lunes, 19 de octubre de 2009

Campanella-Jonquet connection: morbo y funcionarios

No conocía de nada a Eduardo Sacheri, que fue quien escribió La pregunta de sus ojos, la pieza literaria en la que se ha basado Juan José Campanella para crear El secreto de sus ojos. Ahora lo he gugleado un poco y ya sé algo más, he visto algunos cuentos suyos en la red y he comprobado cuán argentino es ese afán suyo de intelectualizar el fútbol. No he encontrado, en cambio, demasiada información sobre la novela que ha dado pie a la peli, así que no sé si el morbo y los funcionarios son obra suya o de Campanella.

Morbo y funcionarios. Parece mentira que se los pueda juntar en la misma frase, en la misma peli, en la misma novela. En principio son antitéticos, se repelen, se rechazan. A nadie le produce nada especial un juzgado, un ayuntamiento, un registro de la propiedad. Menos aún si son sesenteros: todo papel cosido con aguja, sin cables, sin pantallas, sin despachitos de diseño, con manchas de tinta en los dedos. Así y todo, Campanella en esta peli y Thierry Jonquet en muchas de sus novelas los han juntado, han hecho colisionar los planetas. Y con buenos resultados.

No podía dejar de pensar en Jonquet al ver el ambiente funcionaril de El secreto de sus ojos. He reconocido la rutina, el vacío, la vida llena de nada, esas existencias grises, un punto miserables y algo tronadas en las que de repente sucede algo oscuro que lo trastoca todo. O sea, que se mueven entre el mal rollo y el aburrimiento (¿tú qué eliges?). También me acordé de El gran momento de Mary Tribune, de Juan García Hortelano, y sus impagables y absurdísimas escenas en el negociado.

Y cómo no pensar en Jonquet al final de la peli [cuidado, que espoileo un poco], concretamente en Tarántula y en su ambiente espeso, en la conciencia tormentosa y atormentada, en la obsesión, el piñón fijo que te ocupa la vida toda y te la envenena o te la salva, quién sabe.

Habría muchas más cosas que decir sobre la película, casi todas buenas. Guillermo Francella está espléndido: como es típico de Campanella, nos regala buenos diálogos, aunque (ya lo avanza en el título) quiere dar protagonismo a las miradas, que también son elocuentes. Esto provoca alguna escena forzada y traída por los pelos, que es lo único débil que le veo al filme. Hay alguna osadía técnica muy de agradecer (la escena del estadio me hizo decir "¡Guau!") y la historia de amor es original de verdad, con lo difícil que es decir algo nuevo en un asunto viejo como el mundo.

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22 comentarios:

nancicomansi dijo...

¿Y Darín? Con un funcionario así yo voy cada dia a rellenar solicitudes y a que me timbre lo que quiera...
Me subyuga ese señor. Y me lo creo tanto, de actor...

besos.

kweilan dijo...

A mí me encantó la película. No conocía el nombre de la novela ni el autor en que se basaba el guión y creo que lá leere para poder comparar. Buena crítica!!

Dante Bertini dijo...

estoy en casi todo de acuerdo con usted, señora, ya lo sabe por mi blog.
Andamos siguiéndonos los pasos en esto del cine, no así con las novelas. Ya no leo ficción.
Francella, espléndido, es un actor demagógico de programas cómicos cutres. Un milagro.
Los diálogos funcionan mejor que las miradas. Estas últimas ya no son creíbles en estos tiempos sin secretos.

39escalones dijo...

Tengo más ganas de verla que tiempo (a pesar de mi gris existencia de funcionario en mi Negociado...). Mucha, muchísima gente me ha hablado de ella en términos elogiososm y poca, muy poca, pero muy fiable, me la ha puesto a caldo. La veré, of course, y te contaré.
Abrazos.

el jukebox dijo...

A mí me gustó mucho 'El secreto de sus ojos', aunque la vi durante el Zinemaldia y en esas circunstancias uno ya no se fía de sus criterios. A continuación, me regalaron la novela, pero aún no la he leído porque estoy con la de Padura sobre Trotsky.
Lo que sí que me están entrando es ganas de leer algo de Jonquet.

Saludos

Javier Vizcaíno dijo...

Sin duda, iré a verla. Darín me encanta y Campanella me parece, además de un grandísimo director una enorme persona.

Noemí Pastor dijo...

NANCI, el señor Darín gusta mucho a las señoras, lo tengo comprobado. A mí me convence como actor, pero nada más. Qué raro.

KWEILAN, pues espero tus letras si te animas con la novela. Una novela sobre un funcionario que escribe una novela. Vaya.

DANTE, o tenemos gustos cinematográficos parecidos, o las carteleras no dan para más, o las dos cosas. Tu punto de vista es más autorizado que el mío, aunque sólo sea por eso de la territorialidad, que no lo es, así que aquí lo traigo, para que me luzca un poco: http://cachodepan.blogspot.com/2009/09/museos-alcoholes-y-y-cintas-argentinas.html

ESCALONES, espero tus letras, claro. Yo ya digo que le encontré algún punto flojo, pero prefiero centrarme en lo bueno porque las tiendas de los horrores no me salen tan bien como a ti ;-)

JUKE, pues nada, espero algo sobre la novela y, of course, espero algo sobre Jonquet. Como ya sabes, he aquí a la mayor de sus fans.

JV, si quieres verla en una sala de cine, igual te tienes que dar prisa. Enlazo también, porque es de interés general, la entrevista que le hicisteis cuando el Zinemaldia: http://seleccionesmqp.blogspot.com/2009/09/el-secreto-de-los-ojos-de-juan-jose.html

el jukebox dijo...

Lo sé (lo de fan de Jonquet). Aprovecho para felicitarte por el artículo que has escrito este escritor para la revista. Contagia las ganas de leérle.

Noemí Pastor dijo...

JUKE, mira, otra "connection": Jonquet, su seudónimo Ramon Mercader, Trotsky y el libro de Padura que estás leyendo.

molano dijo...

Ultimamente me da un poco de flojera lo de los argentinos y con eso me refiero a los diálogos llenos de frases rotundas u ocurrentes o, lo peor de todo: "poéticas". Pero si tu me dices ven, lo dejo todo y me voy a ver a Darín que ese si que me gusta

Noemí Pastor dijo...

MOLANO, yo también tuve una época de saturación argentiniana, con tanto texto recitado tan rápidamente y con dificultades para entenderlo. Pero tras un tiempo de sequía, he acogido a Campanella con gusto. Yo soy más de Campanella que de Darín. Saludos, boludo.

Dante Bertini dijo...

gracias por el link, aunque creo que precisamente, por caerte más lejos, estás más capacitada para ver sin sentimentalismos obnubilantes.

peke dijo...

Que post tan bueno!

el jukebox dijo...

Es verdad, Noemí. Para que luego digan que leer es una actividad solitaria. Books conecting people!

Noemí Pastor dijo...

DANTE, lo sentimental no tiene por qué ser sentimentalismo ni sentimentaloide. Además, no abundan los porteños por aquí, así que...

PEKE, maestra, gracias.

JUKE, la verdad es que desde que existe Internet nos sentimos un poco menos solos.

Uno dijo...

No estoy en absoluto de acuerdo en que morbo y funcionarios se repelan. Todo lo contrario. algún día me pagarán lo suficiente para que cuente mis torridas aventuras con el funcionariado. Concretamente con e funcionariado de extraradio. No tenía ni idea de que esta peli contara con ese aliciente. Gracias, no me la pierdo.

Anónimo dijo...

Peor sería morbo y guardia civil,no?
No sé si la pondrán aquí.
besotes

Noemí Pastor dijo...

UNO, hombre, visto desde fuera, no creo que nadie vaya a buscar morbo al notario. Desde dentro, ya sabemos que es posible. Aunque no te paguen, cuenta.

MITA, morbo y guardia civil ya hay en las novelas de Lorenzo Silva con los picoletos Bevilacqua y Chamorro.

Besos mañaneros y lluviosos.

nineuk dijo...

PUES COMO QUE ME DAN GANAS DE VERLA MIRA. MORBO HAY EN TODOS LADOS Y VULGARIDAD RUTINARIA TAMBIEN...ME ATREVO A SOSPECHAR...

Noemí Pastor dijo...

Roberto, ya me gustaría a mí descubrir el morbo que hay en todos los lados. La vulgaridad se detecta más fácilmente. Ya me contarás, si la ves.

Fernando García Pañeda dijo...

Pues a mí siempre me ha parecido normal la conexión morbo-funcionarios. Será que empiezan a pesar los trienios.
Me temo que me quedaré con las ganas de verla.

Noemí Pastor dijo...

De verdad te digo como a Roberto: qué suerte tenéis de ver morbo por todas partes.
Y, ya sabes, siempre nos quedará el deuvedé.