Maud Tabachnik, un prodigio de productividad literaria que en veinte años ha publicado treinta novelas y, lo más sorprendente, no son churros. Yo no me las he leído todas; estoy en ello, pero de momento algo sí que os puedo contar.
Pasaos por Calibre 38 a leerlo. Allí nos vemos.

8 comentarios:
Tomo buena nota, ahora que la mayor parte del tiempo leo, leo... O más bien devoro.
Por imperativo físico y psicológico, que todo hay que decirlo.
Pues espero que te sirva de diversión y alimento espiritual, HUMO, querida.
Parece interesante y, para no variar, no la conocía.
Madre mía, y después hablan del estajanovismo de Woody Allen, compa Noe; esto sí que es currárselo… Ni siquiera sabía de la existencia de esta autora, pero si mi ‘médica de cabecera’ dice que está bien, pues está bien: punto pelota. Habrá que mercarse algo y leer, claro… En todo caso, y sobre el tema de la productividad y el nivel de calidad, pienso que es un craso error asociar, en proporción inversa, ambos elementos. No necesariamente el currar más implica que tus resultados tengan que ser más flojos; evidentemente, es más difícil mantener un tono de calidad media elevado, pero, en contrapartida, es más fácil que de la cantidad salgan buenas piezas. Y, al fin y al cabo, lo de Charles Laughton en el cine (100 % de obras maestras dirigidas; hizo solo una, La noche del cazador, y ya ves cómo le salió…) tampoco es tan usual…
Un fuerte abrazo y buen día.
PEKE, querida, resignémonos: siempre será más lo que desconozcamos que lo que conozcamos. Bicos enormes.
Pues sí, MANUEL. Debo reconocer que he asociado demasiado alegremente productividad con baja calidad literaria y no es así, como tampoco lo es en el cine. Hay quien hace una sola peli en su vida y es desastrosa. Y el mismo Woody Allen que tú citas, con algún traspiés, ha producido obras maestras en serie. Buen finde, compa.
Yo de mayor quiero haber publicado treinta libros y que alguien diga que no son churros. Es delicioso.
Es una buena marca, HLO. Yo me conformo con hacer algo decente en la vida; o, por lo menos, haberlo disfrutado. Ahora que lo pienso, creo que lo del disfrute va a ser lo más importante. En fin. Un placer.
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