Alorza presentó su libro, Manual de uso del blog en la empresa, en el museo Guggenheim de Bilbao.
Fue una buenísima presentación, habló gente estupenda que dijo cosas interesantísimas sobre la web 2.0, las empresas, el conocimiento compartido...
Pero de todo eso ya tratan muchas otras personas en la red. Yo voy al lado pípol y frivolón del asunto, que es lo que verdaderamente tiene audiencia.
Así que os pongo unas fotitos.
Así que os pongo unas fotitos.
En esta primera sale Alorza durante su intervención. ¡Qué guapooooo!
Admirad en esta segunda el marco incomparable.
Ahí va la alineación. De izquierda a derecha, de pie, Alvizlo, Mak (no os perdáis su supermegacrónica-que-te-cagas), Alorza, servidora de ustedes y Fer; agachados, Julen y Txetxu.
Como veis, fue una fiesta guachi, con fotocol y todo, y pinchos de Martín Berasategui. Pa que lo flipéis.
Cuando acabe de leerme el libro, me convertiré de nuevo en intelectual y os hablaré de su contenido.
Technorati tags Alorza
Technorati tags Alorza
20 comentarios:
¿Qué libro? Yo había ido por lo de los pinchos y me encontré con ese grupo de gente maja... fue un placer poder estar allí con vosotros. ¿Para cuando la próxima?
No sé si al entrar nos dieron algo que bien podía haber sido pa leer o así y luego lo dejamos olvidao donde las copas. Creo que ÉSE era el libro, pero la verdad es que no me acuerdo bien. Bueno, da igual. El champán, qué rico ¿eh? ¿Y los pinchos? Ninguno era de tortilla de patata.
Besitos.
No os escapeis, par de escapistas, no vale decir que os olvidasteis el libro, que éste se puede descargar, que lo sepais ;-)
Paso a incluir la crónica en mi "resumen".
Que suerte! ... y bueno, ya te pongo cara, eso también mola.
Interesante todo lo que cuentas, voy siguiendo la pista de todo.
Gracias y besicos
Por fin una crónica frívola a juego con un acto frívolo.
La frivolidad, como la naturalidad, es una de las poses más difíciles de alcanzar, no lo dudéis.
Por cierto, mis colegas del pueblo dicen que parezco un conductor de autobús, de la ruta que para en Alfajarín.
Qué envidia,hasta los pintxos me han cautivado,jajaja!
Mak, ya digo que, cuando recupere la intelectualidad, hablaré del libro, que lo tengo subrayado con pinturilla verde.
Casa, sigue la pista, pero no sé a dónde te llevará.
Alorza, la frivolité es necesaria para el espíritu y en tu pueblo los conductores de autobús van muy cool.
Goroka, los pichos eran magníficos. Se merecen un poema.
Tu blog es como un rompecabezas que voy montando poco a poco.
Ahora ya tengo hasta tu carita.
Pero qué bien acompañada estabas Noemí.
Besos.
Benjuí, mi carita con la boquita pintadita pa las fotitos. Estoy más guapa en una de la crónica de Mak.
Lucía, ya sé que todas me envidiáis, pero os comprendo y os perdono.
Leí algunas crónicas y te vi en algunas fotos. ¡Guapetona!
Todo lo que allí se trató me parece perfecto, pero desde la lejania de tierras catalanas lo que me tiene fascinado es el grandioso Guggenheim, creo que tendré que programar una visita a Bilbao, he de reconocer que no he estado nunca por allí.
Otra de las cosas que me han llamado poderosamente la atención son los pinchos de Berasategui. Guggenheim y Berasategui.... no esta nada mal, nada.....
Un saludo.
Aun que no venga a cuento, no estuviste por casualidad en el concierto de Oldield en el Guggenheim?
Peke, habrá que andarse con cuidado para no convertir esto en el Hola, pero unos toques de tontería se agradecen, ¿o no?
Perem, esto es como el meme "Qué ha hecho todo el mundo y yo no": peregrinar al Guggenheim. Berasategui tiene un restaurante dentro del museo, así que los pinchos no venían de lejos.
Aquí TODO viene a cuento, así que te diré que al concierto de Oldfield sólo fueron ciento y pico personas, con rigurosa invitación. Vi fotos en la prensa y no había más que corbatas y joyones. El bueno de Mike debió de tocar unos quince minutos. Un bluff, vamos.
Un saludo Noemí... Espero todo OK...
Los pinchos...? Mmm... Me compré un libro acerca de ellos y lo regalé a un amigo que montó un bar especialzado en tapas.
Abrazos,
Agatha Blue*
Todo OK, Agatha, maja. Pero no olvides las cosas importantes: ¿qué tal son los pinchos de ese bar?, ¿dónde está?, ¿hacen descuentos a blogsisters de Agatha?
Besitos.
Ajajá!!! ¡¡¡Boquitas pintadas con Tomate!!!
Yo creo que el siguiente paso es que vayas con un micrófono y les hagas preguntas comprometidas:
-Julen, ¿es cierto que el ordenador que llevas a la radio es de atrezzo?
-Mak, Se dice que tus crónicas sobre política internacional te las redacta el camarero del bar de abajo
-Loretahur, ¿qué hay sobre los rumores de tu inminente boda por interés con un ricacho californiano que ha prometido inyectar pasta en Nireblog?
En fin... que muy entretenido. Abrazos!!!
Pues sí, un poco de Hola y Cosmo y alguna peli comercial, todo eso viene bien: el contrapunto de toda intelectual que se precie. Es lo último en ese tema, segun estoy leyendo.
Yo diría más bien, ¡pero qué bien acompañados estaban ellos...!
El asunto "pinchos de Berasategi" ha sido eludido. Yo profundizaría por ahí.
Yo ha estado dos veces comiendo en el Guggen y no me ha gustado mucho.
Es de esos de mucho Pin y pono Pan. Vamos que platos con dos lineas de nombre para comerte una ensalada de pulpo donde casi todo era patata y el pulpo había que buscarlo con lupa. Y la carne dura y pasada (muy hecha)
Es verdad, Vizcaíno, a quién pretendo engañar, debería dejarme de bobadas y dedicarme al cuore, única materia en la que soy autoridad. Y a preguntgar con el micrófono tenías que haber ido tú, condenao. Un besito.
Fer, paso por el Hola y las pelis comerciales. El Cosmopolitan lo leí durante seis meses porque me tocó una suscripción en la tapa de un yogur (te lo juro) y vade retro, never more. Ahora soy más de Vanity Fair y Vogue. Pija que se está haciendo una.
Perdona, Escalones, pero yo era la estrella y ellos mis simples comparsas ;-) Los pinchos dan para un blog entero, pero no debo seguir por ahí, que es la peligrosa hora de merendar.
Hola, Dueña, yo he cenado una vez y me gustó todo. Lo que pasa es que, como soy de letras, me dejo seducir por el nombre del plato y así me sabe todo nuevo. Y también, como ya te digo que estoy cada vez más pija, agradezco un poco de estética y elaboración, porque sobria cocina tradicional vasca ya tengo todos los días. Besines.
Publicar un comentario