domingo, 17 de enero de 2010

Grazia Deledda: "Cósima"

Hace ya algunos añitos anduve un verano por la isla de Cerdeña y conocí a una de sus hijas más ilustres: la escritora Grazia Deledda (1871-1936), que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1926.
Grazia Deledda nació en la ciudad de Nuoro, en el interior de la isla, entre montañas. Aunque era de familia acomodada, sólo fue a la escuela hasta los diez años, pues eso hacían allí las chicas. Con catorce años vio por primera vez el mar y eso porque subió a un monte cercano a su pueblo. Poco después empezó a estudiar italiano, pues en su casa y en todo su entorno se hablaba sardo, y no salió de Nuoro hasta que tuvo veintiocho años, cuando ya había publicado numerosos relatos y más de una novela.

Esa es precisamente la parte de su vida que cuenta, en tercera persona y transmutada en el personaje de Cósima, en esta novela que acabo de releer. Cósima se publicó póstumamente con el título de Cósima, casi Grazia. Curiosamente Cosima (así, sin tilde, en italiano) era su tercer nombre, porque Deledda, aristocrática ella, se llamaba Grazia Maria Cosima Damiana.

El relato comienza cuando nace la más pequeña de sus hermanas y acaba cuando deja Nuoro para instalarse en la capital de la isla, en Cagliari. Se detiene a describir el contraste entre las dos ciudades: Nuoro es interior, cerrada, fría, montañosa y áspera; Cagliari es marítima, portuaria, abierta, suave y africana. Y recuerdo que a mi Cagliari también me dejó la misma impresión de no estar en Europa, sino unos cientos de kilómetros más al sur.

Las primeras páginas de la novela las ocupa la descripción de la casa familiar, que hoy sigue en pie; yo la vi, allá en Nuoro, en una calle del centro histórico que hoy se llama, claro, Grazia Deledda. La casa es hoy su museo. Me fui de Nuoro con la pena de no haber podido visitarlo, pues estaba cerrado por obras y se anunciaba su reapertura para las cercanas fiestas del Redentore.

Os voy a contar, para terminar, qué es lo que me cautiva de Deledda: cómo describe su infancia de niña espabilada y sensible. La impresión que le producían los relatos orales de los criados, de su abuelita, que parecía un hada; las leyendas de forajidos tan típicas sardas. Cómo adivinaba la belleza en una simple sopera de decoración delicada. Cómo se debatía entre la realidad, a veces trágica (vio morir a dos hermanas y echarse a perder a dos hermanos), y el anhelo de ese algo más que seguramente estaba tras las montañas de Nuoro, hacia el mar.

Ella lo cuenta así:
El misterio de la fábula, aquel silencio final, grave, de cosas verdaderamente grandiosas y terribles, el mito de una justicia sobrenatural, la eterna historia del error, del castigo y del dolor humano, le hacían experimentar una profunda emoción, una sensación casi física.
Un relámpago en las venas, dice en otro fragmento. Como los grandes, como los clásicos, al escribir su infancia escribe la de todos.

Grazia Deledda: Cósima (Nórdica Libros, 2007)
Presentación, traducción y notas de María Teresa Navarro Salazar

PD. Se pueden leer las obras de Deledda en versión original, en italiano, en Liberliber.

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16 comentarios:

Jo Grass dijo...

Otro gran descubrimiento a tener en cuenta. no conocía a esta escritora pero gracias a tu aportación la anotaré en mi lista de pendientes.
Un abrazo primi

Anónimo dijo...

Muchísimas gracias. Muac!!
Esto sí que me encanta...

Anónimo dijo...

Mira:
http://www.escritorasypensadoras.com/fichatecnica.php/32
Kuss

kweilan dijo...

Ni idea de quien era esta mujer. Una de las cosas que me gusta de viajar es que te permite conocer escritores que por motivos diversos son desconocidos en casa. Muy interesante esta recomendación!!!

Noemí Pastor dijo...

JO, primi, Deledda es bastante desconocida y muy poco considerada. Cuando le dieron el Nobel, muchos "intelectuales" arremetieron contra ella.

MITA, de vez en cuando, para descansar de lo negro, procuro leer otras cosas. Muy interesante y necesario el proyecto que me presentas. Kussss.

KWEILAN, creo recordar que sus obras completas en español están en Aguilar.

Helua dijo...

mira q tienen mérito esta mujer!!

Fernando García Pañeda dijo...

Es curioso cómo hay grandes personas que lo tienen todo en contra para desarrollar sus aptitudes, y encuentran el camino para hacerlo. Como la vida misma, que se abre camino.

Noemí Pastor dijo...

HELUA, y que lo digas. Hay gente que merece varios monumentos.

FER, pues sí, un ejemplo de tesón y confianza en una misma.

marcela dijo...

Desde ya te digo que la voy a leer, así como también te declaro mi falta de interés absoluta por el capitalismo del Sr. Moore, será porque entiendo de subprimes y otras canalladas.
Un abrazo

Eleuterio Gálvez, el cónsul temerario dijo...

Dios mío, ¡cuánto hay por leer! Sé que resulta imposible tener leída siquiera una biblioteca mínima antes de comparecer el día del juicio y no me avengo a aceptarlo. Mira tú: me puse a husmear en el sitio Liberliber que dices y al cabo caigo en la cuenta que no tengo tiempo para leerla; es una carrera perdida, comienzo a leer un libro y a la semana veo que se me juntaron dos o tres que me prometo leer, y así...

Noemí Pastor dijo...

MARCELA, te advierto que quizás la encuentres demasiado decimonónica. Un día de estos quedamos y me explicas lo de las subprimes y eso.

ELEUTERIO, ríndase, nunca podrá leer ni la décima parte de lo que hay legible. Le recomiendo que se limite a lo que le haga disfrutar, que ya es mucho, o lo que le dé de comer, que es otra.

peke dijo...

Tampoco yo conocía a esta mujer. Parece interesante.

Noemí Pastor dijo...

PEKE, yo la leí muy a gusto, pero también me influyó que me traía buenos recuerdos de Cerdeña, un sitio que recomiendo visitar a todo el mundo. Bueno, la parte donde está la villa de Berlusconi os la podéis saltar sin problemas.

HLO dijo...

Pues sí, he leído a Deledda, pero hace tanto tiempo que no recuerdo nada, salvo el fondo de una historia intensa y terrible...
De cuando me leí todos los tomos de los premios Nobel en papel biblia: de Knut Hansum a Pearl S. Buck, de Yasunari Kawabata (¿se escribe así?) a Sienkiewicz.

Noemí Pastor dijo...

HLO, quién pillara uno de aquellos tochos de los premios Nobel. Creo que los sacaba Planeta y recuerdo la casa de una amiga en la que cumplían una función puramentre ornamental.

Ladyhihi dijo...

Otro gran descubrimiento a tener en cuenta. no conocía a esta escritora pero gracias a tu aportación la anotaré en mi lista de pendientes.
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