sábado, 4 de julio de 2009
Suicidio a crédito
Sólo Ricardo Bosque ha sabido ver cuánto se parecen las labores detectivescas y las de los paparazzi: La mayor parte del tiempo la pasamos como los detectives, esperando en un coche si tenemos suerte y en la puta calle el resto de las veces, a ver si sucede algo. Y casi nunca pasa nada.
Así lo cuenta en Suicidio a crédito, una novela rosa y criminal, como él mismo la define en la amable dedicatoria que escribió en mi ejemplar.
Suicidio a crédito es rosa porque à clé tiene personajes como Marta Platillo, Rosa Santana o Maite Zanzíbar (me ha quedado misógino, ¿no?); y es criminal porque la protagonista, la gran Tana Marqués, es, según se mire, una asesina a sueldo o alguien que practica el noble arte del suicidio asistido, como con el gallego ese de la película. Y da la casualidad que recibe el encargo de "suicidar" a Martín Santos, un famosete candelabrero, un actor en horas abisales, un tipo que sabe que le quedan dos telediarios y los está viendo con un cubata en la mano.
No digo yo que sea esta la primera novela de la historia que mezcla lo rosa y lo criminal. Sin pensar demasiado, se me viene a la cabeza otro ejemplo reciente: Adiós, princesa, de Juan Madrid, que narra el asesinato de una periodista que era novia de un príncipe. (Por cierto, vaya peripecia disparatada; ¿de dónde la habrá sacado?)
También tiene Suicidio algo de novela de espías, pues en el mundo del periodismo rosa tienen enorme peso la intriga, los rumores, las informaciones a media voz y los secretos a gritos. Y, además, porque tiene personajes y escenas impagables, como cuando la mandamasa de la industria cardiaca, la que de verdad mueve los hilos y escribe los guiones, recibe a la protagonista en un escenario propio de la saga de 007: en un despacho descomunal, tras una mesa imponente y casi casi acariciando el lomo de un gato blanco de angora.
Ricardo nos regala también en la novela una comprimida e inspirada historia del periodismo del corazón en España hasta su última fase, la deslocalización en busca de mano de obra barata, y se pone, para mi gusto, un poco apocalíptico cuando habla de relaciones turbulentas o circo de los horrores, como si la afición a lo rosáceo fuera el peor de los males del país. Pero ya digo que se pone sólo un poco apocalíptico y reconoce que siempre hemos necesitado, además de héroes, bufones y peleles, destinatarios de nuestro desprecio, burla y odio hacia nosotros mismos y nuestros iguales, y que quien consume género rosa no es tonto, aunque se distraiga con tonterías.
En fin, que me he divertido mucho con el pretendido glamur y los lugares comunes de la televisión y el colorín y, ahora que conozco a la suicidadora Tana Marqués, veo de otra manera las extrañas muertes de estrellas del pop, rutilantes princesas y bellos herederos. No haré más declaraciones.
Ricardo Bosque: Suicidio a crédito
Mira Editores, 2009
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22 comentarios:
Ciertamente parece interesante, aunque tengo que reconocer que la mayoría de los personajes rosas de este país me producen arcadas... pero supongo que en la novela todos serán de ficción, lo cual siempre estimula mucho más la imaginación...
Dan ganas de leerlo.Uno más!!!
CALAMARIN, a mí me da verdadero asco la moralina de lo rosáceo, los juicios inquisitorios (que si eres mala madre, que si vendes tu vida... ¡puag!) y el lameculeo con la realeza.
KWEILAN, te divertirás; seguro.
Feliz domingo, gente.
Feliz domingo, Noe.
Lo mismo digo, Peke, maja. De momento, está siendo feliz, aunque todo puede mejorar. ¡Muac!
Pues con Tana estoy de vacaciones, tostándome al sol del Mediterráneo. Por cierto, que le ha encantado que alguien entienda su trabajo y lo califique de noble arte.
Gracias de su parte y de la mía, claro. Y que me alegro un montón de que lo hayas pasado bien con este suicidio a crédito (en tiempos de crisis, hasta para eso hay que pedir pasta)
Bueno, Noe: no es que la cosa de la televíscera sea lo peor que le sucede a nuestro país, pero creo que se lleva demasiada atención de mucha gente que quizá, si estuviera a otros rollos...
(soy Benjui, estoy en la playa y no me acuerdo de mi contraseña)
No digo yo que lo rosáceo sea nuestro principal mal, pero como síntoma es de los peores...
El libro tiene muy buena pinta. Eso de asistir al suicidio a determinados personajillos no está nada mal...
RICARDO, saludos a Tana; dile de mi parte que descanse y que nos dé un descanso al resto del mundo, que tanto suicidado y tanto sobresalto no puede ser bueno.
BENJUí, amore, las cifras cantan: lo que arrastra masas y dinero y horas de emisión es el fúrbol. Desde la final de la copa del rey (que aquí en Bilbao fue la locura total) ando dándole vueltas en la cabeza. Si consiguiéramos movilizar a toda esa gente contra la pobreza o algo así, el mundo sería distinto.
ESACLONES, pues la suicidadora protagonista es mañica como tú. Igual la conoces y todo. Sigo pensando que peor síntoma es el fútbol, que fomenta valores como la agresividad, cierta presunta virilidad, el viva-nosotros-y-los-nuestros y convierte en dioses a mocosos descerebrados. Y fíjate que todo acaba siendo enterteinment.
Besos a todo el mundo.
Pues a mí me parece negro de narices, a pesar de lo rosáceo del entorno.
Tenía que haber un buen puñado de Tanas para hacer un poco de limpieza en el patio; de vez en cuando al menos.
FER, además del rosa y del negro, esta novela tiene también en color del buen humor, sea el que sea, el de la ironía y el de no tomarse ciertas cosas demasiado en serio. Besos.
Me gusta como tratas el tema de la novela.
Es tan chusco todo ese mundo rosa... Durante algún tiempo cuando no ocupaba tanto espacio en los medios, me divertía ironizar sobre ello.
Júrame que hay kilos de ironía y lo leo.
M. OLANO, a mí el rollo rosa siempre me ha entretenido y hasta divertido. De acuerdo con que tiene un lado perjudicial para la salud mental, pero creo que se le dispara con artillería pesada y no es para tanto. En cuanto a la ironía, no sé cuál es tu límite; lo que para alguien es una pequeña pulla, para otro es sarcasmo, así que no me sirve el sistema métrico decimal para medirla. Con todo, te animo a leer la novela y a ponerte en contacto con el autor mediante su blog. Estará encantado de charlar contigo.
Un abrazo.
Suscribo lo dicho por Noemí, aquí me tienes a tu disposición, M. Olano
¿Veis qué estupendo es esto de la comunicación? Así da gusto.
Buenos días, suicidio y crédito, son dos palabras que vaya, vaya...cargadas de repelús.
Como yo ahora no leo estás cosas, me encanta venir por aquí y ponerme al tanto, pa regalárselas a mi hermano, claro.
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Me llegó ayer el libro de Neus, resulta que he perdido los datos de su blog para contarle.
Besitos, buen jueves!!
Mita, querida, yo estoy encantada de que vengas, sea por el motivo que sea.
El blog de Neus es http://www.neusarques.com/una-mujer-como-tu
Cuando te leas la novela, estaré también feliz de charlar sobre ela con Neus y contigo.
Besos. (¿Qué demonios haces levantada y ante el teclado a estas horas? Yo tengo insomnio, pero tú no tienes excusa.)Más besos.
Esta foto de Elvissssssssss, me pone de los nerviossssssssssssss qué horteradaaaaaaaaaaa grrr
(pon una de Michael Jackson, anda!)
Gracias por la dire de Neus.
Me levanto muy temprano ahora, tenemos un estrés tremendo. Es el final del semestre aquí, y llevamos dos sistemas de estudios paralelos, el modelo antiguo, y el nuevo sistema modularizado. Y diferentes combinaciones de carreras, y solucionando los problemas de los que tienen que irse al extranjero un semestre el próximo otoño (es obligatorio) y blablablabla..., así todo.
Besotes
Mita, cariño, la horterada siempre es bienvenida en este blog. Pondré una de Jackson en cuanto lo canonicen o en cuanto me lo encuentre caracterizado de San Martín de Porres. También me vale Obama.
No te estreses mucho; lo justo no más.
Besos grandes.
¡W0W! qué nivelazo de blog. Muchas gracias. Me voy volando con el Sr. bosque.
El nivel lo elevas tú, majo. Nos leemos
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