miércoles, 16 de marzo de 2011

Patricia

Llevo unos cuantos años participando como jurado en un concurso literario para jóvenes y una de las cosas que más me divierten de esta labor, que es de verdad muy gratificante, es jugar a adivinar quién ha escrito las obras premiadas (1): ¿de dónde será?, ¿qué estudiará?, ¿cuántos años tendrá exactamente? y, sobre todo, ¿es una chica o un chico?

Esto último a veces salta a la vista. Otras, no. Suele suceder que quienes más talento tienen, claro, consiguen engañarme, producen mejores piezas, se llevan los premios y me hacen siempre pensar en Patricia Highsmith. ¿Por qué? Pues porque siempre he creído que no había nada femenino en su obra o, al menos, seré humilde, yo no he sabido descubrirlo nunca. Sospecho, en fin, que doña Patricia se esforzaba por que nadie notara que su obra estaba escrita por una mujer.

Lo he sospechado siempre, desde que en mi infancia me deslumbrara Extraños en un tren. Hace tiempo que no leo nada de ella y debería retomar algo para corroborar o desechar para siempre esta sospecha, pero entre tanto, y antes de que haya llegado a mis manos la biografía ("definitiva", dicen) de Joan Schenkar que acaba de salir en español, la comparto con ustedes y hago un poco de psicología de garrafón con la buena de doña Patricia (le voy a quitar el apellido, porque tiene una ortografía que se me resiste), a ver si su vida y milagros me dan alguna pista sobre el asunto.

Mary Patricia Plangman nació en Texas, pero vivió desde muy niña en Nueva York. Mantuvo siempre una relación tensa y complicada con su madre y con su padrastro, Stanley Highsmith, de quien tomó el apellido, que la dejó bastante marcada, pues todavía con cuarenta años escribió un cuento, "The Terrapin", en el que un joven (no una joven) asesina a su madre.

Una década antes había publicado la novela El precio de la sal, una historia de amor entre dos mujeres con un happy end insólito para la época, pero no lo había hecho con su propio nombre, sino bajo el seudónimo de Claire Morgan. Treinta años después, en los 80, la reimprimió con el título de Carol y descubrió que era ella la autora. Para entonces ya todo el mundo sabía que Patricia Highsmith era lesbiana.

Cuenta Andrew Wilson en la biografía Beautiful Shadow que también fue alcohólica y que nunca tuvo una relación sentimental duradera, ni siquiera, como se creyó, con la novelista Marijane Meaker, que todavía vive.

Los últimos años de su existencia los pasó Patricia en el Ticino suizo, con una asistente española, Elena Gosálvez, que luego fue editora en Planeta y no sé si lo seguirá siendo. Vivían en una casa que había diseñado la misma Highsmith. Allí guardaba más de cien cuadernos con sus diarios, escritos desde los quince años, que, corregidme si me equivoco, creo que todavía no se han hecho públicos.

En los Estados Unidos nunca consideraron a Highsmith una escritora de literatura mayor y nunca la publicaron en tapa dura. Qué cazurros. Por eso, unos años antes de morir, pasó la gestión mundial de toda su obra a la editorial suiza Diogenes.

De Patricia siempre se ha dicho que era misántropa o que era misógina. Yo creo que era las dos cosas, porque su misantropía incluía la misoginia. Y a la pregunta de ¿se puede ser misógina y lesbiana? hay que contestar que sí, que se puede. Y no me hagáis dar nombres.

En fin, llegada a este punto, veo que no he desentrañado ningún misterio sobre mi admirada Patricia, pero he disfrutado mucho con el chascarrillo. Vaya una cosa por la otra.



(1) Las obras las leemos "limpias", sin ninguna indicación sobre su autoría. Lo digo porque tengo que oír a menudo que "todos los certámenes literarios están amañados". ¿Todos? No. Este en el que yo participo, no.

32 comentarios:

Bruja Truca dijo...

Pues confieso que no tengo el placer de conocer a la buena de Doña Patricia.
Pero por suerte, se acerca una bonita feria del libro y me estoy apuntando varios autores por descubrir y mucho me temo que ésta será una.

Respecto a lo de "no me hagais dar nombres" no se puede tirar la piedra y esconder la mano, maja, que me has dejado con las ganas de saber.

Yo creo que sí, que se puede ser lesbiana y misógina. O al menos, sin llegar al límite de la misoginia si que se puede ser algo parecido. No sé si quieres una explicación o prefieres que me deje de rollos. xD

Noemí Pastor dijo...

BRUJA, sí conoces a Patricia. Con veintipocos años escribió una novela magnífica, "Extraños en un tren", y el señor Hitchcock le compró los derechos para la peli.
En realidad, no sé nombres. Sólo me ha parecido una buena forma de acabar el párrafo. Bueno, si pienso mucho, igual se me ocurre alguno, pero no te prometo nada.
Claro que quiero una explicación. Anda, adelante.

Manderly dijo...

No conocía nada de la vida personal de Patricia, supongo que será porque no he leído ninguno de sus libros. Sin embargo he visto casi todas las películas basadas en sus libros y son estupendas por lo que es indiscutible que loslibros serán mucho mejores. Los apuntaré en mi larga lista.
Saludos!

TRoyaNa dijo...

Yo tampoco conocía la vida personal de Patricia pero vi "Extraños en un tren" de Hitchcock y me encantó.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Me alegro por ese certamen y por que te tengan de jurando.
En cuanto a Patricia, no me extraña que ensu país no fuera reconocida, hay demsiado puritanismo.
Besicos muchos.

Noemí Pastor dijo...

MANDERLY, pues yo tampoco sabía nada, hasta que me he puesto a bucear y me he entretenido mucho. Cotilla que es una.

Noemí Pastor dijo...

TROYANA, la novela también merece la pena y las demás de PH, también.

Noemí Pastor dijo...

CASA, yo también me alegro de estar en ese jurado, pues disfruto mucho. Lo de EEUU, en este caso, no sé si es puritanismo, pues la obra de PH no es nada escandalosa.

39escalones dijo...

Biografía definitiva, hasta la próxima... Personalmente suelen importarme un bledo las vidas personales de escritores, cineastas, etc., excepto cuando éstas saltan a sus páginas o a las pantallas camufladas, disfrazadas, soterradas en personajes o circunstancias. Desentrañarlas, averiguarlas, darles un sentido, contribuyen a multiplicar la riqueza y los significados de sus obras de manera exponencial. Creo que el caso de Patricia es uno de esos, y quizá ahí radique el secreto de por qué en su país "renegaron" de ella. Hasta cierto punto.

José Núñez de Cela dijo...

A Dª Patricia le debo muchos de mis mejores momentos sosteniendo un libro o en la butaca de algún cine (Wenders, Clèment, Hitchcock-ayer volvi a ver alguna escena de estraños en un tren-). Incluso en un reciente viaje al Túnez pre-revuelta, intentaba ubicar a los personajes de "El temblor de la falsificación". Tengo pendiente la lectura de su biografía desde que tuve noticia de su publicación... veremos.

saludos!

Jo Grass dijo...

Yo tampoco sabía nada de la vida de esta mujer. Supongo que es buen momento para echar un vistazo a esa biografía!
besitos

El jukebox dijo...

De estas cosas me enteré cuando se murió y publicaron los habituales reportajes. Ahora, más recientemente, he leído también informaciones sobre la biografía que ha publicado Circe.
A mí me gusta mucho. Dejo aquí un párrafo de 'Extraños en un tren' y a ver quién se resiste:
"Guy le miraba perplejo. La figura de Bruno tenía el aire enfermizo, nocturnal, de un 'croupier' encorvado sobre la mesa, apoyándose en los brazos en mangas de camisa, colgante la cabeza.
- Lee demasiadas novelas policíacas -dijo Guy".

Ahí queda eso. :-)

loquemeahorro dijo...

Hace años leí a P.H. de forma obsesiva y voy a soltar mi rollo:

- Sí, es increíble que no la consideraran una escritora "seria", es una de los grandes.

- No me acaba de convencer ninguna adaptación de una novela suya, el famoso "Extraños en un tren" por ejemplo, se inventa (literalmente) el 50% de la novela, solo toma en realidad el planteamiento.

- Que no le gustaba la gente, está claro, pero como bien has dicho, no era (especialmente) misógina.

Cuando me leí "Diez cuentos misóginos", pensé "Pues si esto es ser misógino que vengan a mi trabajo y oigan hablar a mis compañeros".

Ah, que la lista de hombres heteros misóginos es eterna, creo yo, así que ¿por qué no?

Uno dijo...

Patricia es muy conocida, claro , pero no he leido nada de ella. No se me hace nada raro que una lesbiana pueda ser misógina. Se me hace mas raro cuando una mujer heterosexual lo es y conozco algunas.
Si continuas así nunca te van a contratar en la tele: ¿Había o no había tema entre Patricia y la Gosalvez?

Un abrazo

Noemí Pastor dijo...

ESCALONES, las vidas tienen interés cuando se condensan, cuando se les saca punta, cuando se entresaca lo esencial. Si se relatan día por día, pues aburren mortalmente, claro. Ese es el peligro de algunas biografías. Yo soy bastante cotilla, así que me va el género.
No sé si los USA renegaron de Patricia o ella renegó antes de los USA. No sé, de verdad.

Noemí Pastor dijo...

JOSE, yo también le debo mucho, aunque debería deberle mucho más, pues no he leído todo lo suyo, ni mucho menos. Voy a cirticarla un poco: hay en su obra un punto de frialdad que me desagrada: como poca carne, poca vida, un ejercicio aséptico (y brillante, por supuesto) sin demasiada emoción.

Noemí Pastor dijo...

JO, pues sí, la biografía promete, aunque quién sabe: igual lo que merece la pena ya lo conocemos y lo demás no es más que relleno. Vete tú a saber. Petons, primi.

Noemí Pastor dijo...

JUKE, de acuerdo. Tiene fragmentos brillantes. Siempre me pregunto cuánto le costaría escribir así. ¿Le saldría sin esfuerzo? ¿Estaría durante días perfilando la frase? ¿Las dos cosas a la vez?

Noemí Pastor dijo...

LOQUE, yo tampoco creo que fuera más misógina que yo, por ejemplo. Pero tuvo una iluminación genial con ese título para los cuentos, que para mí lo quisiera si no me lo hubiera pisado. La odio. ¿Ves? Ya me salió la misoginia.

Noemí Pastor dijo...

UNO, la misoginia, como el racismo, como el clasismo, nos sale en cuanto nos rascamos un poco y no le ponemos barreras racionales. Y estoy hablando de mí, que no se me mosquee nadie.
Ahora mismo me pongo a pensar en lesbianas misóginas y las saco del armario a empellones. Yo, por salir en la tele, me humillo hasta lo impensable.

Bruja Truca dijo...

Vengo un poco tarde pero vengo.
Respecto a lo de la explicación que te dije de lesbianismo y misogínia. A ver como me explico para no ofender a nadie. Te pueden gustar las mujeres fisicamente pero son muy complicadas. Que conste que habrá de todo y no generalizo, pero a priori las mujeres heterosexuales siempre están alerta con otras mujeres. La mayoría de las veces te sientes como si fuese una competición. Y con algunas lesbianas también. Generalmente cualquier mujer hetero o lesbiana con pareja siempre te mira mal al principio.Hasta que le tienes que hacer comprender que vienes en son de paz o algo así...

Complicadas engloba muchas cosas, también retorcidas. La mente de una mujer puede ser un rompecabezas eterno. Eso es bueno cuando se aprovecha para el bien. Pero hay algunas que vaya...
Me hace mucha gracia cuando escucho eso de "ojalá fuese lesbiana, las mujeres nos entendemos mejor" y yo pienso...álma cándida. Una discusión entre dos mujeres puede llegar a ser la guerra de los cien años si las dos tienen carácter. A veces a las lesbianas nos entran ganas también de ser hetero y encontrarte con un hombre de esos que me hacen mucha gracia, de los que van detrás de las novias con la bolsa de la compra y esperan impacientes a que ellas miren los trapitos cargados de miles de bolsitas.

En fin, no se si me he explicado. Resument: complicadas y retorcidas.

LU dijo...

Pensé a menudo en volver a leer a P H, y no lo he hecho (mucho pensar y poco actuar…). Leí bastantes de sus libros, pero hace tantos años.

No conocía apenas nada de su vida. No me suelen interesar (y que conste que eso no implica ser o no cotilla, al menos en mi caso). Lo que sí me gustaría saber es cómo escribía, en qué se inspiraba, si lo hacía con un boli espacial, de noche, si se echaba un buen trago cuando se atascaba. Si todo lo que escribió la dejó contenta o se arrepientió de algo… ese tipo de cosas (¿cotilleo literario?).

En tu faceta de jurado, qué divertido imaginar cómo será un autor. ¿Aciertas mucho? ¿Son tan previsibles?

Biquiños

Dante Bertini dijo...

querida:
si va a releer a la espléndida Highsmith no se olvide del talentoso Ripley number one, aunque su obra mayor sea para mí
Deep Water, Mardefondo en la traducción a mi idioma materno (nunca mejor dicho ya que mi padre era italiano...)
Los "vicios" de Patricia, buen título para un porno, se ven en su cara amayororada (las damas nunca envejecen), incluida su misógina misantropía.
Alcohólica? Más que notable y conocido...Teniendo la visión que ella tiene sobre lo humano, ¿cómo soportar el día a día sin alguna droga embrutecedora por medio?
Amante de los gatos, por supuesto...como todas las "buenas personas".

Susan Lenox dijo...

No es de mis autoras preferidas
pero, hace unos años leí, una novéla de ella ESE DULCE MAL y me encanto; por supuesto extraños en un tren es un gran texto, después convertido en pelicula por Alfred.
Bueno, sobre el tema misoginia y el lesbianismo, no creo qué tenga qué ver, sé puede ser lesbiana, y encantarte los hombres y sé puede
ser hetero, es mi caso y gustarte también; pero tienen razón mi querida amiga Bruja Truca, la amistad entre dos mujeres, cómo todo en nosotras es complicado; pues las mujeres lo somos y mucho.
Todo depende del carácter de las personas. Tengo qué reconocer, qué para hablar prefiero a las tías y también a los gays, conecto más eso seguro, los tíos hetero los hay muy interesantes, pero yo he conocido pocos...
Y sí confirmado Patricia, era alcohólica, vamos tenía todo el físico, pero qué más da también lo era Faulkner y Raymond Carver.
y bueno aprovecho para invitarte a qué pases por mi casa, a ver sí sé anima la fiesta, qué acaba de empezar.

Un saludo.

Noemí Pastor dijo...

BRUJA, no creo que la complicación de las mujeres venga de serie. Nos han educado para no ir de frente y entonces buscamos caminos retorcidos. También nos exigimos demasiado a nosotras mismas, queremos ser doñas perfectas, y a las demás mujeres. Somos mucho más tolerantes con los hombres. Y tenemos que aprender a ejercer la camaradería y a cultivar los lazos débiles.
En fin, por el bien de la humanidad, propongo cambiar la competición por la colaboración y así nos beneficiamos todas.

Noemí Pastor dijo...

LU, si por querer saber todo eso me llaman cotilla, me da igual. No le tengo miedo a la palabra. Además, creo que se puede ejercer el cotilleo respetuoso.
Con las autoras y autores sucede, como digo, que los malos son previsibles y los buenos sorprenden y engañan. Hay gente de 17 años con una madurez creativa que lo flipas.

Noemí Pastor dijo...

DANTE, caro, no he leído "Mar de fondo". Si el resfriado no me lo impide, esta tarde la busco en alguna librería.
A mí también me fascinan los rostros del "antes" y el "después" de PH. Se ve el alcohol y el tabaco, seguro, pero no he querido entrar en el asunto porque se me hace duro y triste y lamentablemente similar al de muchas mujeres de mi alrededor. Prefiero quedarme con su prosa acerada. Besos.

Noemí Pastor dijo...

SUSAN, no tiraré yo la primera piedra contra una alcohólica, ni mucho menos, pues he fumado y bebido hasta hace cuatro días y ahora veo la tele. Quizás sí he sido un poco sexista al reseñarlo, pues en un hombre, y más en un escritor, habría sido anecdótico.

peke dijo...

Hace poco que leí una buena serie de libros de Patricia que tenía desde años atrás y disfruté muchísimo con ellos. Conocía las cosas que comentas y estoy pendiente de esa biografía. Bicos, chata.

Noemí Pastor dijo...

PEKE, la biografía la he tenido en las manos en una librería, está en Circe. No me he animado a comprarla porque es un tocho y tengo montones de cosas por leer.

inespoe@gmail.com dijo...

Patricia, mi preferida.

Noemí Pastor dijo...

En ese caso, no te perderás esta nueva biografía, ¿no?