jueves, 22 de julio de 2010

De pájaros y muñecas

Bajaba yo el pasado lunes por la mañana, bien tempranito, a coger el metro en la estación de Bolueta y algo que vi me produjo un escalofrío. Sobre uno de los coches aparcados, bien sujeto entre el cristal delantero y el limpiaparabrisas, había un pájaro muerto. No era un gorrioncillo chiquitín, sino un bicho de cierto tamaño. Seguí mi camino murmurando qué horror, qué horror, qué horror y pensando, cómo no, en la cabeza de caballo que por gentileza de Corleone se encontró en su cama aquel magnate de Hollywood.

Porque, vale, vale, de acuerdo, no es lo mismo, pero ir a coger tu coche un lunes por la mañana y encontrarlo decorado con un pájaro muerto no tiene que ser bonito.

Yo no pensé automáticamente en la mafia por casualidad, sino porque el domingo, la víspera, había tenido dos lecturas parecidas. Una, un artículo de Lola Huete Machado en El País Semanal, "Las mujeres invisibles de los narcos", que venía a presentar el libro Las muñecas de los narcos, de Andrés López y Juan Camilo Ferrand (Aguilar). Otra, el capítulo titulado "Mujeres" de Gomorra, libro que voy leyendo a poquitines para no ennegrecerme de golpe la vida.

Así que, queridas lectoras y lectores, me he hecho un máster dominguero en cónyuges de narcos y camorristas y puedo hablar con autoridad y desparpajo de las similitudes y diferencias entre colombianas,  por un lado, y napolitanas, por otro.

A las primeras las veo más ayanquizadas y a las segundas, más mantenedoras de las esencias católicas sureuropeas. Y lo mismo puede decirse de sus hombres.

Tienen en común que a todas las "reclutan" muy jóvenes: alrededor de los quince años empiezan a ennoviar, a veces con treintañeros. Las colombianas, un poco más por la fuerza. No eligen. Los capos las eligen a ellas, las cortejan, las inundan de regalos caros y, si no ceden, las amenazan con matar a su papá y a su mamá. Entonces, claro, se emparejan, tienen hijos y, unos años después, las abandonan por otra quinceañera.

Con las napolitanas es un poquito diferente. Siempre según Saviano, son ellas las que buscan "pescar" a un muchacho del "sistema", como una manera de solucionarse económicamente la vida, ya que, aunque su chico acabe muerto o en la cárcel, cobrarán para siempre la "mensualidad", el sueldo que los clanes pagan a las familias de sus afiliados. La alternativa es trabajar diez horas diarias en un taller por setecientos euros al mes, así que no me extraña. Los capos napolitanos, aunque tengan quince mil amantes, no suelen abandonar a sus mujeres. Esa veneración tan extraña a "la mamma" tiene algo que ver con ello. 

Con todo, algo está cambiando. Algunas colombianas abandonan a sus hombres, los delatan incluso, y algunas napolitanas heredan sus negocios. Al principio, el retraso cultural (Saviano dixit) jugaba a favor de estas capos (¿capas?), que disfrutaban de una especie de impunidad reservada a las mujeres, hasta que en el asesinato de Immacolata Capone en 2004 abrió la veda. De nada le sirvieron sus chicas guardaespaldas vestidas con monos amarillos como Uma Thurman.
Hay más diferencias. Las colombianas, una vez abandonadas, viudas o con el marido preso, suelen cambiar del mundo. Unas desembocan en la farándula, los talk shows y la industria editorial y otras limpian mansiones y oficinas en Miami. No se convierten, como las napolitanas, en temibles viudas negras que aúllan en los entierros. La verdad es que no sé cuál de todos esos destinos me da más miedo.

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18 comentarios:

TRoyaNa dijo...

Qué interesante,no me veo en la piel ni de una de estas cónyuges colombianas ni de una napolitana,pero siempre me despierta curiosidad que alguien enfoque la atención en unos personajes por regla general,invisibles,téstigos de sobornos,chantajes,ajustes de cuenta....conciliando ese vértigo con las tareas domésticas o la crianza de los hijos/as...verdaderamente,interesante y sin duda,novedoso.
Ojito,experta en la materia,que te veo,en un debate en televisión o en la radio;)
bss

el jukebox dijo...

"... suelen cambiar del mundo. Unas desembocan en la farándula, los talk shows y la industria editorial..."

Es genial. Algunos darían un brazo por una frase así. Si es que la industria editorial es la continuación natural del mundo del delito. :-)

calamarin dijo...

Amiga mía te olvidaste de mencionar esa raza tan especial de mujeres de mafiosos de países del este... Solo un dato, mi amiga Flo, que trabaja como administrativa en un instituto publico de Torrevieja, las ve llegar con sus hijos en flamantes mercedes, enjoyadas con Rolex, y con las mejores pieles, para pedir la correspondiente beca que ayude en los estudios de sus hijitos...

Uno dijo...

¿Y La Paca de Mallorca? Esa mamma gitana que tenía no se cuantos millones en un zulo y se los guindaron?
Ya veo el título de tu próxima novela: Capas(ensayo)

Noemí Pastor dijo...

Antes de nada, pido disculpas por algunos errores de escritura de la entrada. No puedo corregirlos. No sé qué pasa, que no se me graban las modificaciones. Y no quiero pensar en ninguna conspiración.,

Noemí Pastor dijo...

TROYANA pues sí, yo también encuentro el asunto apasionante. Seguro que me haré con el libro de "Las muñecas...".

JUKE, quería decir "cambiar DE mundo", pero ya digo que no me permite corregir. Pues sí, es una evolución lógica: primero la lío parda y luego me pagan por contarlo en la tele o en un best seller. Y ya soy leyenda.

Noemí Pastor dijo...

CALAMARIN, qué fuerrllte. De las del Este no he leído nada, pero ya me documentaré. Estoy pensando también en las charlinas gallegas. Un puntazo.

UNO, es verdad, la Paca, madre mía, qué fauna. De verdad hay novelas y novelas aquí.

nineuk dijo...

Me encanta la foto de cabecera y el mensaje que porta. Efectivamente la actitud masculina debería ser menos temerosa a la hora de asumir la lucha por la igualdad.

Noemí Pastor dijo...

NINEUK, así debería ser y así es en muchos casos. Hay hombres que están haciendo cosas que merecen mucho la pena. La foto la he robado, como muchas otras, del blog norteamericano "Feministing", que es una joya.

Jo Grass dijo...

Joer, primi: temazo donde los haya. También leí el artículo de El País, y como dice alguien por ahí arriba, he visto en Alicante a esas "capas" del este asaltando coches y con una dentadura de oro macizo; y lo más extravagante es que le ponen una igual a sus churumbeles. Que un niño de 10 años, con la boca de oro, te pida un cigarro da miedo, y aunque no fumes acabas comprándole un paquete por si acaso.
Besos

Noemí Pastor dijo...

JO, primi, alguna vez le he dado vueltas al asunto de los niños "asalvajaos", con perdón por la expresión, no demasiado delicada. Dan más miedo que los adultos, porque no controlan. Pasa un poco como con los niños soldados de África. Yo tengo recuerdos terroríficos de mi infancia, que todavía me pesan. Y más de una persona me ha contado experiencias parecidas.

Möbius el Crononauta dijo...

La liberación poco a poco llega, incluso a la vieja Camorra...

Salud

Caruano dijo...

Doña Noemí, he oído hablar, en Latinoamérica, de cómo probaban algunos mafiosos con sus adúlteras mujeres el filo de la sierra eléctrica nueva. Y me contaban que pocas mujeres pueden escapar a sus sanguinarias manos (las de los mafiosos), da igual que huyan a Miami, Bangalore o Cafarnaún: siempre las encuentran (nunca tienen problemas de dinero para coger un avión y buscarlas, o simplemente pedir que le haga el trabajo un agente especial), y lo mejor que les puede pasar es sentir el filo de la sierra en su piel.
Quizá en otra entrega podamos hablar de cómo en México han encontrado a mujeres con la vagina cosida y una rata instalada en sus entrañas.
Yo no he podido acabar el libro de Saviano. Creo que necesito un respiro. Probaré con Bárbara Cartland o con Corín Tellado. Veremos.

Tengo varios suplementos de El País sin leer en la mesita de noche(debajo de ella). Buscaré el artículo que nos recomienda.
Un placer hablar con usted.
Señora.

Noemí Pastor dijo...

MOEBIUS, es el signo de los tiempos, aunque todavía es quimera una camorra dirigida por mujeres que se vengan sangrientamente de sus amantes traidores. Con Kill Bill tenemos bastante.

CARUANO, después de las cosas que me cuenta usted, hasta Cartland y Tellado me saben amargas. Creo que necesito a Walt Disney.

RTHB dijo...

Interesante la interrelación del pobre pájaro muerto encima del coche y las mujeres de las diversas "familias". Interesante, interesante, y no exento de razón, pero Noe, de todo lo que has escrito, deja que me quede con ese mono amarillo de Uma Thurman. (nunca antes, y seguro que después, un mono amarillo ha quedado tan bien puesto en un cuerpo.

Un saludo.

Noemí Pastor dijo...

PEREM, pues nada, el mono amarillo adjudicado para ti. Si todas las asesinas fueran tan estilosas, el mundo sería mejor. Besos.

Alice Silver dijo...

No tengo mucho que comentar, sólo que me ha parecido interesantísima tu entrada y tu comparativa.

Noemí Pastor dijo...

Eres muy amable, Alice. ¿A que se me da bien la sociología barata?