sábado, 15 de marzo de 2008

La ceremonia del acceso


Para distraerse, [Montalbano] evocó una consideración. ¿Filosófica? Puede que sí, pero pertenenciente a la parte del pensamiento débil, es más, del pensamiento extenuado. Y a esa consideración le dio incluso un título: "La civilización de hoy en día es la ceremonia del acceso." ¿Qué quería decir? Quería decir que hoy en día, para entrar en el lugar que fuera, un aeropuerto, un banco, una joyería, una relojería, uno tiene que someterse a determinada ceremonia de control. ¿Por qué ceremonia? Porque no sirve para nada en concreto; un ladrón, un secuestrador, un terrorista, si tiene intención de entrar, entra de todos modos. La ceremonia no sirve ni siquiera para proteger a quienes se encuentran al otro lado del acceso. Pues entonces, ¿para qué sirve? Sirve precisamente para el que está entrando, para hacerle creer que, una vez dentro, ya podrá sentirse a salvo.

Andrea Camilleri: La luna de papel
Traducción de María Antonia Menini Pagés


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15 comentarios:

Benjuí dijo...

Ese párrafo me hizo levantar la cabeza del libro, y mira que engancha, pero me pareció acertadísimo.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Que interesante, no me lo había planteado. Me lo apunto y lo busco.
Besicos.

Javier Vizcaíno dijo...

Sí, y tanto que sí, pero yo debo de estar en fase de pensamiento debilísimo, porque necesito ver (aunque a veces toque sufrir) ese rito seguramente inútil.
Al final, me vais a convencer y me voy a tirar en plancha a la obra de Camilleri.

Noemí Pastor dijo...

Sí, Benjuí, es una reflexión que no te esperas, intercalada ahí como si nada, pero tampoco desentona. A mí me hizo gracia porque siempre he pensado más o menos lo mismo.
Hola, Casa, te advierto que el resto de la novela no tiene nada que ver con este fragmento. Por si crees que vas a leer un tratado sobre psicología social o así. Un besín.
Vizcaíno, eres la prueba de que el rito sirve para algo, aunque no precisamente para lo que dice servir. No conozco la obra completa de Camilleri. Sólo he leído las novelas de la serie de Montalbano. Y sólo las novelas; los relatos (más) cortos los tengo por ahí todavía sin morder.
Besitos a todo el mundo.

Lucía dijo...

Estas ceremonias me ponen siempre muy nerviosa.

Besos.

Feliciti dijo...

Hoy posteé para vosotras!

Antonio dijo...

Una vez leí, antes del 2001, que la vida es una infinita sucesión de salas de espera. Esperas para acabar la universidad, esperas aprobar al oposición, esperas casarte, esperas ser mayor, esperas para tener hijos, esperas al fin de semana..
Y asín; un poco deseperante, supongo.

Muy bonito.
Un besito:)

Fernando García Pañeda dijo...

Si alguien se siente a salvo será que piensan poco y mal. Mejor no pensar que pensar así.

39escalones dijo...

Lúcido, muy lúcido...

Noemí Pastor dijo...

Hola, Lucía. Es cierto que a veces producen el efecto contrario: intranquilidad, preocupación. Te acabarías acostumbrando, como bien sabemos quienes vivimos en el País Vasco.
Goroka, ya te lo he agradecido en tu blog y te lo agradezco otra vez. Un beso.
No-no, bonita cita. Lo bueno es que en todas esas salas de espera puedes leer revistas del corazón. Besito.
Fer, ¿pues entonces para qué tanto gasto en seguridad? Para algo sirve, seguro.
Escalones, Camilleri a ratos está sembrao.

HPR dijo...

Resulta que vuelvo a tu blog para templar mis nervios mientras espero una llamada y me encuentro con esta causalidad. Para "ceremonia de acceso" la que estoy teniendo yo ahora: estoy esperando que se concrete una oferta laboral que me interesa de una empresa (tengo la sensación de que allí podré estar "a salvo")a la que avisé la semana pasada de que había sido seleccionado para otra Compañía, de hecho me incorporo mañana. Hoy a las 18:00 h. me llaman y me dicen que están interesados, pero que quieren que vaya mañana para decirme la oferta y discutirla. ¡¡Pero yo mañana tengo que empezar en la otra!! Me dicen que van a llamarme ahora y llevan ya más de una hora...¡PERO QUE COJOÑO ESTAN DELIVERANDO!....bueno ahora me han llamado y me han dicho ¡SÍ! en la que me interesaba. ¡Bien, ya he accedido ahora a ver cómo va!

comopompasdejabon dijo...

Cierto y comprobado empiricamente, es más me gusta observar como la tensión desaparece una vez pasado el control y su sonrisa irradia felicidad y paz.
A mi sólo me desaparece la tensión :(
Muy bueno Noemi, un saludo.

Noemí Pastor dijo...

HPR, enhorabuena, sigue contándonos cómo te va.
Pompas, es que a veces te hacen pasar incluso mal rato con la excusa de protegerte.

Anónimo dijo...

Ah, muy buena parrafada. El temita de la seguridad y de la ilusión de la seguridad me gusta mucho. Cuando leí ´pensamiento débil´ créi que era otra cosa. Pero funciona igual.

Noemí Pastor dijo...

Ya ves, querido Malvi, que en la novela negra cabe de todo. Un beso.