Bueno, ya dejo de daros la tabarra con Wolfe. Pero me despido, como de costumbre, con los párrafos selectos. Que os aprovechen.
¿Qué es filosofía? Terminología. Quítale a un filósofo sus términos y tendrás a un pobre imbécil agarrado a un salvavidas desinflado.
Donde pone "filósofo" póngase "lingüista", "informático" o "experto en nuevas tecnologías" y la frase servirá igual.
La informática ha conseguido difundir la noción del "aprendizaje permanente", que aspira a reducirnos a todos a la condición de perpetuos analfabetos con el fin último de lucrarse a costa de nuestro sentido del ridículo.
Todos cambiamos. Aquel que afirme con categórica autosufuciencia que hay determinadas aguas de las que no beberá, es un farsante o un gilipollas disfrazado de meapilas moral.Technorati tags Roger Wolfe
7 comentarios:
Me encanta la última cita,Noemí,la de que todos cambiamos.Me ha recordado un dicho popular que dice: "Nunca digas de este agua no beberé,ni este cura no es mi padre";)
Lo del tema "terminología" es cierto, en mi opinión, tan solo en muchísimos casos.
Ahora que lo de "El aprendizaje permanente" me ha llegado al alma.
No dejo de pensar en ello.
Un abrazo
TROYANA, además está como mal visto cambiar. Hay quien te dice: "¿Pero cómo ahora eres tal si antes eras tal?" ¡Coñoooo! Es que antes tenía ocho años y he cambiado de opinión.
UNO, sí, el lenguaje es un arma de epatación masiva. Si lo sabrán los publicistas.
Es estúpido creer que una ya lo sabe todo y no tiene que aprender nada, pero tampoco paso por el estrés de tener que estar siempre a la última.
Pues sí Noemí. Todos cambiamos y bebemos de las aguas que no creeríamos beber nunca y lo contrario, es ser un/a señor/a con ese apeñlativo que tú le das.
Besicos muchos guapa.
Que no, CASA, bonita, que yo no le doy ningún apelativo; se lo da Wolfe. Yo habría sido un poco más sutil. Con todo, estoy en parte de acuerdo y se me ocurre una advertencia: desconfía de la gente inamovible.
Terminología: todas las ciencias o pseupociencias tienen una. Sin ella están desnudas y se convierten en océanos habitados de imbéciles agarrados a salvavidas desinflados... alguien habrá que se salve.
Por supuesto que todos cambiamos y el que no lo haga es un mojón.
saludos
JOSÉ, se salva quien sabe hablar clarito, sin esconderse tras términos oscuros. Claro que todos cambiamos, pero sigo pensando que está mal visto y mejor vista una extraña lealdad a lo que uno fue, por equivocado que estuviera.
Publicar un comentario