jueves, 14 de octubre de 2010

Recuerdos tolosanos

A servidora de ustedes, que es de la Margen Izquierda de la Ría de Bilbao, le sienta bien de vez en cuando un baño de refinamiento francés.
Además, le gusta que, no demasiados kilometritos más allá de su casa, exista otro mundo. Porque, a pesar de la globalización y de todo, Francia es otro maldito mundo.
Por ejemplo, estaba yo el otro día comiendo en un restaurante del viejo Toulouse. En la mesa de al lado, una señora esperaba sola. Poco después, llegó un señor y le entregó un ramito de flores. Llamadme palurda, pero juro que no había visto una escena así en mi vida; excepto en el cine, claro.
Es que los restaurantes franceses son del todo especiales, igual que los cafés. Reto a las estrellas de la fotografía que me leen, a elaborar un monográfico de baños y retretes de restaurantes, cafés y bares franceses. Como casi siempre tienen que adaptarse a inamovibles edificios históricos, hay que utilizar la imaginación y el buen gusto para que un recoveco resulte habitable. Y lo consiguen. Vaya que si lo consiguen.

El 12 de octubre fue día de huelga y movilización en Francia, contra los recortes a las pensiones y el retraso de la edad de jubilación. Se notó más que nada en los servicios administrativos y en los transportes. Las tiendas y los restaurantes abrieron con normalidad. Las chicas y los chicos de los institutos no fueron a clase, se sumaron a las manifas con elaboradas y bonitas pancartas de colores y luego se fueron a tomar algo al McDonald's. Yo estuve en una mani; no era lo que se dice multitudinaria; mucho aroma sesentayochista y la sensación de que sólo queda hacer ruido: megáfonos, vuvuzelas, timbales, petardos... Puedo decir que he visto las barbas del vecino cortar. A ver qué hago con las mías.

Volvamos a las cosas bonitas de Toulouse: hay hermosas plazas con cafés, una iglesia románica pura, una catedral destartalada, un museo con capiteles narrativos inigualables y librerías inmensas, como Les Ombres Blanches. Se me olvidaba contar que por las noches cruza los cielos de la ciudad un rayo láser cual arco iris nocturno. Una cosa tan simple emboba y te hace pasear encantada mirando hacia arriba como una niña mira las nubes, los astros y los fuegos artificiales.

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26 comentarios:

Jo Grass dijo...

¡Qué suerte de escapadita! y yo trabajando... No sabes las horas que he pasado deambulando por Les Ombres Blanches, durante la época en la que aquí no existía ni la Fnac.
Besitos. Estoy contigo, Francia es otro mundo!

Uno dijo...

Luego cuando vemos cine francés decimos que se pasan con las florecitas a las señoras y otras lindezas. Douce France, ya lo dijo Trenet.
Y ahora por tu culpa tengo que volver inmediatamente a Francia.

Un abrazo

Bruja Truca dijo...

Que chulada lo del arcoiris. Voy a poner una cosa de esas en mi casa =D

U-topia dijo...

Muy bonita entrada... es cierto, Francia es diferente por muchos aspectos (un presidente de la República derechón y que defiende el laicismo a capa y espada como aquí ni la izquierda se atreve a hacer). La Revolución fue para algo claro...
Por cierto en Tolouse se refugiaron muchos españoles tras la guerra civil, especialmente anarquistas ¿queda algo?
Un abrazo.

Kanif dijo...

¿Y no estaba Lautrec? ;-)
¡Qué envidia me has dao!

Noemí Pastor dijo...

JO, primi, ya te tocará holgar y yo trabajaré entonces. Esas librerías enooormes francesas no las hay por aquí. Y menos su apartado de "policier". Si las hay, quiero saber dónde.

Noemí Pastor dijo...

UNO, pues si vas a Francia, por favor, me compras un pelapatatas y ... Que no, que es broma. Sí, tengo comprobado que los franceses y los vascos, aunque vecinos, distan mucho de parecerse en ciertas cosas. Y no soy yo de las que se deslumbran con las flores, para nada, que tengo mi lado aldeano.

Noemí Pastor dijo...

BRUJA, ten cuidado que no te dé el rayo láser en los ojos. Por lo demás, seguro que creas tendencia en decoración.

Noemí Pastor dijo...

LAURA, y un président que nombra ministras y ministros que no son de su partido. Eso sí que lo flipamos aquí. Queda bastante huella española. Se ve, por ejemplo, en las esquelas de los periódicos y en los nombres españoles y catalanes de las tiendas y negocios. También hay un festival de cine, Cinespaña: en unos diez días proyectan más de cien pelis españolas. Yo no sabía que se rodaran tantas.

Noemí Pastor dijo...

KANIF, maitia, Lautrec está en su museo de Albi, a unos kilometritos de Tulús. Todavía no lo he visitado, así que tengo excusa para volver.

Unknown dijo...

Ah! La France! yo también me extasio cuando voy por Francia: los modales, el buen gusto, el placer por los detalles que a mi juicio transmiten una mejor disposición a gozar de la vida. Entonces entiendo esa intransigente defensa de "lo suyo" y le digo siempre a mi mujer cuando en coche pasamos por esos campos y pueblos de La Provence: ¿qué nos pasa a los españoles? porqué somos tan rabiosamente desapegados? ¿porqué no adornamos en masa nuestras ventanas con flores, que las hay y muchas? ¿Porqué no pintamos nuestras fachadas con esos bonitos colores, y cuidamos más nuestros bosques? tampoco costaría tanto. Lo mismo que ese bonito gesto en el restaurant que has relatado. He tomado nota. Voy a forzarme a mí mismo a hacer algo semejante con mi esposa uno de estos días. A ver si me sale, pero me va a costar
Mon Dieu!: ¿cuándo nos libgaremos del síndgome de Fgansuá?

Recomenzar dijo...

Muy buen blog A veces salgo a recorrer nuevas letras encontrándote hoy en mi camino Saludos con besos

El jukebox dijo...

Dime que Carrere no ha publicado otro libro nuevo, que aquí aún estamos esperando a que Anagrama se anime con 'D'autres vies...'. En todo caso, espero que reseñes aquí tanto el de Carrere como el de Jonquet, con esa forma tan especial con que la que lo haces.

Peke dijo...

Que bonito el rayo láser!

Noemí Pastor dijo...

SRO, creo, sencillamente, que nos llevan décadas de ventaja en civismo, respeto a lo público y comunitario, modales, amabilidad, etc.

Noemí Pastor dijo...

RECOMENZAR, encantada de verte por aquí. Vuelve cuando quieras. Más besos.

Noemí Pastor dijo...

JUKE, Carrère no creo que haya sacado nuevo libro. Jonquet, seguro que no, porque falleció hace un año. Bueno, ejem, todo es posible en la industria editorial.
De Jonquet he comprado "Le bal des débris", que es de 1984, y de Carrère he comprado "La moustache", de 1986.
Pues claro que hablaré de ellas, como que me voy a estar callada.

Noemí Pastor dijo...

PEKE, no veas qué cosa más sencilla, la del rayo láser y qué bonito efecto hacía, algo intermedio entre el día y la noche. Mucha gente hacía fotos, pero yo con mi cutrecámara, no conseguí nada decente.

Vir dijo...

J'adore Toulouse! Un verano pasé allí 15 días y estuve muy a gusto, la gente era muy agradable, la vida tranquila, ah! también estaba enganchada a Les Ombres Blanches... De los restaurantes franceses siempre me gusta, cuando voy sola, que me sienten a compartir mesa con alguien. Aquí resultaría violento, pero con ellos es tan fácil... Les resulta totalmente natural decirte "Bonjour" y hablar de cualquier tema (tienen una opinión sobre todo).

Noemí Pastor dijo...

Pues sí, VIR, yo también he compartido mesa (bueno, en realidad era una máquina de coser reciclada) en Toulouse y en más sitios de Europa, algo que aquí consideraríamos una conculcación de nuestros derechos, cuando toleramos que no aparezcan precios en el menú y otros abusos.

TRoyaNa dijo...

La verdad es que no conozco Francia(salvo Lourdes,por motivos circunstanciales)y la anécdota del ramo de flores me ha encantado:)

Noemí Pastor dijo...

Qué suerte, TROYANA, pues tienes mucho bueno por descubrir. Lourdes es alucinógeno, ¿verdad?

kweilan dijo...

Entretenida crónica.

Noemí Pastor dijo...

Me alegro de que te haya gustado, KWEILAN. La cosa es que ahora me acuerdo de más anécdotas divertidas de Tolulouse que podía haber contado. En fin.

Anónimo dijo...

Aqui está otro apasionado de los vecinos del Norte.

http://fotoruffian.blogspot.com/2010/10/los-viejos-en-la-miseria-los-jovenes.html

Noemí Pastor dijo...

ANÓNIMO, estoy bastante de acuerdo con lo que dice el artículo. Se me ocurre, no obstante, lo que apunta un comentarista: que a Sarkozy no lo han votado marcianos, sino los mismos que casi casi eligen presidente a Le Penn. Y que a ver si se cree que en Francia no hay belenesestébanes; las hay, los hay, y a porrillo.