viernes, 4 de junio de 2010

Poesía y supervivencia

"Antaño leía mucho, sobre todo poesía, gracias al Padre Nösel, que me contagió su afición.
Sin embargo, cuando regresé del campo de concentración, apilé todos mis libros y les di fuego. Me quedé mirando cómo las llamas retorcían primero las palabras, luego las frases y después las páginas. La hoguera de poemas no era mejor, ni más noble, ni más graciosa que cualquier otra hoguera. No tenía nada de particular.
Más tarde supe que el Padre Nösel había muerto en un campo de concentración parecido al mío. La poesía no le había sido de ninguna utilidad para sobrevivir. Puede incluso que hubiera precipitado su agonía. Los miles de versos, en latín, en griego y en otras lenguas, que guardaba en la memoria como un gran tesoro, no le habían servido de nada."


Philippe Claudel: Le rapport de Brodeck, 2007
Adaptado y traducido por servidora de ustedes para que me digan qué les parece.

Technorati tags

18 comentarios:

Antonio dijo...

Que tienen algo de razón; El Padre, el Hijo y Vos. Gracias por el post. Las cosas más bonitas de esta vida, suelen ser inútiles.
Buenos días ;)

Icíar dijo...

Bueno, bueno, no tan inútiles. Me viene a la mente una frase de Reza Deghati, cuando en un mundo de guerras, dice él:

"A veces, entre la guerra y la paz, un inefable instante de poesía
nos ofrece una fugaz libertad".

Me encanta la entrada.

Fernando García Pañeda dijo...

Ni la poesía, ni la prosa sirven para nada.
Pero la imagen de la hoguera devorando las palabras lo es todo.

kweilan dijo...

Me encantó esta novela de Claudel. Vale la pena. De la traducción, creo que si no la has leído, te dan ganas de leerla.

Luis A. Alonso dijo...

Vaya, justo acabo unas historias de supervivientes ("Medallones", de Zofia Nalkowska, muy recomendable), y me encuentro con otra. Buena pinta tiene, vaya que sí...

Dante Bertini dijo...

si hubiera leído cómics, policiales o novelas históricas, su final hubiera sido el mismo y tal vez todo su avatar menos placentero

peke dijo...

Ultimamente estoy tan obsesionada por un conocido que tiene una de estas enfermedades que te paralizan poco a poco pero te mantienen el cerebro activo que te juro que no soy capaz de pensar en nada más.

Noemí Pastor dijo...

ANDO, pues sí, no vamos a despreciar algo por el simple hecho de que no valga para nada. Buenas noches.

ICIAR, a mí la poesía me sirve de alucinógeno y estupefaciente. Ya es algo.

FER, sí, lo de la hoguera me gustó. No he visto nunca arder libros, pero (ayer lo comentaba con Calamarin) una vez vi arder un autobús y es fascinante.

Noemí Pastor dijo...

KWEILAN, a mí la novela me llegó a las manos por casualidad, no por elección propia, pero la estoy disfrutando bastante. Tiene fragmentitos a los que espero sacar jugo.

LUIS, en esta novela son todos supervivientes, pero no es el asunto central del libro. Tampoco te puedo decir todavía cuál es exactamente. No la he terminado.

Noemí Pastor dijo...

DANTE, es que el narrador está obsesionado porque él sobrevivió y otros no y se pregunta qué sirve para sobrevivir y qué no.

PEKE, no me extraña, hija. Ahora tampoco voy a poder pensar yi en otra cosa.

Anónimo dijo...

No sé qué sirve para sobrevivir.
Besos

Noemí Pastor dijo...

Yo tampoco, Mita, meine Liebe. Espero que alguien me lo revele en un comentario. Besos.

Jo Grass dijo...

A mí hay varias cosas que me sirven para sobrevivir:
la risa de mi hija, captar un instante único e irrepetible con mi cámara, escuchar la música adecuada en el momento preciso. Mis noches dedicadas a mi nueva pasión por la escritura, cocinar algo rico y que los comensales gocen...en fin, un cúmulo de cosas que me estimulan, así que lo que me estimula son los ingredientes que se encargan de mi supervivencia.
Besitos. No he leido la novela pero, una vez más tomo nota.
Besis de sábado. Voy a hacer de chacha, y te aseguro que eso no me estimula nada, jajaja

Uno dijo...

La poesía no evita la muerte. ¿Y qué? Yo no leo para la inmortalidad. Eso que se lo cuenten a los escritores.

Un abrazo

Noemí Pastor dijo...

UNO, en realida, nada evita la muerte. La poesía, al menos, hace que en el rato en que vivimos estemos más a gustito.

JO, todas esas cosas que cuentas nos dan ganas de vivir a todas. Pero este Brodeck no tenía nada de eso en el campo de concentración y se pregunta por qué sobrevivió.

Besos de domingo morning. Cómo me gusta estar ociosa.

Caruano dijo...

Al Padre Nösel lo salvaron los versos guardados en la memoria.
Pero, señora Noemí, hace poco visité la casa de Ana Frank, y necesito un respiro... porelamordedios...

Noemí Pastor dijo...

Respire tranquilo, señor Caruano. Yo comprendo su situación. A mí esto del nazismo me pone mala. No he sido capaz de ver "La lista de Schindler" y una vez visité un campo de concentración, uno pequeñito, en Alsacia, y me enfermé.

Ahora nos congelan la pensión dijo...

Un tema aparte, un tema importante...

El dinero lo han derrochado en otras cosas impunemente , ahora a mi hijo profesor le quitan el 5% de sueldo y a mí me congelan la pensión.

Por favor, DARLE PUBLICIDAD en tu blog, en tu emails que hoy no nos manipulen con cortinas de humo ¿Quién levantara autovías y urbanizaciones o autopistas para buscar antiguas cunetas?

http://www.youtube.com/watch?v=bmR_zmjYYs0

Poner vídeo QUITAR el sonido y leer. Ahora si, los muertos son para recordarlos no para utilizarlos.

Que no te manipulen las emociones, porque hoy NO hay guerra ni bandos, pásalo

Gracias