miércoles, 31 de octubre de 2007

En una cosa estamos de acuerdo

Como me dejo impresionar fácilmente, me ha impactado la entrevista del Babelia del sábado pasado con Jonathan Littell, un tipo fiero e interesante que en esta foto se parece a Matthew Modine, ha ganado el Goncourt sin pretenderlo y se ha permitido la chulería de no ir a recogerlo, pues opina que los premios no tienen nada que ver con la literatura, sino con la publicidad y el marketing.

Littell ha ganado el Goncourt con Las benévolas, una novela sobre el nazismo de la que Vargas Llosa ha dicho que es "impresionante", pero que "no deja resquicio de esperanza".

Como digo, en una cosa estamos de acuerdo Littell y servidora. Es algo sobre lo que ya escribí hace tiempo. Copio literalmente de la entrevista de Babelia:

Sólo los ingenuos pueden creer que la cultura te ayudará a ser majo. (...)
La cultura no nos protege de nada. Los nazis son la prueba. Puedes sentir una
admiración profunda por Beethoveen o Mozart y leer el "Fausto" de Goethe, y ser
una mierda de ser humano.

Y, al parecer, así lo demuestra en una novela de mil páginas que servidora no ha leído. Todavía.


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23 comentarios:

Anónimo dijo...

Leí la entrevista. El libro no sé si me animaré a leerlo.

Antonio dijo...

A por ella, pero ten cuidado, ya has leído lo que tiene. Puede que no te haga más maja, pero a ti no te hace falta.
Opino que la cultura no es más que el refinamiento de nuestros vicios y virtudes.
Al menos, podrás contarla y fliparemos con tu capacidad de síntesis y pedagógica maestría, encantadora.

Feliz Puente, Princesa:
Beso.

Anónimo dijo...

La cultura no nos protege de nada... y sin embargo escribe: finalmente puede ser que para eso sirva la cultura; para hacer algo bueno de nuestras contradicciones.

BUDOKAN dijo...

Hola, acabo de leer la entrevista que por cierto es muy interesante. Gracias por los datos que nos ofreces. Saludos!

humo dijo...

La cultura no nos hace mejores personas, pero nos permite pensar por nuestra cuenta... Si queremos.

Lucía dijo...

Desgraciadamente tiene toda la razón.
Besos.

Trocamundos dijo...

Que verdad!!!

Si alguien lee el libro que cuente... a 1000 páginas no me le animo.

Salute!

Noemí Pastor dijo...

Queridas niñas y niños: Sois unos comentaristas de lujo. Da gusto leeros y pensar luego en lo que escribís.
Confieso que no sé si podré con la novela; no por la extensión (me encantan los novelones), sino por el contenido: llevo muy mal el nazismo; no he sido capaz de ver "La lista de Schindler"; una vez estuve en (lo que queda de) un campo de concentración en Alsacia y casi me puse enferma.
La cultura no nos hace necesaria ni automáticamente mejores, pero nos ayuda de alguna manera a vivir; yo sí tengo un resquicio de esperanza.
Y finalmente ¿nadie va a decir ninguna maldad sobre el hecho de que rechace el Goncourt pero se embolse los euritos? ¿Todo tengo que decirlo yo?
Os sigo queriendo.

Anónimo dijo...

Tengo apuntado este libro desde que salió en Francia. El autor está un tanto envuelto en un aura de mito: americano que escribe en francés y vive en el París más bohemio (y en Barcelona). Se esperaba que estuviera lista la traducción en 2009 y se ha adelantado bastante. Este cae fijo.
Por otro lado, comprendo lo que dices acerca del nazismo. A mí me interesa mucho el tema, es como mirar a nuestro lado más oscuro; ¿sabes que tuve la oportunidad de hablar con un antiguo prisionero de Mathausen, el campo de la escalera de la muerte? ¿Sabes quién era el peor torturador del campo?: la mujer del comandante.
Ufff.
Por cierto, la trama de este libro es muy similar a la de "Hombre sin nombre", de Suso de Toro, aunque en este caso queda encuadrado en la guerra civil española.
Besos.

Naty dijo...

Tristemente estoy rotundamente de acuerdo... Podemos ser más cultos y cada vez más mierda... Al final el estuche es lo que menos importa (lo que vale viene de adentro)...

Lucía dijo...

Noemí, vamos a darle un voto de confianza al chico. Será que no le gustan las ceremonias y se siente cohibido o quizás no tenga una buena acompañante para ir a recogerlo, si le hicieses un hueco en tu agenda y le acompañases seguro que iba.
Besos.

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

Tengo ganas de leer la novelas de Litell.
Este tío es inglés y escribe en francés ¿no?
Un beso Noemí,
Álvaro

Noemí Pastor dijo...

¡Hola!
Todos los aficionados al género negro estamos fascinados por el lado oscuro de lo humano y el vergugo, el torturador, es de lo más tenebroso de nuestra especie.
Littel es neoyorquino criado desde pequeño en Francia. Escribe en francés, sí.
Por otro lado, yo no tengo ningún problema en ir a recoger el Goncourt (cosas más bobas he recogido), ni siquiera como acompañante; pero preferiría recogerlo yo y que me acompañara él. Ambiciosa que es una.
Besos.

Alberto López Cordero dijo...

Eso está más que claro y pondría el ejemplo del Doctor Hannibal Lecter aunque sea ficción. La cultura proteger no protege, pero en muchas ocasiones nos advierte y avisa .

Agatha Blue* dijo...

Realmente uno puede beberse libros enteros y luego tener un caracter horrible.

No andan de la mano, cultura y educación, ni cultura y buen ser...

Para nada.

Conozco a un hombre que jamás oyó una pieza de Mozart y oyendolé hablar, deja a un centímetro del suelo a los que con rebuscadas palabras, hablan sobre vida.

Agatha Blue*

inespoe@gmail.com dijo...

Hola me has visitado!

¿Cómo me conseguiste? Un saludo desde Venezuela, yo tampoco la he leído pero me has dejado con la cosquilla fuerte de buscarla, lástima que ahora no vienen libros como antes pero prometo buscarla.
Saludos!!

Noemí Pastor dijo...

No es por haceros la pelota. De verdad que sois excelentes comentaristas.
Da gusto verdadero gusto intercambiar ideas con ustedes. Seguimos leyéndonos.

Fernando García Pañeda dijo...

¿Y quién va buscando protección o mejora personal en la cultura? ¿O, más concretamente, en la literatura?
Es lo que tenemos los epicúreos liberales: buscamos placer estupefaciente, no bondad ni ética ni nada por el estilo.
Eso sí, jode lo suyo tener algo en común con los camisas pardas.

Noemí Pastor dijo...

Pues sí, mi primer impulso hacia la literatura es la búsqueda de placer, pero sorprendentemente he encontrado otras cosas; por ejemplo, sustitutivos del prozac.
Hay quien dice que es cuestión de número: que habrá más gente a la que la cultura haya convertido en mejor, que lo contrario. Pero con excepciones sangrantes, claro.

Anónimo dijo...

PIenso que la cultura te hace (o debe hacerte) pensar y eso te hace mas libre para poder elegir.., o no, porque a veces puedes tener mas variables a tener en cuenta y estar mas atado. Bueno, no obstante la información es poder, y mas vale que sobre que no que falte.

Sobre lo de no recoger el premio, me parece que estos "artistas" con esa actitud que en realidad es una pose, pero como dices no van a decir que no al dinerito, ni a la promoción, candelero y dinerito añadido que dimane del Goncourt

Noemí Pastor dijo...

La cultura nos hace más libres. Interesante. Pues va a ser que sí.
Y no sé si será la pose, el Goncourt o qué, pero la novela ya está en las listas de los más vendidos y en los expositores-estrella de la FNAC. Anda, Dueña, anímate, que sólo son mil paginitas de nada.

sandra fernandez sanchez dijo...

mi nombre es sandra fernandez sanchez y tambien estoy en contra de la depilacion. pienso qe los hombres se tienen que fijar en la personalidad i no en la apariencia.
pienso que la mujer qe se depila es ingenua ya qe duele mucho. yo ni en pedo me haria un cavado profundo por un hombre. cuando voi a la playa siempre piensan qe tengo un pantalon de lana. i me paseo en cola-less a mucha onrra. por algo dios nos puso el amortiguador natural,, osea el bello pubico. amen.

Noemí Pastor dijo...

De acuerdo contigo, Sandra: es otra forma de esclavitud.