal que acabó la Navidad.
the Queen are you, señora!!!
congratulome por tu pinta maravillosa, orgullo de los bloggers!
un abrazo y gracias por tu comprensión frente a mi repentina mala leche
el rey negro era tintado?
Estas cosas me recuerdan mis sucesivos puestos de trabajo: si contara lo que sé, casi nadie me creería, y me tacharían de embustero y resentido.
Hoy en día, eso de política-ficción es un pleonasmo.
Esta es para leer con "Cavalleria Rusticana" de fondo...
salut
FELIZ AÑO NUEVO QUERIDA NOE.
HE VISTO QUE NO ESTAMOS ENLAZADOS. QUE TE PARECE SI PARA CELEBRAR EL AÑO LO HACEMOS. BESOOOOOSSSSS!!!
http://pablocine.blogia.com
NYO, sí, acabó la Navidad y vuelvo al ataque con mis oscuras novelas.
CACHO, amor, soy muy comprensiva con la mala leche: yo la gasto también fina. Mi rey Baltasar es africano de pura cepa y una estrellaza.
ALBERTO, esta novelita es muy breve y se lee en un pispás. Ánimo, pues.
FER, ahí tienes materia literaria bruta esperando la mano de oro que la pula y le dé forma y blablablá.
MOEBIUS, gracias por la sugerencia. Lo probaré. ¿Y qué bebo?
PABLO, en cuanto tenga un rato te enlazo y no te suelto jamás.
Besos invernales a todo el mundo.
Pues otra que no conozco, me temo que tengo que ponerme al día, me he quedado estancado en Chandler y Hammet y de ahí no me saca ni Dios. Lo peor es que ahora estoy leyendo unas basuras maravillosas tipo Charlie Chan que son de traca :)
Quinqui querido: no se me ocurre mejor estancamiento que en los clásicos. Pero las presuntas basurillas literarias son también apasionantes. Y algún día serán cool, lo verás. Te beso.
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