Por ella tengo abandonado a Camilleri, a mi adorado Jonquet (pobre Thierry, también Almodóvar lo ha abandonado), a Fred Vargas, a Grafton. Por ella está Ian Rankin muerto de risa y criando polvo en una esquinita de la mesanoche.
El libro, por dentro también (lo que he conseguido entender, al menos), me gusta mucho. Contiene historias mordaces, cotidianas y surreales, ligeras, originales, frescas. Parece que vagan por la insustancialidad y de repente, ¡pum!, te estrellan contra la transcendencia. Nunca sabes a dónde te van a llevar.
Dörrie es divertida, sorprendente, muy creativa con el lenguaje, sobre todo con la adjetivación, y muy crítica con la hiperperfecta y supercivilizada Alemania contemporánea; al respecto defiende una interesante tesis: que las carencias encubiertas por el bienestar económico se cubren con y gracias a culturas extranjeras.
En fin, que llevo más de dos meses atrapada en sus cadenas y apenas he sobrepasado la mitad del libro. Ánimo, Noe, que de esto se sale, me dicen las personas que me quieren. Organizaré una fiesta cuando acabe.
Ella llena mis tardes, mis noches y mis viajes en metro, en dura pugna con los sudokus y El Nervión. Ella ocupa mi mente, mis manos, mi impresora y mi pantalla; desde octubre, nada menos.
Ella se llama Doris Dörrie. Es escritora y cineasta. Atractiva que te mueres; guapa a rabiar. Tiene 52 años. Nació en Hannover. Ha escrito novelas, libros de relatos, guiones, ha trabajado también para la televisión, ha dirigido ópera, ha sido actriz y ha firmado unas cuantas películas, entre ellas la famosísima Hombres, hombres, verdadera pieza de culto en Alemania.
Me tiene abducido el seso porque desde octubre intento descifrar uno de sus libros de relatos: Bin ich schön? (¿Soy guapa? - Ya te he dicho que sí, pesada). El libro es el de la foto. La portada muestra Jeune femme en blanc, fond rouge, de Henri Matisse, y es verdaderamente deliciosa.
El libro, por dentro también (lo que he conseguido entender, al menos), me gusta mucho. Contiene historias mordaces, cotidianas y surreales, ligeras, originales, frescas. Parece que vagan por la insustancialidad y de repente, ¡pum!, te estrellan contra la transcendencia. Nunca sabes a dónde te van a llevar.
Dörrie es divertida, sorprendente, muy creativa con el lenguaje, sobre todo con la adjetivación, y muy crítica con la hiperperfecta y supercivilizada Alemania contemporánea; al respecto defiende una interesante tesis: que las carencias encubiertas por el bienestar económico se cubren con y gracias a culturas extranjeras.
En fin, que llevo más de dos meses atrapada en sus cadenas y apenas he sobrepasado la mitad del libro. Ánimo, Noe, que de esto se sale, me dicen las personas que me quieren. Organizaré una fiesta cuando acabe.
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17 comentarios:
Hace unos días intentaba descifrar el título de un libro que alguien estaba leyendo en el metro (es una obsesión fijarme siempre en lo que lee la gente en el metro). Era este que ahora apuntas.
Las casualidades nos atan de pies y manos.
O sea... que tenemos que ir encargando los fascículos uno y dos del curso de alemán de Planeta-Langostini...
Ya tiene que ser bueno para que tengas abandonados a Camilleri, a Grafton, a Rankin y a JONQUET.
Yo estoy con Luna de Papel de Camilleri y por aqui anda Rankin esperando, de Jonquet tengo a medio leido Tarantula.
El comentario va sin acentos porque no se que le hice al teclado que no me funciona bien.
Besos y animo que tu puedes.
Pues yo la conocía como guionista y cineasta, pero no sabía que además escribía cosas tan atrayentes. La película, como casi todo el cine europeo, por aquí pasó casi de puntillas, pero recuerdo que merecía bastante la pena.
Abrazos.
Bonita casualidad literaria y peliculera. Ya he forrado el libro. No lo leo sólo por gusto, sino también porque no me queda más remedio, si quiero sacarme mi títulito de alemán de Fräulein Pepis, convalidable con el de Langostini. Así que no sé si me gusta de verdad o sufro síndrome de Estocolmo.
De Dörrie hay por ahí unas traducciones estupendas y, de este libro en concreto, película y todo. Rodada en Andalucía, para más señas.
No me suena de nada esa mujer (cosa lógica, por otra parte, pues no se puede conocer a todo el mundo). Ya dirás al final si valió la pena.
No la conocía; su foto impresiona: buscaré el libro, aunque ahora tienes que irte a El Corte Inglés o la Fnac para encontrar un libro que no sea best seller...
Osea, que encima eres guapa¡ ¿Me invitará a la Fiesta cuando acabe?.
En Seix Barral tiene un volumen de relatos titulado "¿Qué quiere usted de mí?".
Sin haber acabado aún, creo que sí me ha merecido la pena. Seguiré leyendo cosas de esta señora. La peli la vi en su tiempo, pero apenas la recuerdo.
Con todo, no sé si será como para una fiesta, pero todo un alivio sí va a ser cuando acabe. Podré volver con Rankin, Camilleri y toda la lista de espera que tengo por ahí.
Esto de Ánimo, Noe... me ha hecho reír. También es que libero la lengua, la dejo al aire con extrema facilidad. Pero sí, me estoy riendo ya mismo.
me apunto a la fiesta...
cómo es mi niña!
también lee alemán!
humo: en barcelona también están Documenta, Laie, los antipáticos, aunque bien surtidos, de La Central...
Malvi, que te dure la risa, que es beneficiosa.
Cacho: a mi velocidad no se le llama leer, sino descifrar. Oye, una pregunta, ¿cómo se llama la librería grande del Raval? ¿Es La Central?
Aquí en Bilbao tenemos Elkar, Herriak, Urretxindorra, la Librería Internacional, la Librería de Deusto... Seguro que me dejo alguna. Y en una de las que he nombrado también son antipáticos.
Eso es verdadero interés. Te admiro. Uno a veces está deseando acabar un libro para meterse en otro, corriendo inconsciente y sin dejar reposar lo leído, muy equivocadamente.
Paso a saludarte y tomar tus recomendaciones citadas.Felices Fiestas!
Francisco y Budokan: yo, si peco de algo, es de ser exasperantemente lenta leyendo. "El rodaballo", de Günter Grass, me duró meses, meses y meses. Tengo testigos.
Os beso a los dos.
Oye, yo quiero leer ese libro, pero está traducido al español?
Me quiero leer ese libro...algún día.
Hola, Tarántula. He investigado en Internet y hay poco material sobre Dörrie en español. Este libro en concreto creo que no está traducido, pero sí otros, como el que cité más arriba, en Seix Barral. Un beso.
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