sábado, 2 de febrero de 2008

¿En qué siglo estamos?

Hace poco asistí a una ceremonia católica. Se conmemoraban los cincuenta años de matrimonio de dos parejas. El sacerdote leyó estos pasajes del capítulo 26 del Eclesiastés:

Feliz el marido de mujer buena, el número de sus días se duplicará.
La gracia de la mujer recrea a su marido, y su ciencia reconforta sus huesos.
Un don del Señor la mujer silenciosa.
Gracia de gracias la mujer pudorosa.
Sol que sale por las alturas del Señor es la belleza de la mujer buena en una casa en orden.

Y luego, en su homilía, destacó la "sabiduría" de estas palabras y su "plena actualidad, dos mil años después de haber sido escritas".
No dijo nada de las virtudes que deben adornar a un esposo.
Esto sucedió en 2008, siglo XXI.

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20 comentarios:

RTHB dijo...

Upps!!!!! Seguro que estuviste en tal ceremonia? No habrás confundido realidad con ficción? No te habrías quedado dormida leyendo? Si no es así y esto que cuentas sucedió de verdad, pues nada, un síntoma más de que tenemos un problema, bueno, si solo tuviésemos uno!!!!

Un saludo.

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Pues eso, como Dios manda. Cosas veredes amigo Sancho.

Noemí Pastor dijo...

Perem, fue así y tengo testigos. Todavía no he dejado de alucinar. Pero, como dice Julen, el asunto tiene coherencia: así es como se supone que Dios manda hacer las cosas. ¿O no? ¿O es la Conferencia Episcopal?

Alberto López Cordero dijo...

Es lo que tiene esta moderna y actualizada iglesia Católica que hasta manifestaciones preelectorales hacen y manipulan cierto sector de los medios de comunicación. No sé a tí, pero a mí a veces me dan hasta escalofríos.

Noemí Pastor dijo...

A mí me dan escalofríos ceremonias como ésa que presencié, pues resulta evidente el papel subordinado que la Iglesia concede a las mujeres y que, al mismo tiempo, carga sobre ellas toda la responsabilidad de la buena marcha de un matrimonio. Eso, llevado a sus últimas consecuencias, genera violencia.

RTHB dijo...

uhh,,,, me ha parecido leer Conferencia Episcopal!!!! Haré como si no lo hubiese visto.... no sea que se despierte la bestia que llevo dentro, y yo me conozco, y hay ciertos temas que son mi debilidad....

Un saludo.

Anónimo dijo...

q quieres q te diga.. te extraña? pero si las mujeres en la iglesia catolica solo están para limpiar, cuidar y parir hijos.. o no?

Javier Vizcaíno dijo...

Me quedo con la idea que ha chispeado en el cometario de Julen y en tu respuesta: será lo que sea, pero sobre todo es, desgraciadamente, coherente.
Afortunadamente, este tipo de cosas nos sorprenden. Lo terrible sería que las ecuchñaramos como quien oye llover.

Anónimo dijo...

La iglesia siempre a la última. Es coherente, sí, pero vya coherencia.

Anónimo dijo...

osea, que las mujeres antiguamente eran: desordenadas, casquivanas, habladoras, sin gracia, no reconfortaban huesos y eran malas?
!qué maravilla!

Saludetes.

Noemí Pastor dijo...

Perem, puedes abrir un blog monotemático para desahogarte. Podría titularse "Rock & alzacuellos".
Hombre, Helua, no exageres: a algunas les dejan también leer en misa. Un beso.
JV, a mí lo de la "actualidad" acabó de matarme. ¿Pero en qué mundo vive ese sacerdote?
Sí, Peke, yo me estoy cuestionando si la coherencia es virtud.
Hola, Quecaro. Las antiguas sí que sabían divertirse. Lo de reconfortar los huesos manda güevos. Nos leemos. Besín.

L. dijo...

Lo que faltaba. En fin, no entiendo cómo se quejan de que la juventud no les sigue haciendo este tipo de barbaridades.

humo dijo...

Si un matrimonio dura cincuenta años, es evidente por qué, incluido el de Paul Newman y Joanne Woodward.

Antonio dijo...

Se trata de Pessoa, quien no se conformó jamás con ser el mismo hombre todos los días. Así, para poder escribir otra vez y desde otra perspectiva, le era necesario transformarse, ser otro, inventarse otra biografía y, dentro de sus creencias metafísicas, otra carta horoscopal. Fue, paradójicamente, un “desconocido de sí mismo”; vivió siempre entre personas fantasmales a las que él mismo dibujaba en el papel y que, con el tiempo, llegaron a tener tanta o mayor presencia material que su creador. Hoy día, por ejemplo, la crítica literaria discute quién es mejor poeta entre sus diversos heterónimos, si Campos, Reis, Caeiro o el propio Pessoa. La invención de personalidades la llevó más allá de la literatura, en sus relaciones amorosas se cuenta que el poeta no siempre visitó a Ofelia Queiroz como Fernando, a veces enviaba en su lugar a su heterónimo el ingeniero naval Álvaro de Campos, quien, en definitiva, se dice que tuvo mucho que ver con el rompimiento de la pareja.

Ya puestos a comparar, contrario a la gravedad y/o afectación en las cartas de Kafka, en las de Pessoa resalta cierto gesto de superioridad, el poeta portugués no admite que se le trate como a un hombre vulgar o estereotipado, se niega rotundamente a que los demás quieran “obligarle a tener los ojos azules”. Pero en ellas también se pone sus máscaras y se permite, por ejemplo, la ternura del retozo y el uso cordial del diminutivo al nombrar a su novia: “Ofelita, bebecito, amorcito mío, Nenita”... Por otra parte, sin embargo, la posición frente al dilema matrimonio /literatura es fundamentalmente la misma que la del escritor checo. Pero, a diferencia de Kafka, Pessoa no se auto inflige jamás y parece evidente que el matrimonio no es para él una obsesión, como parece serlo para K., aunque éste no quiera reconocerlo.

De otro lado, en relación con los heterónimos, en una carta dirigida a Adolfo Casáis Monteiro, Pessoa escribe: "El origen mental de mis heterónimos está en mi tendencia orgánica y constante a la despersonalización y a la simulación... Desde niño tuve la tendencia a crear en torno a mí un mundo ficticio, de rodearme de amigos y conocidos que nunca existieron. (No sé, bien entendido, si realmente no existieron, o si soy yo quien no existe. En estas cosas, como en todas, no debemos ser dogmáticos)..." Dos palabras a destacar: despersonalización y simulación; contra esa definida unidad que socialmente se espera de la persona, ésta deja de ser un solo rostro y al disfrazarse se multiplica. Pessoa se difumina y se reafirma en la ficción, entre sus personajes-escritores, y acaso bajo la influencia del budismo, pone en duda la propia existencia del yo... Cada heterónimo del poeta es una máscara, una pieza de palabras para ocultar o disimular el rostro del hombre, y desvelarlo. Así, en él, la negación del sujeto es su afirmación.

Según la propia Ofelia, el suyo con Pessoa fue un "noviazgo inocente, hasta cierto punto igual al de todo el mundo, aunque Fernando nunca hubiese querido ir a mi casa, como era normal en cualquier novio. Y que a propósito argumentaba: "Sabes, es preciso comprender que eso es de gente vulgar, y yo no soy vulgar." Y ella lo comprendía y lo aceptaba exactamente así, como él era. De otra parte, también relata que él le indicaba muchas veces: "No le digas a nadie que somos novios, es ridículo. Nos amamos." Y que Fernando era un poco confuso, principalmente cuando se presentaba como Á. "Hoy, no he sido yo el que ha venido, ha sido mi amigo Álvaro de Campos..." Comportándose en tales ocasiones de una manera totalmente diferente a lo que era habitual dentro del noviazgo. Sí, asumía su máscara de nuevo, fuera de la literatura: "Disparatado, diciendo despropósitos. Un día, nos sigue contando Ofelia, cuando llegó a mi lado, me dijo: "Traigo una incumbencia, señora, la de meter la fisonomía abyecta de ese Fernando Pessoa en un cubo de agua." A lo que ella replicó: "Detesto a ese Álvaro de Campos. Sólo quiero a Fernando Pessoa."

Al final, Kafka y Pessoa se casan... con la Literatura


Orlando:)

Anónimo dijo...

Seguro que se le olvidó, no seamos mal pensados. Fue un lapsus, del Eclesiastés, digo...
Y luego hablan de verdad revelada, de verdades del Evangelio. Y se extrañan de que la gente pase de ellos...

Noemí Pastor dijo...

Hola, Luis, la verdad es que difícilmente imagino a una mujer joven tragándose eso.
Humo, cariño, quiero creer que hay parejas sin subordinación y con respeto. No sé si la de JW y PN es una de esas, pero sí es evidente que muchas parejas de ahora no duran porque ellas no aguantan lo que aguantaron sus madres.
No-no, yo nunca he sido fan de Pessoa, pero estoy de acuerdo con él en que emparejarse es terriblemente vulgar.
Lo que digo, Escalones: ¿qué mujer se traga algo así? Se necesita mentalidad de esclava.

Fernando García Pañeda dijo...

Es que al esposo se le suponen :DD
Pregúntale a la Dueña lo que soltó el cura sobre Santa Rita en nuestra boda, y la verás encenderse un pelín.

Noemí Pastor dijo...

Sin falta se lo pregunto, Fer. O mejor: dile que lo cuente aquí en un comentario.
Sanra Rita de Cassia, patrona de los funcionarios. ¡Umm! Ahora mismo me repaso su vida y milagros.

Anónimo dijo...

Exactamente no recuerdo las palabras pero la idea es la misma que lo que tú has escrito, que hay que tener paciencia como Sta Rita y aguantar. No creo que ese día pensase !Que aguante tu madre!, pero si que salí ciertamente indignada. Creo que en cuanquier relación, léase de amistad, pareja, familiar y laboral hay que ceder,perdonar y aguantar pero todo tiene un limite. Lo sorprendente es que catorce años, va para 15 en julio, despues de nuestra boda, se sigan diciendo esas sandeces, pues si según el Canon nº ..( no me acuerdo) el matrimonio es una comunidad de vida de los esposos ( ya quitaron que era comunidad de vida para el fin de la procreación) es evidente el principio de igualdad que reside en ello, (aquí me pongo en plan jurídico) consagrado en los arts 14 y 32 de nuestra Constitución.
Cómo se puede decir que aguante a una señora que trabaja por ejemplo en la limpieza, ademas hace su casa, atiende a sus hijos y tiene un marido muy del pais vasco que se va de poteo y no la saca ni a misa, y que cuando vuelve, ademas le monta la pirula porque ha frito mal los güevos y le quita el polvo de la cara con cuatro guantazos. Lo peor de todo es que de esas mujeres hay legión.

Aprovecho la ocasión para decir que no hace falta tanto cambio legal, leyes nuevas sino EDUCACION en el sentido mas amplio de la palabra,y empezando por los padres para que puedan educar a sus hijos.

Un beso muy fuerte. I ´ sorry por la extensión

Noemí Pastor dijo...

Pues estoy de acuerdo contigo, Dueña. También en lo de la educación, pero, mientras hace efecto, que tarda, hay gente que necesita soluciones YA, también soluciones legales.
Y tú te puedes extender aquí todo lo que quieras. Faltaría más.
Hasta prontito. See you soon.