En noviembre de 2011, hace un año y tres meses, pasé unos días en El Hierro, coincidiendo con el apogeo de la crisis sísmica, o sea, con los terremotos y la erupción submarina, y escribí una, dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis crónicas sobre mi estancia.
Ahora me voy p'al Hierro otra vez. Dentro de un rato cojo el avión y espero cenar esta noche en el Mirador de la Peña; os lo he puesto en la foto para que veáis lo bonito que es.
No sé muy bien qué me voy a encontrar. ¿La misma isla plácida de siempre? ¿La misma isla plácida, un poco más empobrecida? En los primeros meses la erupción tuvo terribles efectos económicos. ¿Seguirá siendo así? ¿O habrá reverdecido mi islita y mejorado un poco o un mucho?
No lo sé. Algo he leído por ahí, pero tengo ganas de verlo con mis ojos. Sea lo que sea, os lo contaré. ¡Pues no soy yo cotilla ni nada!
Entre que llego, me instalo, me doy una vuelta y me pongo a escribir, podéis leer mi articulito en Zinéfilaz.
Hasta pronto.
viernes, 8 de febrero de 2013
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6 comentarios:
A pasarlo bien chica!!
Besicos muchos.
Eso haré, gracias y más besos de vuelta.
A ver cómo encuentras las cosas.
Saludos, PEKE. A ver si pongo unas líneas en un ratito que tenga.
Ánimo. El Hierro es una isla gracias a un desastre y sabrá asimilar otras transformaciones, con ayuda de los que la amáis.
Hola, Alorza. Así es, como tú dices, pero ya sabes: da pena ver cómo tantos años de lento avance se desmoronan en nada. Besos.
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