viernes, 14 de junio de 2013

Montalbano y la odonimia



El comisario Montalbano recordó el criterio que todos los registros toponímicos, todos sin excepción, tanto de pueblos como de grandes ciudades, emplean para dar nombre a las calles. 

A las más centrales les asignan nombres de cosas abstractas, como libertad, república o independencia; a las que son un poco menos centrales, de políticos del pasado, como Cavour, Zanardelli o Crispi.

A las inmediatamente contiguas, de políticos más recientes, como De Gasperi, Einaudi o Togliatti. 

A continuación, conforme quedan más distantes del centro, vienen los héroes, los militares, los matemáticos, los científicos, los industriales, y así sucesivamente hasta llegar a algún dentista. 

Por último, en las calles situadas más en la periferia, las más miserables, las que lindan con el campo abierto, aparecen nombres de artistas, escritores, escultores, poetas, pintores y músicos.


AndreaCamilleri: La búsqueda del tesoro, Ediciones Salamandra 2013
Traducción de Teresa Clavel Lledó
La adaptación es mía.



10 comentarios:

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Bonita forma de expresar la realidad :-)

Uno dijo...

Qué cachondo. Voy a comprobar lo del dentista que no me suena.

Noemí Pastor dijo...

Hola, Julen. Los callejeros dan mucho de sí. Son una especie de santoral no del todo laico. Dicen mucho de los países y las ciudades. ¿Te has dado cuenta de que lo dice todo en masculino? Parece que no concibe una calle con nombre de mujer. Besos.

Noemí Pastor dijo...

Hola, Uno. A mí tampoco me consta en ninguna parte una calle a nombre de un dentista. Sé de bomberos, matronas y conductores de ambulancias, pero dentistas, no. Investigaremos, no obstante. Un abrazo grande.

loquemeahorro dijo...

Me falta este Montalbano ¿me lo recomiendas?

Hombre, la verdad es que en Madrid tenemos a un par de pintores para calles muy pij.. céntricas: Velázquez y Goya.

Pero el otro día estuve en Murillo, y como mucho tendrá 40 números.

Elena Rius dijo...

Para muestra, un botón: en Barcelona, la calle de Mozart es una minúscula calle del barrio de Gràcia, que no debe llegar ni a los 30 números. Poca calle para tan gran músico.

peke dijo...

Te gustó? No dices nada de eso. A mí sí me gustó.

Noemí Pastor dijo...

Hola, LOQUE. Si te gustaron los últimos montalbanos, te gustará este, pues es pura continuación, aunque con una peculiaridad que comentaré en mi próximo post. Permanece atenta a la pantalla.

Noemí Pastor dijo...

Hola, Elena. Yo también he visto calles Cervantes y Lope de Vega que daban penita. "Pa eso mejor ná", me hacen pensar. Besos.

Noemí Pastor dijo...

Hola, Peke. Pues, como le decía a Loque, es una digna continuación de la serie. A mi, la verdad, no es que me vuelvan loca estas novelas. Me gusta su tono socarrón y las pinceladitas (como esta de las calles) que deja caer de cuando en cuando Camilleri. Las sigo comprando y leyendo por un absurdo sentido de la fidelidad y porque siempre pienso: "¿Será la última?".
Con todo, publicaré un post en cuanto tenga un rato. Bicos.