sábado, 5 de julio de 2014

Tres sin cuatro tampoco hay

He puesto ese título un poco tontorrón, lo sé, porque estuvimos cuatro señoras presentando, como os anuncié, el libro de una de ellas: No hay tres sin dos (Trama Editorial) de Alejandra Díaz-Ortiz. Fue en la Librería Cámara, de Bilbao, sitio acogedor donde los haya.

Presentando, que es gerundio. Foto de Daniela Villaseñor.


Nos juntamos a presentar Manuel Ortuño, el editor, Elena Sierra y Beatriz Celaya, ambas de Biografías Personales, y servidora de ustedes.

Entre el público, entregado y numeroso, tuvimos a gente ilustre como Daniela Villaseñor, ilustre e ilustradora, a quien debemos la delicada portada de No hay tres sin dos, Silvia Muriel, Loreto Rubio, Javier Maura, Fernando García Pañeda y Julen Iturbe. No me olvido de Txetxu Barandiaran, el cocinero que ha ligado esta salsa.

No hay tres sin dos da para mucho, así que pudimos hablar durante un buen rato de la potente y libérrima voz de Alejandra, de su capacidad para fagocitarlo todo, pero todo todo, y convertirlo en literatura y de cómo, al leerla, nos coloca al borde del precipicio y ya cada una y cada uno de nosotros decide cómo caer: a trompicones, rebotando por las paredes o alzando grácilmente el vuelo.

Aunque su presencia estaba confirmada, John Hemingway, el nietísimo, padrino de No hay dos sin tres, hizo honor a su leyenda familiar y, en vez de aparecer en Bilbao, prefirió desaparecer en Pamplona. En fin, tiran más los genes que los trenes.
 
Luego, para homenajear a la autora, que es mexicana, nos fuimos al restaurante Al-Txile, donde cenamos y bebimos muy bien.Te lo perdiste, Hemingway. Fastídiate.    

2 comentarios:

peke dijo...

Es lo que tienen los apellidos ilustres, que se pierden lo mejor (o casi) ;)

Noemí Pastor dijo...

Pues no lo sé, Peke. Conozco a pocos apellidos ilustres. Si tú lo dices, así será. Bicos.