Sue Grafton:
Kinsey and me, 2013
Kinsey y yo
Traducción de Victoria Ordóñez Diví
Tusquets, 2014
El océano se agitaba como una lavadora en un ciclo suave.
(...)
Se había comportado en todo momento de una forma tan estúpida que casi podía considerarse inteligente.
(...)
Parecía una niña tranquila y muy seria. Me la imaginé, ya de mayor, convertida en una de esas mujeres misteriosas alrededor de las cuales gravitan los hombres. De un modo terriblemente autoritario e indiferente, les rompería a todos el corazón y nunca entendería su sufrimiento.
Continuará.
domingo, 23 de febrero de 2014
viernes, 7 de febrero de 2014
Civilización y barbarie
La barbarie no es lo opuesto a la civilización, sino algo que habita en su corazón mismo.
El hombre más cultivado, empapado de música, de bellas artes, rodeado, como Jünger, de libros preciosos, o servidor de Dios, como ciertos papas, puede permitir el crimen sin una mínima reacción, e incluso cometerlo él mismo, a través de una máquina anónima interpuesta.
Jean-Bertrand Pontalis
Un jour, le crime
Gallimard 2011
[La traducción y la adaptación son mías]
Entonces, si la civilización no nos ayuda contra la barbarie, ¿qué nos ayudará?
Otra entrada en Boquitas Pintadas sobre Un jour, le crime, de Pontalis:
¿Veis cómo no soy tan rara?
El hombre más cultivado, empapado de música, de bellas artes, rodeado, como Jünger, de libros preciosos, o servidor de Dios, como ciertos papas, puede permitir el crimen sin una mínima reacción, e incluso cometerlo él mismo, a través de una máquina anónima interpuesta.
Jean-Bertrand Pontalis
Un jour, le crime
Gallimard 2011
[La traducción y la adaptación son mías]
Entonces, si la civilización no nos ayuda contra la barbarie, ¿qué nos ayudará?
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¿Veis cómo no soy tan rara?
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