lunes, 21 de febrero de 2011

Otras cuatro de Petra Delicado (1)

A la ensalada de lecturas de la que os hablé hace unas semanas me vais a añadir cuatro novelitas más de la serie de Petra Delicado: Muertos de papel (2000), Serpientes en el paraíso (2002), Un barco cargado de arroz (2004) y Nido vacío (2007). ¿Hace falta que diga de quién son estas novelas? ¿No lo sabéis de sobra? Bueno, lo digo por si acaso: de Alicia Giménez Bartlett.

En Muertos de papel, el asesinato de un periodista televisivo del cuore hace que la inspectora Delicado y el subinspector Garzón tengan que adentrarse en lo que la misma Petra llama el barrizal de la prensa rosa.

Mal empezamos. No me gusta nada, pero nada nada, este pimpampún acrítico, ese desprecio por el género rosa en casi todas sus variantes, que ya es lugar común y tiene mucho de prejuicio sexista.

Petra Delicado, como todos los seres humanos, tiene prejuicios; y como muchos seres humanos, tiene prejuicios contra la prensa rosa que la vida misma se encarga de deshacer, porque resulta que, de repente, la vida, a su alrededor, se le pone ñoña y empieza a parecerse a los boleros, a un folletín, a una telenovela: a su hermana, el marido médico la abandona por una enfermera joven y, ni corta ni mojigata, se dedica a contar su historia a quien quiera oírla (La intimidad es un cuento para que nos aguantemos solas nuestras penas), como en los talk shows, como las matronas romanas en los baños públicos, como han hecho siempre las mujeres en sus espacios.

He amenazado varias veces con hacerlo y puede que un día lo haga: empaparme bien sobre novela sentimental y dedicarme a reivindicar el género. ¿Por qué no? No están tan lejanos los días en que la novela negra era literatura menor, subliteratura, hasta que alguien quiso dignificarla. Pues alguien empezará algún día a dignificar la novela rosa, seguro. Lo que más me molesta es que no lo haremos las mujeres: mientras no lo reivindique un hombre, lo tendremos chungo.

Continuará

14 comentarios:

39escalones dijo...

Lo siento, pero comparto la opinión sobre el género rosa. Sobre él como tal y sobre aquello en lo que lo ha convertido esa morralla patria que coloniza algunas televisiones las veinticuatro horas: carnaza.

U-topia dijo...

He de confesar que no he leído nada de Alicia Giménez... el miércoles pasado me fuí directa a mi librería a enmendar tal error (a pesar de que me he prohibido compara más novelas dado el reten de novelas pendientes) y compré "Ritos de muerte", es anterior a las que tu mencionas, no sé si has leído ésta.
Tienes toda la razón con lo que dices de reivindicar la novela sentimental (yo he leído algo, ahora hace tiempo que no lo hago pero me gustaban: Diana Gabaldon, Rosamunde Pilcher y Danielle Steel).
Recuerdo perfectamente cómo me miraban ghace años cuando mostraba mi interés por la novela negra...

Un abrazo.

Noemí Pastor dijo...

ESCALONES, yo sé que tú has llegado a esa conclusión por ti mismo y que tienes criterio, pero no dejo de observar en otras gentes una pose desdeñosa, engreída, de aires intelectualoides, como si la intelectualidad viniera del hecho de NO consumir algo, en vez de de sí hacer algo.

Noemí Pastor dijo...

LAURA, "Ritos de muerte" es la primera de la serie de P. Delicado. Por ahí tengo algún post sobre ella. Empieza por ahí, que yo soy partidaria del orden cronológico. La novela negra todavía no es literatura de primera fila, así que qué decir de la sentimental. Pero todo se andará, amiga, aunque solo sea porque, no sé si te habrás fijado, pero en las librerías las estanterías de novela sentimental se expanden. Besos.

El jukebox dijo...

La prensa rosa, en general, es deleznable, pero la deportiva, en general, también. Quizás aún lo sea un poco más, no lo sé.
Sobre la novela sentimental, creo -aunque no estoy seguro de que sea él- que Vargas Llosa suele defender los 'culebrones' de la tele. No sé si vale el ejemplo.

Noemí Pastor dijo...

JUKE, sí, es él. Declara su amor al folletín en "La tía Julia y el escribidor" y ha escrito siempre cosas elogiosas sobre Corín Tellado.
A ver si con lo rosa llegamos al mismo punto alcanzado con el fútbol: ya se puede ser intelectual y futbolero; pues a ver si se puede ser intelectual y "rosera". El pensamiento acrítico al que me refiero cree que ningún intelectual sabe quién es Belén Esteban. Ja.

Manuel Márquez dijo...

Vaya vericuetos en los que te metes, compa Noe, a cuenta de la buena de la Giménez Bartlett (de la que, como sabes, empecé a leer Petras Delicados el año pasado, a sugerencia tuya, y me encantaron). Pero lo del "mundo rosa" son palabras mayores, otra historia -por cierto, yo sí conozco, como todo el mundo, a Belén Esteban; tema distinto es que me la repanfinfle esa su vida, obra y milagros que parecen "poner" a varios millones de mis convecinos...-. Supongo que a mitad de camino entre el desdén que preconiza cierta intelectualidad "estupendista" y una reivindicacíón que, como pasó con la copla en el posfranquismo al calor de los devaneos almodovarianos con ella, puede tener más componente de pose "moerna" que de creencia en sus reales bondades para el intelecto, debe haber algo. Una cosa parecida a aquello del "No sabe/No contesta" de las encuestas. Pero solo lo supongo, eh? Ah, y me apunto el título de la Delicado (aunque, la verdad, mi intención es irme averiguando todos...).

Un fuerte abrazo y seguimos trasteando.

Noemí Pastor dijo...

MANUEL, me encantan estos vericuetos. Como bien dices, hay dos posturas extremas: una, no tener más vida intelectual que el "Sálvame" y la otra, despreciar absolutamente los productos mayoritarios de entretenimiento. Hay otra, la hipócrita: consumir tele por un tubo y negarlo bajo torturas. Siento mucho decir que esta tercera se estila más de lo que me gustaría. También hay mucha gente que no tiene más vida intelectual que el "Marca" y nos veas cómo la información presuntamente deportiva va creciendo y colonizando los informativos.
En fin, mucho de que hablar.
Sigue con Petra y disfruta.

Uno dijo...

NOEMI, yo soy un hombre y la reivindico continuamente pero nada. Se ve que no tengo lo que se llama un peso en el mundo editorial ni en la opinión ni en la crítica literaria. Si, va a ser eso.

Noemí Pastor dijo...

UNO, me pongo a pensar quién tendría que reivindicarlo para que se empezara a tomar en serio y no doy con ningún nombre concreto. Tendría que ser un (santo) varón y del establishment, claro. O sea, que yo no, está claro, pues no cumplo ninguno de los dos requisitos.Igual hay una tercera vía: la económica. No veas lo que se vende el género y la pasta que se puede hacer con eso. A ver si va a venir por ahí la dignificación.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

No he leído nada de esta autora,así que para juzgar, tendré que empezar por el principio, ¿no crees?
Te agradezco estas informaciones que a mí me sirvena la hora de escoger mis lecturas.
Besicos muchos

Noemí Pastor dijo...

CASA, sí, empieza por la primera novela y sigue hasta la última. Son estas:
Ritos de muerte, 1996
Día de perros, 1997
Mensajeros de la oscuridad, 1999
Muertos de papel, 2000
Serpientes en el paraíso, 2002
Un barco cargado de arroz, 2004
Nido vacío, 2007
El silencio de los claustros, 2009

Estoy casi segura de que te gustarán. Besos.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Muchas gracias Noemí, me viene muy bien esa informacion que me das.
Besitos

kokonohp dijo...

Blogger 39escalones dijo...

Lo siento, pero comparto la opinión sobre el género rosa. Sobre él como tal y sobre aquello en lo que lo ha convertido esa morralla patria que coloniza algunas televisiones las veinticuatro horas: carnaza
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