lunes, 7 de marzo de 2011

Otras cuatro de Petra Delicado (y 8)

Para acabar (de momento) esta serie dedicada a Delicado, quiero volver sobre algo que dice en Nido vacío que me hizo pensar en la distinción de Dominique Manotti entre novela policial y novela negra.

A mí no me gustan demasiado las divisiones tajantes porque me cuesta ver los límites, las separaciones, nunca tengo claro dónde está la línea divisoria y, además, sospecho que tras las taxonomías pululan como virus dañinos un montón de prejuicios.

Así y todo, la distinción de Manotti no me pareció del todo mal. Os la recuerdo. La daba en la entrevista que traduje para la revista .38 y decía así

Para mí, una novela policial comienza con un crimen, con un atentado contra el orden, con un escalofrío de miedo para el lector, y termina cuando un policía descubre al culpable y se restablece el orden. El mensaje está claro: queridos lectores, podéis dormir tranquilos, pues la policía os protege. La novela policial es literatura de evasión, con distintos grados de violencia.

La novela negra es algo muy diferente. Nos dice que la condición natural de nuestra sociedad es el desorden bajo una apariencia ordenada. Y que no puede haber final feliz. Casi nunca.
 La distinción teórica, como digo, me parece bien: es respetuosa, clara, firme y desprejuiciada. (Bueno, la novela negra también puede ser de evasión, ¿no?) Lo que pasa es que luego hay problemas para adjudicarla. Por ejemplo, ¿dónde clasifico Nido vacío? Hay un "malo" y una policía que lo detiene, pero que sabe que sucede esto:

Ni siquiera cuando resolvamos este caso habrá el más mínimo trazo de esperanza. ¿Sabes qué encontraremos? Un rincón de podredumbre humana, de miseria moral, de maldad gratuita, de ignorancia. Haremos limpieza ahí, pero surgirá lo mismo en otro lado. Mientras existan seres humanos no hay solución.

Entonces, ¿Nido vacío qué es? ¿Novela negra o policial?

PD. Hablando de límites, me ha apetecido poner el cartel de la película Frontière(s).

12 comentarios:

Manuel Márquez dijo...

Bueno, compa Noe, me temo que con los géneros literarios (o, más concretamente, novelísticos) pasa como con los cinematográficos: los cánones están fijados con bastante claridad (más o menos, claro...), pero después es prácticamente imposible encontrarlos en estado químicamente puro. Siempre hay elementos, apuntes, notas, que trufan y contaminan esa adscripción. Y bien está que así sea, en mi humilde opinión: la mezcla siempre enriquece...

Un fuerte abrazo y seguimos trasteando.

El jukebox dijo...

La definición de novela negra vale también para novela a secas.

Noemí Pastor dijo...

MANUEL, pues sí, ya sabía yo que llegaríamos a esa conclusión de que los límites entre géneros no existen. Pero, entonces, ¿por qué seguimos marcándolos? Se me ocurre que tenemos la necesidad de decir "ey, que todavía hay clases". Puro elitismo.

Noemí Pastor dijo...

JUKE, hombre, así cogida suelta, sí, pero no hay que separar los dos párrafos.

Manuel Márquez dijo...

No sé, compa Noe, pero yo, más que elitismo (que igual también algo de eso habrá, no te lo niego...), tiendo a verlo como una cuestión de reduccionismo acomodaticio (o comodidad reduccionista: el orden de los factores, bla, bla, bla...). Etiquetamos, encasillamos, calificamos y no nos complicamos: todo mucho más sencillito. Qué es lo que se pretende en los tiempos que corren: tiempos complejos, píldoras simples. Así nos pinta el pelo, claro...

Un fuerte abrazo y seguimos trasteando.

Noemí Pastor dijo...

MANUEL, bueno, a veces necesitamos un poco de simplicidad para empezar a entender el mundo. No me importa que las etiquetas sean descriptivas ni acumulativas; todo lo contrario: las agradezco. Me molestan, en cambio, las rayas negras y gordas en los mapas, las vallas con alambradas y pinchos en las fronteras, que dicen: "tú no eres de los míos, esto es un club privado, qué te has pensao, basurilla". Y estoy hablando de literatura y de todo lo demás.

Uno dijo...

"Mientras existan los seres humanos no hay solución". Y eso vale también para las clasificaciones de todo tipo. Lo vemos cada día. Lo que para unos es un crimen para otros es una heroicidad. ¿Novela policial o de aventuras?
Pero tienes mucha razón es necesario un mínimo orden.

Un abrazo

Noemí Pastor dijo...

UNO, madre mía, crimen y heroísmo, cómo me apetecería entrar al trapo, pero lo voy a dejar para cuando reflexione un poco.

U-topia dijo...

Cuando leí la distinción que hacía Manotti ya te comenté, creo recordar, que me gustaba mucho, pero es cierto que no es tan fácil marcar los límites entre una y la otra.

Bueno, acabo de leer mi primera novela de Alicia Giménez, "Ritos de muerte" y me ha encantado, así que seguiré leyéndola. ¿Cuántas novelas componen la serie? Me gustaría ir por orden, creo que he leído la primera...

Bsss

Noemí Pastor dijo...

Laura, sí, es la primera. Aquí tienes la serie completa de novelas. Están todas en bolsillo:
# Ritos de muerte, 1996
# Día de perros, 1997
# Mensajeros de la oscuridad, 1999
# Muertos de papel, 2000
# Serpientes en el paraíso, 2002
# Un barco cargado de arroz, 2004
# Nido vacío, 2007
# El silencio de los claustros, 2009

Peke dijo...

Me aburre una barbaridad la necesidad de etiquetarlo todo de manera tan estricta. Pero, en fin, los intelectuales y estudiosos en general son así.

Noemí Pastor dijo...

PEKE, ya te digo que sospecho que tras ese afán por etiquetar el mundo está el deseo de distinguirse y de sentirse superior. ¿O soy una malpensada? Bicos, maestra.