jueves, 13 de septiembre de 2007

Death Proof


Fui a ver Death Proof, de Tarantino, en estado "virgen", es decir, sin haber leído ni oído casi nada sobre ella, pero con la intención de poner luego aquí unas letras. Según la veía, pasé por diferentes estados de ánimo, no todos positivos, y cuando acabó, solté varias exclamaciones aprendidas de mi abuela: "¡Madre del Divino Verbo!", "¡Alabado sea Cristo!" y "Ene Jainkoa!", que viene a significar oh my God, oh my God, oh my God!

Después de exclamar, pensé: ¿qué escribo yo ahora de esto? Y puse la cabeza en otras cosas. Me fui a la cama, dormí, me levanté y leí varias cosillas sobre la peli en Internet. Ahora ya puedo decir que me he reconciliado con ella y soy capaz de diseccionarla. La película consta de:

1.- Una escena inicial laaaarga. Las chicas, bellísimas, conducen por la avenida Congress de Austin, Texas, y charlan. Los típicos diálogos tarantinianos, que siempre han sido intensos y desternillantes, no están aquí a la altura. ¿Por qué? Se me ocurren dos razones: una, que a Tarantino no le quedan tan bien las charlas de chicas como las de chicos; dos, que no han dado con el punto de naturalidad de los tacos y expresiones malsonantes, tremenda asignatura pendiente de la traducción cinematográfica del inglés americano al español.

2.- Las chicas visitan un par de bares y siguen charlando. El terrorífico Kurt Russell las sigue de cerca. De las paredes del bar Güeros cuelgan carteles de películas españolas. O flipo o veo en uno a Lola Flores. Anyway, Vanessa Ferlito, esa chica que antes era CSI en Nueva York y tiene sexy hasta en las fosas nasales, se marca un lap dance y supera a Salma Hayek en Abierto hasta el amanecer.

3.- Las chicas salen del bar y Russell va por ellas. Ahora viene la escena cumbre. No os hablo de ella por dos razones: porque me tapé los ojos aterrorizada y porque no la quiero destripar. Digamos sólo que la escenita de marras merece la pena.

4.- Delirio tarantiniano: dos sheriffs paletos conversan. Sin comentarios.

5.- Catorce meses después, otras chicas, otro coche, otro bar y el mismo cabronazo que las acecha. Se va el color de la cinta, vuelve, no pasa nada. Las chicas charlan un poco más eficazmente que las anteriores.

6.- Russell se las hace pasar canutas, pero ¡oh sorpresa! Estas chicas deciden hacérselo pagar. ¡A por él! Veinte minutos de persecución de coches.

7.- Escena final. La violencia es tan exagerada, que acaba convertida en tebeo, en parodia. Termina la peli y la gente aplaude. No sólo en mi cine; me consta que lo han hecho en más.

De Death Proof se pueden decir muchas otras cosas, claro: está plagada de guiños, citas y homenajes de Tarantino a sí mismo, a las viejas series de televisión ("El gran chaparral", "El Virginiano"), al slasher, al cutrecine y a la subcultura en general.

Y que no se me olvide: la banda sonora es impecable.


Technorati tags |

23 comentarios:

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Yo hubiera colocado el coche de Starsky en la persecución final. Sí, sí, el deportivo rojo con raya blanca. ¿Estará en algún museo?

Anónimo dijo...

A mí me pareció mala con ganas... Lamentable, horrorosa, sólo producto del Tarantino "freak", como si el buen cineasta que llevaba dentro se hubiera ido de vacaciones (se debió ir antes de "Kill Bill"). Ni siquiera la salva la chispa de unos diálogos que ya no tienen frescura. En fin, un accidente, de banda sonora magnífica, pero sólo un accidente.
Él mismo lo ha dicho. Le gustaría que sus películas fueran algo que el público olvidara a los quince minutos de salir del cine, que es espectador quedara imbuido de unas imágenes olvidables por unos segundos: para mí, ya no es cineasta.
Un abrazo

PD. Creo que el coche que cita Julen fue subastado y pertenece a una coleccionista de artículos de cine y televisión.

Noemí Pastor dijo...

¡Jolín qué rápidos sois¡ ¡Si acabo de publicarlo! Cualquier día vais a comentar antes de que publique.
Julen, es verdad, el coche de Starsky (¿por qué discriminas a Hutch?) encajaba bien en una peli con tanta nostalgia cutretelevisiva.
Escalones, a mi los diálogos me aburrieron, pero quizá no es sólo culpa del guión. Con todo, reconozco al bueno de Quintín el mérito de haber hecho lo que le ha dado la realísima gana, sin atenerse a convenciones ni concesiones y regodeándose sin pudor en su propio universo.
Un beso pa ca uno.

Agus dijo...

Wowww me encanta Tarantino, ya quiero ver esa peli! a propósito de pelis en mi blog ud hace mención de una peli de Almodóvar..queremos saber cúal es Noemí???diganos diganos...
besos:))

Lucía dijo...

Pues ahora no sé si ir a verla o no.
Besos.

Alorza dijo...

Pues después de tu comentario, intuyo que debe de ser un peli ¡¡¡cojonuda!!! (perdónenme el gonadismo).

Sin ánimo de discrepar, opino que Kill Bill es lo mejor que ha dado el cine desde, quizá, ...hummm..., Apocalipse Now.

Anónimo dijo...

Respetando el gusto de cada cual, por supuesto, discrepo mucho, pero muchísimo de que "Kill Bill" sea lo mejor desde... desde nada. Es el inicio de la cuesta abajo, por lo que parece, sin frenos. Eso es poner el listón muy bajo. A mí Tarantino me interesaba mucho al principio, "Reservoir dogs" es una peli (copiada, eso sí) pero muy interesante, y mejora el original.
"Pulp fiction" es uno de los casos de clásico instantáneo, elevado a mito desde su estreno. "Jackie Brown" supuso un retroceso importante, pero inevitable al ir justo detrás de una obra notable. A partir de ahí, recreación en entretenimientos menores y mediocres. Tarantino se ha vuelto vago.

Noemí Pastor dijo...

Uma (con ese nombre tienes que ser tarantiniana a la fuerza), Lucía, mis queridas señoras, vayan a verla. Me interesa su opinión.
Alorza y Escalones, cómo me gusta que discrepéis. Si te agradó "Kill Bill", te gustará ésta, seguro. ¿Que no se parece en nada a Reservoir Dogs? Así es. Se me ocurre que Tarantino no siente ya la necesidad de demostrar nada.

Anónimo dijo...

Noemí, yo no pido a Tarantino que demuestre nada. Yo le exijo lo mismo que a los demás directores cuyo precio por ver la película sigo pagando religiosamente: que hagan buen cine.
No le exijo nada a quien no sabe hacerlo; pero quien sabe, y queriendo, no lo hace, tiene delito.

Noemí Pastor dijo...

Pero es que Tarantino no quiere hacer lo que tú llamas buen cine; ya lo ha dicho: quiere hacer películas olvidables, prescindibles, serie B.

Alorza dijo...

Tal como lo veo, Tarantino emplea el formato de la serie B para crear escenas inolvidables. Me parece imposible salir de Kill Bill sin quedarse con una veintena de escenas adheridas a la imaginación. ¿Algún otro consigue eso?

Noemí Pastor dijo...

Yo diría que un par de escenas de "Death Proof" salvan la peli entera.

Anónimo dijo...

Ya veo que sois muy, pero que muy fans. Me vais a obligar a preparar un post sobre el amigo Quentin, mezcla de entusiasmo y decepción por igual. Creedme, su presunta genialidad es más bien una copia constante, aunque sólo lo reconozca a medias y se considere fan de la serie B cuando en realidad sus grandes películas y su estilo básico se deben más al cine negro francés. Dejadme tiempo para probarlo.
Abrazos

Noemí Pastor dijo...

Para nada, Escalones, mi amol. Yo no soy muy fan. "Jackie Brown" no me gustó y confieso públicamente (me lo tenía calladito) que no he visto "Kill Bill".
Espero con verdadera ansia tu artículo. Será brillante, pero ya me las arreglaré para llevarte la contraria de alguna manera ;-)
Un besico.

Alorza dijo...

En realidad, soy más fan de "Kill Bill" que del propio Tarantino. Coincido contigo en que se dedica al copy+paste, pero eso es, para mí, un mérito y no algo a echarle en cara, teniendo en cuenta que en el proceso combina, mestiza y mejora los originales. El copy+paste es el estilo de nuestros tiempos.

¡Ah! lo del cine francés es verdad también, escalones. Más a su favor, ¿no?

Noemí Pastor dijo...

Anda, Alorza, vete a ver la peli y luego me cuentas, que igual te llevas una decepción.

Alorza dijo...

Obediente, acabo de verla.

No estoy para análisis sesudos. Death Proof es algo raro en nuestro tiempo: una obra de arte trémula, inquieta y humeante, como un corzo recién nacido.

Francisco Ortiz dijo...

Le das un empujoncito para que la vea, pero es que no soy nada tarantiniano. Tu comentario me ha gustado mucho. Quizá más de lo que me gustaría la película. Todas las de este tipo me parecen tebeos, malos tebeos.

Noemí Pastor dijo...

Alorza, dulce cervatillo, me has dejado sin palabras.
Francisco, si no eres tarantiniano, vaticino que no te gustará: ésta es pata tarantinianos militantes.
Besitos.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Yo esperaba bastante menos y me gustó bastante. La violencia del final es ciertamente de tebeo.

Y la estética de los 70 me gustó mucho.

--
Saludos.

Noemí Pastor dijo...

Qué bueno es eso, ¿verdad, Goathemala? Me refiero a cuando tienes poca confianza en algo y te sorprende gratamente. Saluditos.

Anónimo dijo...

La verdad es que yo sigo muy confusa con la peli. Los diálogos me aburrieron, la escena central del coche hace que te inetereses otra vez. El final está entre lo sublime y lo ridículo (una no sabe si reírse mucho o ponerse colorada de vergüenza ajena). Pero por momentos me lo pasé muy bien.

Noemí Pastor dijo...

Sí, Anónima, lo mejor de la peli quizás sea eso: que no deja de sorprenderte; cambia de registro a cada paso y te asquea o te entusiasma.