Mensajeros de la oscuridad (1999)
Ediciones Destino (bolsillo), 2010
Ya he dicho alguna vez aquí que no me gusta nada la truculencia. Empezar una novela de manera truculenta es un recurso barato, efectista, facilón y de mal gusto. De manera truculenta comienza, por ejemplo, la novela Ángeles en la nieve, de James Thompson, con una modelo escultural descuartizada sobre el hielo. También Asesinos sin rostro, de Hennig Mankell: una pareja de ancianos aparece brutalmente asesinada en su idílico pueblecito sueco. Y el comienzo de Mensajeros de la oscuridad, de Alicia Giménez Bartlett, concretamente la tercera novela de la saga de Petra Delicado, tampoco se queda corto: la inspectora Delicado recibe por correo un primoroso paquetito que contiene un pene quirúrgicamente rebanado.
La novela de Thompson no la he leído, así que no diré nada más. En Mankell la truculencia (algo de lo que nunca hablan sus fans) es puro teatralismo insustancial, una salpicadura de morbo en construcciones narrativas ortopédicas, que produce reflexiones apocalípticas y garrafoneras del tipo: Vivimos tiempos oscuros. El horror se ha instalado entre nosotros. Rozamos cotas de inhumanidad antes inalcanzadas. Esto es el acabose. Y bla bla bla.
Señor Mankell, corríjame si me equivoco, porque lo cierto es que no tengo puñetera idea de historia, pero creo recordar que a los cristianos se los merendaban los leones en los circos romanos y no hace muchas décadas en la Margen Izquierda de la ría de Bilbao les dieron garrote vil en pública ejecución a unos raterillos a los que se les fue la mano y se cargaron a un obrero de los Altos Hornos que se resistió a que le robaran quince pesetas. Fíjese incluso en que la pena de muerte está hasta mal vista, así que reconózcame, por favor, que hemos avanzado en civilización unos pasitos.
Dado tal comienzo asquerosito, empecé la novela de Giménez Bartlett con algo de recelo. Pero pronto me convenció su manera de tratar la truculencia, porque la trata como lo que es: algo insólito, inaudito, horroroso, terrible, con un agradecible punto de humor macabro y negrísimo.
[Continuará]
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34 comentarios:
Antes de nada, Noe, mis más sinceras felicitaciones por los 500post: su blog (ya antes con la boquita pintada) es mayor de edad.
Yo soy devoto de Mankell y sí, reconozco la truculencia en la novela que vd indica, pero no me negará que la confianza en la civilización y en la humanidad por parte del autor está presente en todas las novelas.
El problema puede estar en la paradoja de que cuanto más humana es la humanidad, más fascinada está por la violencia. A lo mejor es un modo de conjurar la maldad, y así vamos tirando.
Parabéns renovados, y un saludo.
Después de este arranque, no pensarás dejarnos así, sin más, hasta después del puente, ¿verdad? Ya estás escribiendo 'Mensajeros de la oscuridad (2). :-)
No sé yo por qué o por quién he empezado a leer libros de esta autora con la inspectora Delicado como prota ;-)
(acabo de terminar uno, por cierto)
Para mi un arranque que, además de truculento, sea original puede ser estimulante. Lo dificil es mantenerse a la altura de esos shocks de entrada.
Pero sin duda es mejor la literatura que te atrapa sin trucos.
Un abrazo
desde luego me quedo con el arranque de Giménez Bartlett. Es estimulante. no puedo dejar de pensar en un cambio de sexo forzoso... pero supongo que no va por ahí el argumento...(Más!)
Tienes razón: demasiado fácil caer en lo truculento. Hay que saber manejar ese recurso.
tendré que ponerla en la lista... me encanta la novela negra.... quizás estoy contigo en eso de los excesos de los inicios truculentos!!
No he leído nada de Mankell, ni de Bartlett. Mensajeros en la oscuridad está aquí mismo en la estantería y puede que éste sea el empujoncito que necesitaba.
Biquiños
KAPLAN, gracias por tus felicitaciones. No sólo es truculenta esa novela de Mankell, sino que en muchas otras ("La quinta mujer", la de los crímenes de la noche de San Juan, que ahora no recuerdo el título) hay asesinatos horrorosos, cadáveres descuartizados y saña en el matar. No te niego lo que dices de que Mankell confía en la civilización y en la humanidad, pero yo no lo he sabido ver en sus novelas. Lo que fascina quizás sea darnos cuenta de que no hemos sido capaces de acabr con la violencia, con toda nuestra civilización, sotisficación, tecnologización y demás.
JUKE, en cuanto pueda sigo, pero te adelanto que de la trama no voy a contar nada. Te fastidias y te la lees. ¡Chincha! (¿Decís / decíais "chincha" en Guipúzcoa o también es margenizquierdero?).
IÑAKI, yo he cogido la saga desde el principio y no la suelto. Me siento culpable por llevarte por el mal camino.
UNO, recuerdo ahora el comienzo schokeante de "Corazón tan blanco", de Javier Marías. Schokeante y hermoso, por otro lado. La pena es que luego la novela sigue por otros derroteros y el episodio inicial queda descolgado. Es otro de los riesgos.
SRO, sólo te digo que Giménez Bartlett lo maneja bien, tan bien que seguí leyendo la novela, porque ya digo que, con semejante comienzo, me daban ganas de abandonar. El humor negro también ayuda mucho, cosa que a Mankell le falta; no humor negro, sino de de cualquier color.
BARGALLONETA, prueba con la primera novela de la serie de la inspectora Petra Delicado y, si te gusta, sigue por orden cronológico.
Esta es la serie completa:
# Ritos de muerte, 1996
# Día de perros, 1997
# Mensajeros de la oscuridad, 1999
# Muertos de papel, 2000
# Serpientes en el paraíso, 2002
# Un barco cargado de arroz, 2004
# Nido vacío, 2007
# El silencio de los claustros, 2009
Están todas en bolsillo.
LU, lo mismo que a Barga te recomiendo. Soy una maniática del orden cronológico; entre otras ventajas, permite ver la evolución de los personajes. Yo fui muy fiel a Mankell en otros tiempos, pero ya no lo soporto. Creo que ha muerto de éxito, le han publicado cualquier cosa y ha ido a peor.
Sí que se dice 'chincha', sí. Pues nada, me chincho.
JUKE, ¿y cantabais esto?
Chincha, rabiña,
que tengo una piña
con muchos piñones
y tú no los comes.
Creo que lo cantaban en Los Chiripitifláuticos. Lo flipas. También me acuerdo de la canción de los hermanos Malasombra.
De la de los hermanos Malasombra, me acuerdo. De la otra, pues no. La expresión completa es "chincha y rabia", creo, ¿no?
¿no os parece que esto de los arranques truculentos es algo muy cinematográfico? Sólo que a los escritores les queda por delante una tarea mucho más ardua que a los Guionistas
Noemí, me gusta de Mankell la serie de Wallander. Pero creo que el autor ha querido huir de la serie y del personaje y las demás novelas son muy irregulares y algunas de ellas bastante pretenciosas. Salvaría El Chino y, quizás, El cerebro de Kennedy. No me gustaron Antes de que hiele, Profundidades ni Zapatos italianos.
Un abrazo
Aunque he seguido al Mankell de Wallander, me ha gustado mucho tu ataque optimista a su pesimismo, me siento liberada :)
Y chincha rabiña, Giménez Barlett estará en Madrid el 16 de noviembre, espero no perdérmela.
No sabía que Los chiripitiflauticos eran los autores de tan afamada rima, ¡que cosas! ¡Y también me acuerdo de la canción de los Hermanos Malasombra!.
JUKE, pues ahora dudo de la autoría de la rima; a ver si va a ser de mi familia real y no de la televisiva.
Esto es pa nota: ¿te acuerdas de la canción de los hermanos Malasombra cuando se volvieron buenos Buenasombra?
SRO, sí, en el cine también se da; y en la tele. Pero habría que ver dónde apareció antes. Casi todo lo que ha pasado al cine fue puesto antes en marcha en la literatura. Y no creo que ser guionista sea más fácil que ser novelista. Ambas labores me parecen jodidillas de verdad.
LAURA, de las que citas sólo he leído "Antes de que hiele". Me horrorizó y rompí con Mankell. ¿Para siempre? Quizás no. Me tienta el chino. Lo cierto es que Mankell tiene algo que me atrae y luego me repele. Que venga Freud y me lo aclare.
ALICE, me alegro de que coincidas conmigo. Es que no soporto esa pose apocalíptica. Sólo le falta añadir: "Se están perdiendo los valores." ¡Puagggh!
Que sepas que chincho y rabio y te odio porque vas a estar con Giménez Bartlett y yo no. Le das un saludito de mi parte en plan fan loca.
Ya le he dicho al Juke que ahora dudo de la autoría de la rima de chincha rabiña. No me gusta ponerme nostálgica porque se me nota demasiado la viejunez. Pero la viejunez de la chunga, no de la inevitable.
Pues no. ¿Se volvieron Buenasombra? (otro mito que se me cae)
Noemí: un narrador tiene que describir continuamente la escena, a los personajes y meter una digresión aquí y otra allí Todo eso puede llegar a ser muy engorroso y es fácil quedar atrapado e inmovilizado en esa especie de fango en que puede convertirse el hecho narrativo. El guionista mete una elipsis y se va.
De Mankell no puedo acordarme porque no he leído nada de él
Vuestros inquietantes comentarios harán que lo ojee a la primera ocasión que tenga uno de sus libros en mis manos
De los Malasombra y todos esos creo que no quiero acordarme
De Barlett tengo que acordarme. Una vez estuve en su casa en Barcelona. Pero yo era un crío. No tengo ahora ningún contacto con ella. Sí con su hermana que vive en el mismo pueblo que yo
Truculentos saludos a tod@s
No, JUKE, tranqui. Se volvieron buenos en un episodio (¿episodio?) durante un ratito, pero luego regresaron a la maldad. Pueden seguir siendo tus héroes.
SRO, un narrador también puede recurrir a la elipsis. De hecho, creo que es muy recomendable elidir y no explicitarlo todo.
Si picas con Mankell, ya me dirás, pero yo de ti no perdería el tiempo. Y te lo dice una que lo ha perdido miserablemente.
Enhorabuena por no dejarte atrapar por la nostalgia. A mí me puede.
Y saludos a las hermanas Bartlett. Yo a Alicia la conozco por las novelas y las entrevistas y me cae bien.
se agradece una guía para adentrarte en estos terrenos tan tenebrosos e inquietantes
SRO, si te refieres a Mankell, ni tenebroso ni inquetante: pura teatralidad tonta y ni pizca de sentido del humor.
me refiero al ámbito de la novela negra en general. Yo también he sido un poco teatral al expresarme. Es un pequeño espero vicio.
Parece que Bartlett -me había dejado una t anteriormente- va por ahí:
que escriba inquietante y con sentido del humor
SRO, no creo yo que la novela negra sea más perversa. Sí es mucho más entretenida. Y si a la vez tiene humor, ya es el paraíso.
De todos modos, la perversión literaria me gusta.
Lo de que se está llegando a unos límites de crueldad que tal y cual, me suena a "La juventud de hoy en día no sabe divertirse, no como en mis tiempos" o son todos malísimos o tontísimos, o no sé qué.
Falta lo de que la música de ahora es un chunda-chunda y que los matrimonio de ahora no aguantan nada :-)
LOQUEMEAHORRO, pues tiene la suerte de no vivir en Bilbao, porque entonces tendrías que oír también "¡Qué mal tiempo hace! ¡Qué horor! ¡No hay derecho!". Pues vete a la Comisión de Derechos del Parlamento, anda.
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