Lo declara en la peli Shosanna Dreyfus (deliciosa Mélanie Laurent): "Esto es Francia. Aquí se respeta a los directores de cine." ¡Si lo sabrán Woody Allen y el propio Tarantino! Y nos presenta a los americanos como palurdos y paletos y a los europeos, en cambio, nazis incluidos, como políglotos y sofisticados y, además, empapados de cultura yanqui; se ve en la escena de la taberna, cuando juegan a adivinar personajes: lo saben todo acerca de King Kong y sacan a relucir a Karl May, un sajón que escribía novelitas de indios y vaqueros, aunque nunca pisó América, cuya obra es popularísima en Alemania.
Los únicos bastardos que manejan más de una lengua no son americanos, sino alemanes o británicos. Así que el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) los pluriemplea de intérpretes, con lo que tenemos la oportunidad de asistir a una escena bilingüe de ésas que el doblaje a menudo nos roba, en la que me hace mucha gracia descubrir a Gedeon Burkhard, el guaperas de Alerta Cobra.
Casualmente, como el día 20 se cumplió el décimo aniversario de la muerte de Raisa Gorbachov, Internet y las teles han desempolvado el celuloide añejo y he vuelto a ver a un viejo conocido: el señor del bigote. Aquí os lo he puesto en una foto, con Míjail y con Reagan en Moscú, en junio de 1988, en una esquinita. Siempre en una esquinita, o detrás, porque era el intérprete. Sin ser tan guapo como Burkhard, circulaba sobre él una leyenda: que era el único intérprete que llevaban los Gorbachov a todas partes, porque hablaba todas las lenguas.
Nunca he comprobado si tal leyenda tiene algo que ver con la realidad, porque me gustan las leyendas. Y las fábulas, los cuentos, la historia-ficción que se tira de cabeza al anacronismo, y los desparrames creativos del tipo Qué hubiera pasado si... Por eso y por más cosas seguiré viendo a Tarantino.
Technorati tags Quentin Tarantino