domingo, 7 de marzo de 2010
Up in the air
La felicidad puede estar en cualquier parte. Por extraño que parezca, Ryan Bingham es feliz arrastrando su trolley por aeropuertos y hoteles, arrabales y financial districts, todo plástico y cristal. Le gusta su vida; cómo no le va a gustar si se mira al espejo y ve el porte de Gorge Clooney y, sobre todo, si se compara con esos pobres desgraciados a los que deja sin trabajo en Tulsa, Des Moines y Wichita. Todo va bien, todo fluye, todo rueda hasta que una mocosa con ambiciones y una madura cínica le trastocan la existencia.
Las torres de cristal, las habitaciones peladas, los pasillos enmoquetados marrones y grises, la complicidad entre un maduro y una veinteañera me han hecho acordarme de Lost in Translation. Y, cómo no, la escena del karaoke en la que Anna Kendrick canta Time after time con tan poca gracia como Scarlett Johansson cantaba Brass in pocket.
Y por supuesto que también me he tenido que acordar de El gran Lebowski cuando he visto a Sam Elliott haciendo el mismo personaje semionírico semidivino.
Yo disfruté viéndola, hasta que empezó a hacerse previsible y empezaron a venderme el mito de la familia.
Up in the air, USA, 2009
Dirección: Jason Reitman.
Interpretación: George Clooney (Ryan Bingham), Vera Farmiga (Alex), Anna Kendrick (Natalie Keener), Jason Bateman (Craig Gregory), Danny McBride (Jim), Melanie Lynskey (Julie Bingham), Amy Morton (Kara Bingham), Sam Elliott (Maynard Finch), J.K. Simmons (Bob), Zach Galifianakis (Steve), Chris Lowell (Kevin). Guión: Jason Reitman y Sheldon Turner; basado en la novela de Walter Kirn. Producción: Ivan Reitman, Jason Reitman, Daniel Dubiecki y Jeffrey Clifford. Música: Rolfe Kent. Fotografía: Eric Steelberg. Vestuario: Danny Glicker.
Ficha de La butaca.
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20 comentarios:
Pues a mí me pasó exáctamente lo mismo! Lástima porque la estaba disfrutando pero, en ese momento, se apoderó de mí la decepción.
A mí Up in the air, compa Noe, me ha parecido lo mejor de lo que llevo visto en lo que va de año, una peli bastante redonda y apetecible; y ya he leído bastantes reseñas que inciden en ese aspecto que señalas, de la previsibilidad, y no estoy en absoluto de acuerdo con un apunte de ese tipo. Es más, a mí, contrariamente a tal corriente de opinión, ese giro "pro-familia", en el contexto de cómo se ha ido desarrollando la trama hasta ese momento, me parece una vuelta de tuerca que casa poco con los valores y constantes en que se ha movido el film anteriormente. ¿Previsible? A mí, al menos, me sorprendió un montón; yo esperaba que el personaje de Clooney hubiera terminado despeñándose por las mismas vías de hipocresía, cinismo, frialdad y artificiosidad en que se había estado moviendo. Pero, en fin, son visiones, cada cual con la suya...
Un fuerte abrazo y buen resto de domingo.
No, no.... uffff que pelicula mas plana!!! con una actuación idem por parte del amigo Clooney.
Y con un tufillo conservador que tira para atrás, bueno, viniendo de quien viene, Jason Reitman, es normal que así sea.
No es mas que una simple apreciación personal, nada mas, pero hacía tiempo que no salía de un cine con la sensación de haberme equivocado eligiendo una película.
Un saludo, Noe.
Va de más a menos pero hacia el final es bastante incomprensible el deseo apremiante de tener una familia cuando siempre había querido ir libre por la vida, con su mochila vacía. Muy buen comentario!
Te concedo el Oscar al mejor resumen de un argumento. Ese primer párrafo es genial.
Por lo demás estoy totalmente de acuerdo contigo.
Un abrazo.
No pude evitar que el trabajo de Gorge Clooney se sobrepusiera al argumento de la película.
Pasé mucha angustia viéndole trabajar pero la veninteañera le hace bueno. Lo del call center de despidos me pareció despiadado y diabólico. Estudiar psicología y ser numero 1 para esto me da nauseas.
Tal vez vamos hacia una sociedad tan deshumanizada y vacía como el piso y la mochila de Clooney.
Ése es su fallo, el giro último tan políticamente correcto, tan facilón. Una buena idea mal ejecutada, como tantas en los Oscar de este año... Poco bueno donde elegir, aprovecho para decir.
Como ves, ya he inventado la biblioteca y la casona, jejeje.
Luego paso a leerte, que me voy pal curro.
Feliz día de la mujer.
Besicos.
Rica! ¿Esperabas otra cosa?
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No la he visto, pero casi todo el mundo coincide en que la peli se desmorona en la segunda parte.
Pasa tanto que ya casi es una moda.
JO, en cuanto convence al cuñado de que se case, ummmmm.
MANUEL, previsibilidad y discurso pro familia van por separado. Cuando Clooney sale disparado pa Chicago en busca de su chica, apostaría que el 90% de los espectadores sabíamos qué se iba a encontrar. El otro rollo no era de prever, pero, así y todo, resulta manido.
PEREM, hasta que no ves una peli no sabes si te gusta de verdad, así que no creo que alguien se equivoque nunca. Jamás se va a tiro fijo.
KWEILAN, sí, no se ve ecolución ninguna y los argumentos pro son de los mil veces oídos y ya gastados.
UNO, acepto encantada el Oscar. Qué bien. Y no me he tenido que poner un vestido horrible.
LULA, no creo que quien despedía a nuestras abuelas y abuelos de la mina fuese más "humano" por hacerlo sin pantalla. Esa parte de la peli me gustó, ya ves. Daba juego. No era tan plano.
ESCALONES, de acuerdo; un planteamiento original y con posibilidades, que se remata mal. Busquémosle otro final, anda. Es difícil, ¿eh?
CASA (inventada), feliz día. Que lo curres bien y que sigas maquinando.
JULIÁN, pues sí, esperaba otra cosa. Llámame ilusa. Ya me paso, ya.
JUKE, ¿sí?, ¿es una moda?, qué poco fashion soy, que no me había percatado. Hombre, en general, es difícil rematar bien, como le decía a Escalones. A mí siempre me da por cambiar el final de las pelis, porque no me gustan.
Es difícil, sí, pero yo tiraría por algún tipo de experiencia traumática que desarrollara en Clooney un nuevo e imprevisto miedo a volar. Entonces tiene que hacer los mismos recorridos en tren, donde conoce a otra mujer que...
Pues por supuesto que me gusta mucho más tu final.
Muy sugerente tu comentario sobre Up in the air. Aún no la he visto... por lo que dices, quizás no vale la pena... pero, lo reconozco, el señor Clooney me puede.
Felicidades por el blog, me encanta como escribes y sobre lo que escribes. Me apunto a tu lista de seguidores y te añado a mi blogroll. Un saludo!
¡No, el mito de la familia americana no! ¡Prefiero a Hannibal Lecter!
MÒNICA, gracias por tu visita. Clooney es todopoderoso. Te leo en cuanto pueda.
HLO, de verdad que es como para echar a correr y abrazar a Hannibal Lecter o al Joker de Batman. O, peor aún, al Pingüino.
Tampoco importa lo que te vendan: tú no compras, y ya está. En todo caso, da la impresión de que la venta de la familia responde no sólo al discurso oficial, sino también a un truco del guión, que le da cierta ambigüedad.
También disfruté mucho viéndola, y apreciando como tú al onírico y divino Stranger Elliott.
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