Me pregunté si les planchaba la ropa interior a los hombres. Parecía de esa clase de mujeres.
(...)
Aún no he conocido a nadie a quien no le invada cierto nerviosismo cuando llega el otoño.
(...)
Me hundí en el cuero aún caliente por el contacto con el trasero de Barbara Hemdahl, una sensación sorprendentemente íntima.
(...)
Llevaba una camisa blanca empapada en sudor y llena de arrugas. Los pantalones, de gabardina beis, también estaban muy arrugados. Parecía, en suma, que acabara de cruzar un continente en tren.
Sue Grafton:
Kinsey and me, 2013
Kinsey y yo
Traducción de Victoria Ordóñez Diví
Tusquets, 2014
Otra entrada en Boquitas Pintadas sobre "Kinsey y yo":
Párrafos selectos de "Kinsey y yo"
lunes, 17 de marzo de 2014
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4 comentarios:
Cada una de esas frases podría ser el punto de partida de toda una novela.
¿Se dice frasófilo?
Un abrazo
Hola, se dice porque lo acabas de decir tú.
Permanece atento a la tercera entrega de párrafos selectos. Un abrazo.
Ya lo tengo, pero tiene que esperar.
Pues ya me contarás, Peke. La segunda parte no es como la esperaba. Hablaremos.
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