martes, 8 de enero de 2008

Impostura (IV)

Suele suceder: te pasas la vida sin reparar en algo y, una vez que lo haces, se te aparece por todas partes. Eso me está ocurriendo con la impostura: me paré a reflexionar dos minutos sobre el asunto, parí tres capítulos (I, II y III) y ahora me encuentro impostores en el café con leche.

A Christopher Rocancourt me lo he topado en el Vanity Fair de noviembre. No conocía su existencia, pero llego tarde: hay abundante material sobre él en la red, también circula por ahí un reportaje televisivo que no he visto, y hasta tiene web propia: http://www.rocancourt.com/.

Os resumo su edificante historia. Rocancourt es hijo de una prostituta y un alcohólico. Se crió en un orfanato de Normandía. De allí pasó a las calles de París y de París a Rodeo Drive. En California se hizo pasar por el millonario playboy Cristopher Rockefeller y timó a montones de americanos: les vendía casas que no le pertenecían y los convencía para que invirtieran en cosas inexistentes, claro. También se hizo pasar por estrella de cine, boxeador, hijo de Sofía Loren y sobrino de Dino de Laurentiis.

Lo arrestaron en la Columbia Británica en abril de 2001. En la cárcel concedió entrevistas a a 60 Minutes y The New Yorker y se convirtió en una celebridad en Francia, donde, al parecer, hacía mucha gracia que un paisanito pobretón hubiera tomado el pelo a americanotes forrados de pasta.

En 2003 escribió un libro, Yo, Cristophe Rocancourt, huérfano, playboy y presidiario, un exitazo de ventas en Francia.

Lo juzgaron, lo declararon culpable, pasó cuatro años en una cárcel de Pennsylvania y fue enviado a Francia en 2006. En París lo recibieron como a una estrella, concedió entrevistas a un montón de medios e incluso se habló de comercializar una línea de moda que llevara su nombre.

Escribió otro best-seller, Mis vidas, y un tercero: Estafas. Historias reales. Hoy vive en París; tiene esposa (una ex Miss Francia y conejita de "Playboy"), hija, agente de prensa y, como ya he dicho, web propia (fea que te mueres; no os perdáis a su señora, bien guapa, medio en bolas).

Se habla también de una película sobre su vida con Edward Norton y Heath Ledger.

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18 comentarios:

Alberto López Cordero dijo...

Eso es lo que se llama todo un "vive la virgen" o como vivir de putísma madre sin dar un palo al agua en su vida. Un héroe, sí señor.

CaTpRiNcE dijo...

vaya vida, no se como se las apaño para estafar a tantos y tan descaradamente...

Un saludo!!

Antonio dijo...

Están por todos lados como tú decías. Voy a empezar a impostar, yo también.. a ver si se me da. Total, para lo que "pierdo" sin impostar, mejor imposto.) Lo que pasa es que spy soso para eso, pero bueno..

Gracias por el recordatorio,
Un beso

Anónimo dijo...

Está visto que el éxito sonríe a los caraduras. Vivir para ver.

Lucía dijo...

¡Hala, hala, a echarle morro que es lo que funciona!
Por cierto, no lo había dicho porque me gusta la discreción, pero yo soy nieta de los Guggenheim y me fastidia que sucedan estas cosas porque siempre consiguen que los de la jet quedemos como tontos.
Besos.

RTHB dijo...

upps.... veo que el tema de la impostura te apasiona.... ya vas por la IV !!!!!!!!

De todas maneras no es fácil, seguro que yo intento algo parecido, y no creo que acaben haciendo una peli... ja. ja.... es como todo, hay que saber hacerlo.

Un saludo.

humo dijo...

Hay que joderse.
Reconozcamos que la picaresca nos continúa seduciendo.
Si somos idiotas, tenemos lo que nos merecemos: el tipo ha explotado la fascinación que ejercen las estrellas mediáticas, cuyos únicos méritos son ser ricos o ser famosos.

Agatha Blue* dijo...

Si que es feita la pagina web, si.

Podía haber estudiado algo de diseño cuando visitó la carcel aquellos añitos.

De todos modos, ingenio no le faltó... podía haberlo invertido, eso si, en algo legal... aunque ni el mismisimo Onassis se libró de un pasado oscuro para catapultarse el solito al Imperio de los empresarios de alto copete.

De todas formas, que le quiten lo "bailao"... obviando carcel, penurias en la infancia y el pésimo gusto al diseñar su propia web.

Abrazos a miles.

Agatha Blue*

39escalones dijo...

No os lo he dicho nunca, pero soy descendiente directo de Gengis Khan (nombro a éste porque según su alto grado de proliferación sexual y su enorme fertilidad, algunos expertos señalan que 1/6 de la Humanidad desciende de él, ¡¿?!).
Hay gente que le echa un morro... Aunque tomarle el pelo a los yanquis tampoco es mucho mérito, me parece. Fijaos en Bush.
Besos

Donato dijo...

Interesantísimo...

Noemí Pastor dijo...

Ya decían los romanos que la fortuna sonríe a los audaces, así que no tratamos de nada nuevo.
Siento la moralina, pero yo no tengo en un pedestal a estos jetas y encuentro patética, ridícula y estúpida esa obsesión por codearse con o parecerse a los descendientes de explotadores y expoliadores.
Qué pena de ingenio e inventiva desperdiciados.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Bueno, los hay por todos lados. Pero la culpa es nuestra por comprar sus libros, las revistas donde salen, etc. Les hacemos millonarios nosotros mismos y además ídolos, es increible como se nos está llendo la olla. ¡Así es la vida o así la estamos haciendo!
Besitos guapa

Javier Vizcaíno dijo...

Aunque en cuestión de Dogma no tengamos mucho que ver, comparto tu fascinación (a pesar de todo, esesso, ¿verdad?) por estos seres capaces de vivir vidas inventadas por ellos mismos.
Es cierto, la mayor parte de las personas fingen, viven -o vivimos- con una máscara, pero estos que hacen el doble tirabuzón sí tienen algo de admirable... por lo menos para mí, que soy incapaz de disimular en las cosas más pequeñas de la vida.

Anónimo dijo...

A fingir que son dos días.
Qué cutrez de web! (por cierto, por esos mundos virtuales hay muchas así).
Noemí, te he visto en Liberty, blog de un amigo mío, Enrique, un gran aficionado a la novela negra. Él ya te ha añadido el enlace.

Recomenzar dijo...

Excelente todo lo de tu blog...te prometo vuelvo

Noemí Pastor dijo...

Sí, a estos monstruos los fabricamos entre todos. Yo quisiera contribuir a desmontarlos, más que a auparlos, pero quizás no lo consigo, porque me dejo ganar por la fascinación de lo inusual e increíble.
Bueno, os beso y os leo. También a Enrique de Liberty.

Fernando García Pañeda dijo...

Eh, esa de los Guggenheim, que me pase el número de móvil... ¿o es una broma?
Estos impostores son la extravagante deshonra de ese honrado gremio que son los timadores de toda la vida que ha dado en ostentosa abundancia este país, que no necesita dar palos a los ricos y famosos, sino a los tontos.

Noemí Pastor dijo...

Pues yo no creo que los estafadores sean listos, ni las víctimas tontas. Unos son unos delincuentes y los otros, crédulos y confiados. Sin más.