domingo, 30 de noviembre de 2008

Red de mentiras


Tenía yo domingo palomitero y me fui al Capitol a ver Red de mentiras, de Ridley Scott, temiéndome, no obstante, lo peor, pues las críticas no decían de ella casi nada bueno.

Así y todo, allá me fui. ¿Por qué? Porque al señor Scott le guardo cariño y gratitud por los buenos momentos que me ha brindado en el pasado y porque Russel Crowe y Leonardo di Caprio siempre son un buen anzuelo.

A la peli le vi cosas buenas y cosas malas. ¿Por dónde empiezo? Of course, por las malas:
  1. 1. El relato tiene dos partes: una especie de introducción y la red de mentiras propiamente dicha. La primera parte sobra entera o al menos debería comprimirse muuuucho.

  2. Me tocan las narices los discursitos baratos sobre el enfrentamiento de las civilizaciones, el bien, el mal, el odio y el amor. Si suprimieran todo eso, el film ganaría muuuuucho.

  3. [Spoiler] Que los buenos salven al chico bueno en el último momento, justo cuando están a punto de hacer justicia y degollarlo, es como poco rancio y cansino. Señor Scott, Ridley querido, ¿cómo es que te pones tan vulgar y previsible? Anda, hombre, échale valor y cárgate a Di Caprio, como Scorsese en Infiltrados. [Fin del spoiler]
Y ahora toca decir qué me gusta de la peli:
  1. Me gustan los escenarios: Jordania, Siria, Turquía, Irak, Dubai... Todo ello rodado en Marruecos, aunque juraría que Dubai era Dubai de verdad, ¿no?

  2. Tampoco está mal el personaje que hace Russel Crowe, un asesor de la CIA cínico, antipático, que odia en todo a sus enemigos, no les reconoce virtud ni mérito ninguno, no soporta a sus hijos pequeños y se refiere a las mujeres con términos tan respetuosos como "parienta" o "putanga".

El metraje entero chorrea testosterona, como debe ser si estamos metidos en guerras, espionajes, explosiones, torturas, atentados y Oriente Medio. De hecho, sólo hay una chica en la historia, una angelical enfermera, palestina y cuidadora de enfermitos pobres; que se le adivina casi el halo de santidad alrededor del cabello. A los guionistas se les ha ido la mano con el azúcar de este personaje, ñoño que estomaga.

¡Ay! ¡Perdón! ¡Que estaba diciendo lo bueno!


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22 comentarios:

David Cotos dijo...

asu .. sin palabras.

Noemí Pastor dijo...

Pues sin respuesta. Saludos.

Antonio dijo...

Qué bien. Yo eastuve a punto de ir a verla, y me quedé con la entrada en la mano y una chica abandonada en la cama. En fin, una historia un poco larga. Me gusta más al tuya que es mala, mala :-)

inespoe@gmail.com dijo...

No la iré a ver, el cine es muy caro.

Noemí Pastor dijo...

Nyo, tu historia es mucho mejor que la mía, sin duda.
Tarántula querida. No es caro si lo comparas con otras actividades más praticadas, como tomar copas. Muchos besos.

39escalones dijo...

El cine es caro cuando lo que ves no vale la entrada; es barato cuando sales encantado, hechizado, lo cual cada vez sucede menos a menudo (a mí por lo menos).
Hace tiempo que Ridley Scott ha abandonado el cine para filmar pirotecnia. Esta es más de lo mismo. Se puede ver, sería decente para cualquier otro; para lo que puede dar de sí Scott, se queda muy corta. Para mi gusto, claro.

Anónimo dijo...

Demasiados hombres, demasiada violencia, demasiado yanqui, demasiado Scott...un demasié, vamos.
ajjaj Claro que no la voy a ver.
Besotes

Noemí Pastor dijo...

Escalones, estoy de acuerdo con lo que dices. La materia prima era buena; el resultado, no lo suficientemente bueno.
Hola, Mita. Yo nunca recomiendo no ver algo: todo lo contrario. Es más, creo que hay que ver películas malas para aprender a distinguirlas de las buenas.
Besos.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Bueno pues lo tenderemos en cuenta, creo que no iré.

Besicos y b uena semana.

Noemí Pastor dijo...

Que no, mujer, vete, anda. Igual te gusta. Más besicos para tí.

nineuk dijo...

ES POSIBLE QUE HAYAS QUERIDO TRANSMITIR PARTES BUENAS Y MALAS, PERO DA LA SENSACIÓN DE QUE NO TE LA QUIERES CARGAR DEL TODO POR UNA CIERTA FIDELIDAD A TU PASADO IDILIO CON RIDDLEY Y A UNA BUENA AMBIENTACIÓN. DESDE LUEGO, EN MI CASO, (QUE TAMBIEN TUVE IDILIO) NO VOY NI ATAO.

Santy Trombone dijo...

Yo he leído buenas criticas de esta peli, y como bien dices al señor “Scott “ yo también le tengo mucho cariño... Pero al macarra de  Russel Crowe no lo puedo ver ni en pintura... Si, si, ya sé que no debo tener esos prejuicios, pero no lo puedo evitar (con lo mayor que soy) Como dice mi madre, “este no cambia ya”...

Anónimo dijo...

Sin comentarios.

Anónimo dijo...

¿ La enfermera no era una exiliada irání que ayudaba tb. a los palestinos ? A raiz de esta peli, me recomendaron ver Zeitgeist, el famoso documental libre que circulaba por Internet, que es una emparanoidad, http://video.google.com/videoplay?docid=8883910961351786332 , pero que la tercera parte dedicada al mundo económico me ha gustado bastante,.

Möbius el Crononauta dijo...

¿Putanga? juasjuas sólo por eso iré a verla.

Saludos

sinseso dijo...

claro que después de leerte no dan muchas ganas,
aunque tienes razón en una cosa: una buena mala pelicula da mucha risa. viva el mal cine!

Anónimo dijo...

Pues yo tambien estuve a punto de ir a verla y tambien me quede con las entradas en la mano, pero no fui "abandonada en la cama", mas bien diria yo que el chico no supo o pudo tratarme como a una dama y ademas se puso jilipoyas, cosa que suele hacer muy a menudo, y le roge, energica y decididamente, que se fuera de mi casa.

Anónimo dijo...

No es malo desaconsejar lo que a uno no le gusta, sobre todo cuando no es gratis. El dinero es limitado y siempre hay que elegir. Si a tu juicio, una película no vale su entrada, no pasa nada. El mundo seguirá girando y yo iré a verla igualmente si está dirigida por Ridley Scott, por la sencilla razón de que ha hecho dos películas que yo incluiría en una lista de las que más me han gustado: "Blade runner" y "Alien". Por eso se merece el beneficio de la duda. Como recomendación mía, está muy bien " La ola". Me dejó un regusto amargo y se le puede poner algún "pero". No obstante, me pareció una gran película, muy recomendable y necesaria.¡salud!

RTHB dijo...

llego algo tarde a esta entrada... pero es que las cosas se acumulan últimamente... ja, ja..

Bueno, para empezar decir que el señor Ridley por haber creado tres obras maestras del cine como son (y citadas por orden). Blade Runner, Alien y Gladiator y una muy buena con el Black derribado, se mereced todo mi respeto, pero esta claro que con esas obras mencionadas ya dijo todo lo que tenía que decir en el mundo del cine. Y dicho esto, pues Red de Mentiras, que días atrás tuve ocasión de visionar, no deja de ser una buena peli para pasar un par de horas entretenidas con dos muy buenos actores como Russell y sobre todo Leonardo, pero nada mas. Tpoco es que me decepcionase viniendo de Ridley, pq a estas alturas ya no espero nada de él.

Eso si, recomendar la peli a quien quiera pasar un par de horas de entretenimiento.

Un saludo.

Noemí Pastor dijo...

Roberto, has acertado, quizás guardo una fidelidad un poco tonta. A ver si espabilo.
Calamarin, los prejuicios no son malos mientras sepamos que son prejuicios. Te beso.
Peke, lo mismo te digo, maja.
Ioannes Xabier, pues igual sí era iraní, ahora que lo dices. Gracias por la recomendación.
Moebius, pues espero tu comentario. Hasta pronto.
Sinseso, ésta no da risa. A mí al menos incluso me enfadó un poco. Pero puede que no tenga sentido del humor. Yo, no la peli. Un beso.
Anónimo 1, bien hecho.
Anónimo 2, tenía pensado ir a ver "La ola". A ver si me la mantienen. Gracias por la recomendación.
Perem, básicamente estoy de acuerdo contigo, excepto en una cosa: ¿Gladiator obra maestra? Mil veces no. Te beso.

Lula Towanda dijo...

En esta no me gasto ni un duro por muy guapos que sean los protas.

Anónimo dijo...

La fidelidad nunca es tonta, compañera, sobre todo cuando es entendida como amor o gratitud hacia alguien que ha significado algo importante para ti. Otra cosa distinta de la fidelidad es la incondicionalidad, aceptar sin reparos lo que a uno le ofrecen. Ridley Scott te ha hecho pasar buenos momentos y te ha enseñado "cosas que los humanos no os creeriais". Por eso, merece siempre el beneficio de la duda. Si después no está a la altura de lo que se espera, otra vez será.