lunes, 13 de septiembre de 2010

Roger Wolfe: "Oigo girar los motores de la muerte"

Roger Wolfe es un tipo muy citado. Precisamente de eso lo conocía yo, de que otros intercalaban en sus escritos citas suyas, casi todas brillantes; de manera que, en cuanto vi Oigo girar los motores de la muerte (el título se me resiste; me sale "Oigo sonar los tambores de la muerte") en una librería, me lo compré y lo he ido leyendo muy a gusto en el transporte público.

Wolfe es conocido más que nada por su poesía; según la Wikipedia, tiene publicados trece libros de poemas, pero también seis obras narrativas y tres ensayos. Bueno, él los llama ensayo-ficción, género híbrido y apasionante donde los haya:

"El ensayo-fición es un saco en el que puedes meterlo todo. Una forma de reunir retales, que con frecuencia son lo más jugoso de una obra."
Entre otras razones, porque tiene la capacidad de difuminar los bordes de la realidad:

"Hoy en día ya no se sabe lo que es realidad y lo que es ficción. Se vive como más real lo que se ve en televisión que lo que pasa en la propia vida. (...) La realidad es lo que ves en la tele, y tu vida es sueño; o peor, una pesadilla."
A este género del ensayo-ficción pertenece Oigo girar los motores de la muerte.

Wolfe colaboró con Diego Vasallo en el disco-ibro La máquina del mundo. Vasallo puso la música, Wolfe los textos y ambos la voz. Os pongo un enlace a Youtube para que veáis algunas piezas y ya otro día os cuento más cositas de este libro.


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12 comentarios:

Antonio dijo...

Nos copiamos unos a otros. Esa es la postmodernidad.
Ález de la Iglesia

Noemí Pastor dijo...

Hola, Antonio. No estoy de acuerdo con esa definición de la posmodernidad. Creo que en la Edad Media los juglares también se copiaban, porque no siquiera existía el concepto de autoría. Pero, ¡ah!, perdona, que no lo dices tú, que lo dice Ález.

39escalones dijo...

Me gusta ese disco de Vasallo.
Tampoco estoy de acuerdo con esa definición; la copia va ligada al arte desde sus inicios. La cosa es añadir algo en esa copia. Como Shakespeare, que se pasó la vida copiando y mejorando a sus modelos.

Jo Grass dijo...

No conozco al Sr. Wolfe pero has captado mi interés por él. Con respecto al asunto de la copia, me sumo a la idea que expone 39 escalones: la copia va ligada al arte desde sus inicios, y a estas alturas, lo único original es el ounto de vista del autor al abordar la obra, porque cuando uno crea, no puede dejar su mente en blanco para que todo lo que conoce deje de influirle, sea consciente o no, aunque quiera.
Besinis

Uno dijo...

Me he perdido, no se por qué hablais de copiar. Pero todo lo que cuentas sobre este tipo y su obra me parece muy interesante. Sigue, sugue.

kweilan dijo...

No conozco este autor. Estaré pendiente de lo que digas del libro.

Möbius el Crononauta dijo...

Pues ya el título promete una barbaridad...

Noemí Pastor dijo...

ESCALONES, confieso que no conocía el disco de Vasallo, pero lo que he visto en Youtube me ha gustado. También me gusta este debatillo sobre la copia.

JO, muy buena también tu aportación. Una no puede prescindir de todo lo que ha mamado. Besis.

Noemí Pastor dijo...

UNO, lo de la copia viene a cuento del primer comentario, el de Antonio. Me encanta que los comentarios marquen el rumbo de la conversación. Seguiré hablando de Wolfe. Es un tipo que da para mucho.

KWEILAN, el libro es parecido a un blog, con reflexiones y aforismos sobre lo divino y lo humano. Seguiremos informando.

Noemí Pastor dijo...

MOEBIUS, es una cita de no recuerdo quién. Cuando tenga el libro en la mano, te lo digo. Aunque para título "Que te follen, Nostradamus", también de Wolfe. Un crack titulando.

Icíar dijo...

Yo no conocía a este poeta.
La canción me gusta. Pero le veo un defecto: el estilo me parece una copia de Leonard Cohen. :(

Noemí Pastor dijo...

Es que Cohen es muy grande, ocupa mucho y está en todas partes. Besos.