La barbarie no es lo opuesto a la civilización, sino algo que habita en su corazón mismo.
El hombre más cultivado, empapado de música, de bellas artes, rodeado, como Jünger, de libros preciosos, o servidor de Dios, como ciertos papas, puede permitir el crimen sin una mínima reacción, e incluso cometerlo él mismo, a través de una máquina anónima interpuesta.
Jean-Bertrand Pontalis
Un jour, le crime
Gallimard 2011
[La traducción y la adaptación son mías]
Entonces, si la civilización no nos ayuda contra la barbarie, ¿qué nos ayudará?
Otra entrada en Boquitas Pintadas sobre Un jour, le crime, de Pontalis:
¿Veis cómo no soy tan rara?
viernes, 7 de febrero de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
Quizás el amor, no sé...
Un beso.
Habrá que preguntárselo al mundo.
Feiz semana.
Me he acordado inmediatamente de Patricia Highsmith y sus asesinos, siempre tan cultos y amantes del arte.
Claro que entiendo que no es el mismo caso y de lo que está hablando (supongo) es del caso de la cámara de gas, cuando se descubrió que encontrar a gente que quisiera matar y matar a gente, una persona detrás de otra, no era tan fácil.
Pero alguien que simplemente accionara un botón o una palanca. Eso no era problema.
Hola, Amapola. Eso he hecho, preguntárselo al mundo. Y tú ya me has dado tu respuesta. Gracias.
Al menos los asesinos de Highsmith mataban cara a cara, de cerquita, pero son un buen ejemplo. Otro ejemplo que siempre se pone es el de algunos dirigentes nazis, tan refinados ellos, tan sensibles a la belleza del arte que lloraban en la ópera. Es terrorífico esto, pero evidente: la cultura, así entendida, como erudición o disfrute artístico, no nos va a salvar de nada.
La cabra tira al monte.Y aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Olvidamos que somos animales. Nos damos mucha importancia. Me parece a mi.
Un abrazo
Y, pero la civilización era para eso, para protegernos de la crueldad animal. Y no ha servido del todo.
Asumir que es tan probable que la barbarie ocurra, que la tengamos presente en cada uno de nuestros actos. Osea, la plena conciencia. O eso quiero creer : )
Hola, Kanif. Tenerla presente nos ayudará a sobrellevarla, pero no a evitarla.
Un placer verlo a usted por aquí.
Publicar un comentario