viernes, 28 de junio de 2013

Rupturas




Las rupturas no suceden de repente. Suelen ser consecuencia de una herida lejana. Como en los terremotos, las capas tectónicas presionan en silencio unas contra otras, hasta que al final rasgan la superficie.

La razón de las rupturas, el motivo interno, no sabemos nunca muy bien cuál es, al menos mientras no transcurre un cierto tiempo. Y esa razón no suele ser única; un solo desencuentro o un solo enfado no provocan un terremoto. Además, con el tiempo, aquello que tanto nos hirió se va desdibujando, se le difuminan los perfiles, como a las imágenes de las portadas góticas, y ya no nos provoca tanto mal.

Los amigos no se enfadan de repente. Todo lo contrario: la vida los empuja hacia sitios distintos y esa fuerza rompe la amistad, como cuando tiramos de un lado y de otro de una tela y se rasga.

Y entonces pensamos que cómo es posible que aquella persona que en un tiempo nos fue tan cercana esté ahora tan lejos, cómo puede ser que gentes que estaban tan unidas se comporten luego de manera cruel, con rabia, sin compasión, como un amante torpe.
os convierte en seres vivos. Sin esa fuerza, Herman, los humanos no somos nada.

 
Kirmen Uribe: Mussche, Susa 2012
La traducción y la adaptación son mías.
En español, Lo que mueve el mundo, Seix-Barral 2013
 
Otras entradas sobre Mussche en Boquitas Pintadas:



2 comentarios:

Raimundo Rubio dijo...

Eskuragarri: https://www.susa-literatura.com/ebook/

Noemí Pastor dijo...

Mila esker, Rai.