lunes, 14 de diciembre de 2009

Retorno y fracaso



Según las revistas rosas cardiacas que me leo en el gimnasio, las rupturas sentimentales aumentan durante las vacaciones. Mira que yo, que voy de intelectualilla y tal,  no me he creído nunca lo impreso en papel couché, pero ahora resulta que tenían razón y me ha sucedido a mí: durante estos días que he estado fuera he vuelto a romper con Philip Roth.

Digo que he vuelto a  romper porque ya antes tuvimos otro flirt y también lo acabé dejando. Según las revistas, segundas partes nunca fueron buenas y esas relaciones intermitentes tipo Elizabeth Taylor y Richard Burton no son compatibles con el equilibrio mental; así y todo, presionada por crítica y público, le di a Roth otra oportunidad y me fui de viaje con Las vidas de Zuckerman, que llevaba tiempo languideciendo en mi mesilla sin acabar de entrar en mi cama.

Fíjate que el arranque de la novela me gustó. En el primer capítulo, el hermano de Zuckerman, dentista judío en Nueva Jersey, se somete un poco por capricho a una operación arriesgada y muere. En el segundo, sobrevive a la operación y decide abandonarlo todo, abrazar el integrismo e instalarse en un asentamiento judío en Palestina, lo cual es también una forma de morir en vida.

Y ahí empezó a enfriarse la cosa, porque, oh Jehová, qué complicado es ser judío. Ya le comenté al Jukebox: casi tan complicado como ser vasco. Qué lío de facciones religiosas y políticas, qué tremenda dispersión geográfica.

Pero lo que más pesó en mi ánimo fue el recuerdo de un paseo por Williamsburg hace ya unos cuantos años, antes de que se convirtiera en barrio cool. Allí viven unas decenas de miles de judíos jasídicos y, ay amá, qué tristeza las barbas, los caracolillos en las patillas y no digamos las señoras con el pelo rapado y esos pelucones tan feos. Qué sastrerías oscuras, qué agujeros de carnicerías. Qué empeño el de algunas religiones en hacer que la gente sea infeliz, o al menos lo parezca. Como si la felicidad fuese obscena.

En fin, que si a eso le unimos metralletas y mal rollo en Oriente Medio, me harté y me dije: Philip Roth, hijo mío, hasta aquí hemos llegado. No descarto, a pesar de todo, retomar la relación más adelante, para lo cual recurro a vuestro consultorio literario-sentimental en busca de consejo y aliento.

Y como adelanto de mis memorias, del estilo de las que publicó Sara Montiel en Hola, sabed que también abandoné sin piedad a Nadine Gordimer, Roberto Bolaño, Iris Murdoch, Paul Auster, Haruki Murakami... No tengo corazón. Continuará.

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23 comentarios:

el jukebox dijo...

Por alusiones, Noemí: en realidad, no quise decírtelo cuando dijiste que estabas con 'Las vidas de Zuckerman', pero con Philip Roth, hay un malentendido. Y es que, efectivamente, es muy bueno, pero no siempre: casi todo lo que escribió antes de 1988 es temible, al menos, para mí: como bien dices, rollos del judaísmo para arriba y abajo, psicoanálisis, líos amorosos lindando con la comedia de puertas y algo de onanismo.
Fue a partir de 'Patrimonio', cuando murió su padre, cuando empezó a rozar las obras maestras primero y a encadenarlas después: Tal y como dices, date un tiempo; si lees 'Pastoral Americana' o 'Me casé con un comunista' y no te gustan, te pago los ejemplares y dos birras.
Yo también abandoné a Nadine Gordimer y a Roberto Bolaño -la firgen, qué horror-. Con Iris Murdoch no he probado. Paul Auster me mola -lo de antes más que lo de ahora- y Murakami no me gusta mucho, pero, bueno, alguna vez lo he leído sin problemas.
Siento la chapa, pero es que no he podido reprimirme.

Saludos

Anónimo dijo...

Yo te aconsejo que te busques a otro rápidamente.
Besos

Noemí Pastor dijo...

JUKEBOX, usted puede chapear todo lo que quiera en este humilde blogsito, que es también el suyo. Vale, lo intentaré otra vez con "Pastoral..." y "Me casé...". En las próximas vacaciones.

Elena-MITA-Francis, ya ando tonteando con un islandés y una francesita. Se agradece el consejo, anyway.

Noemí Pastor dijo...

Se me olvidaba que también dejé a Ivy Compton-Burnett. Con gran dolor, eso sí.

el jukebox dijo...

Muy amable. A Ivy Compton-Burnett no lo controlo ni de oídas.

Uno dijo...

Lo que no funciona no funciona y además es imposible. Nunca he creído en las segundas oportunidades.
Puede darse un desengaño en un segundo encuentro (yo dejé a Paul Auster cuando se presentó con Lulú) pero si en el primero no te hizo perder la cabeza, devuélvelo a la biblioteca de donde nunca debió salir.

kweilan dijo...

Coincido en recomendar Pastoral Americana, Me case con un comunista o el Teatro de Sabbath. Me gusta Bolaño, Paul Auster i encuentro los libros de Gordimer, fríos y difíciles de entrar. Iris Murdoch me gusta pero casi nunca coincido con nadie que haya leído esta autora. De todas formas solo he leído el mar, el mar y Amigos y amntes. Un abrazo!

Möbius el Crononauta dijo...

Yo una vez le toqué el codo a su primo Tim

Anónimo dijo...

Ayyyy, creí al leer que UNO se había casado con un comunista y que, por fin, teníamos noticias interesantes!!!

Yo he retomado Expiación desde tu post.
Besotes

Noemí Pastor dijo...

JUKE, la señora Compton-Burnett parecía muy interesante en teoría, pero se me atragantó su novela.

UNO, no hay que lamentarse por tener que abandonar un libro o autor, pero tampoco se pierde mucho tiempo ni energía en dar otra oportunidad a una obra nueva. Todo puede mejorar. Y empeorar también.

KWEILAN, enhorabuena si te gustan todas y todos. Así disfrutarás más.

MOEBIUS, tío, tú sí que molas. Codeándote en sentido literal con las estrellas.

MITA, ahora resulta que hago de celestina y casamentera y voy rehaciendo parejas rotas. Creo que no me va el papel, pero en fin, si tú eres feliz...

Fernando García Pañeda dijo...

Como dice Julito Iglesias, en esas revistas tan apreciadas, "tropecé de nuevo y con la misma piedraa...".
Mejor los que te hacen la vida más feliz, aunque no sean tan atractivos (Dueña dixit).

Antonio dijo...

Desde luego, pareces una devoradora ... de libros en versión original. Muy cool. Aunque algunos sean de leer y tirar, otros duran toda la vida. Creo que muchas veces te dan más satifacciones que las personas, aunque a ellas también hay que darles alguna que otra oportunidad. No me gustaría que pensaras que tu vuelta ha sido un fracaso. Volverás a las Islas Afortunadas y serás aún más feliz allí. Lo de las Memorias, suena interesante y, además, parece que se está poniendo de moda. Mientras tanto, me conformo con seguirte por vía digital, que no es poco. Tu prosa me cautiva.
Un abrazo

Pd: Me encantan tus reposalibros.

HLO dijo...

Me parecen estupendas esas rupturas: hay que decir "hastaaquíhemosllegado" con más frecuencia de lo que lo hacemos (el tiempo es limitado y las ansias de escribir de los escritores infinitas). Y hasta el más pintado puede soportar un desplante.

molano dijo...

Yo antes tenía mas paciencia. Seguramente porque tenía mas tiempo. Ahora no tengo tiempo que perder.
Pero por otro lado me interesan generos que tenía vetados. Y que conste que hablo de literatura, eh.

Agustín Molina dijo...

Yo le estoy entrando a Jorge Amado, hoy día. Por ahora me llevo bien, pero son los primeros tiempos, y en una de esas, estoy fascinado justamente, porque son los primeros amoríos.

Noemí Pastor dijo...

FER, ya, pero una se empeña en apreciar a los presuntos clásicos, que algo tendrá el agua cuando la bendicen.

ANTONIO, no, a Roth no le he leído en inglés. ¡Anda! Igual es eso lo que falla. Fíjate que en inglés me da pereza leer. Qué cosas. Y también hay que dar de comer a los traductores. Besos.

HLO, sí, de acuerdo. Yo creo que deberíamos felicitar a la gente cuando rompe, aunque suene cruel.

MOLANO, con todo lo que hay para leer en el mundo, porfiar en algo que no nos satisface es tontería. Y hay que darle a lo vetado en literatura y en todo.

AGUSTIN, es que si los comienzos no son felices, la continuación tampoco lo será. Opino.

Besos cuasiinvernales.

39escalones dijo...

Eres una auténtica rompecorazones: dejas por el camino a un montón de ilustres. En fin, otros vendrán que buenos los harán...
Besos.

Pilar Mandl dijo...

¡Buenísimo el post! ¡Me encanta, me he reído un montón! Hay que ver que temple dando calabazas...

P.D. ¿Has probado con el animal moribundo? o era herido? es muy bueno.

nancicomansi dijo...

Es que los amores literarios no tiene porqué durar toda una vida, mira...
Yo desde luego no tengo empacho en "cortar" a la primera de cambio de aburrimiento, la experiencia me ha hecho "tajante"...
Iris me apasionó, y con Murakami tuve que dejarlo junto a Kafka, junto a la playa pero me llevé al gato.

Los que no suelen fallar son los clásicos de cabecera.

besazo!

marcela dijo...

Noemí,
Eres tan vasca, como tajante y te lo digo yo que también soy del sur de Inglaterra.
Si hay que abandonar a los que nos gustan con más razón a los que nos aburren.
Y sí hay un empeño en glorificar autores que en realidad tienen dos polvos-quiero decir novelas-pero no por eso hay que casarse para toda la vida.
Roth dos, Bolaño una,Auster dos,
Iris una, y así sucesivamente hasta que un día de repente encuentras un autor-a para toda la vida.
En fin, tus memorias prometen muchísimo. y ahora que se puede editar una misma..¿porqué no probar una descarga digital?
Tienes muchos fans y podemos hacer publicidad viral.
Se puede alquilar una casita en El Hierro...?

Noemí Pastor dijo...

ESCALONES, lo curioso es que confesar que los he abandonado no es un ejercicio de soberbia, sino de humildad: mi "prestigio intelectual" aumentaría si mintiera y dijera que los he leído y gozado a todos; y todas.

PILAR, probaré, gracias por la recomendación. Igual tengo que dedicar otro post a los amores eternos.

NANCI, que sí, hija, que tienes razón. Mira que me he tragado yo cosas que no me gustaban por un sentido equivocado de la fidelidad, la intelectualidad o yo qué sé.

MARCELA, de acuerdo. En cierta manera ya escribo mis memorias, tacita a tacita, entradita a entradita, en este blog. Si lo quiero hacer a lo Sara Montiel, sólo tengo que echarle imaginación, desfachatez y descaro. Y lo digo como un elogio. Para alguilar casa en El Hierro, sólo tienes que ponerlo en Google. Si quieres algo más, aquí me tienes: noemipastor@gmail.com.

almanaque dijo...

Hola, Noe. Sigo por aquí, aunque no lo parezca. De Roth me gustó mucho "Elegía". De Murakami, "El sur de la frontera..." (más que el Kafka, con el que reincidí), de Bolaño tuve el humor de cepillarme "Los detectives salvajes" (e incluso amenazo con leer algún día su 2666, que reposa plácido en una de mis estanterías)y del amigo Auster me gustan algunas cosas (por cierto va a venir a León el 28, no es inocentada). Estoy plenamente de acuerdo contigo en que no hay que obligarse. No hay que olvidar que los libros están ahí para disfrutar.

Noemí Pastor dijo...

ALMANAQUE, gracias por las recomendaciones. Llevaré todo anotado en mi próxima visita a la biblioteca. Saluda a Auster de mi parte, pero no le digas que sólo le he leído una novela y que no me gustó ná. Eso que quede entre nosotros.