miércoles, 20 de mayo de 2009

Maruja


Pues sí, al final fui a Portugalete, a ver qué se contaba Maruja Torres y no me defraudó, a pesar de que tuve que seguir toda la charla de pie, pues llegué un poquito tarde y ya estaban todos los asientos ocupados. Un éxito de público, vamos.

Solidaria ella con las nuevas generaciones de periodistas, a las que las grandes empresas de comunicación, pretendidamente defensoras de la justicia y las libertades, tratan como a ganado, no quiso dar una conferencia al uso, sino que prefirió una charla; solicitó que la entrevistara una periodista jovencita y así lo hizo una chica cuyo nombre no recuerdo (lo siento de veras), con gran acierto, además.

Maruja nos habló de su actual vida en Beirut, plácida y fructífera, a pesar de las guerras y las ruinas, ordenada y televisiva, que tendrá que abandonar en cuanto le empeore la rótula, ya que el Líbano "no es país para cojos": tiene muchas cuestas y ninguna seguridad social.

En Esperadme en el cielo, el libro por el que le han dado el Premio Nadal, se inventa Maruja la infancia que no tuvo con Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán. Se conocieron más tarde, en la adolescencia o juventud, a pesar de haberse criado en el mismo barrio, el Raval barcelonés, donde, por sorprendente que parezca, había clases. Sí, esto es algo que choca, pero rigurosamente cierto. Yo también me crié en un barrio obrero que, sin embargo, tenía su aristocracia y sus parias, sus familias "bien" de toda la vida, y las familias como la mía, recién llegada, sin raíces allá. Quien no ha vivido en un barrio pobre se cree que es una especie de democracia pura en la que todos están igualados dans la merde, pero no, no es así.

Maruja se puso tierna y emotiva cuando le preguntaron por Juantxu Rodríguez, el fotógrafo de El País que la acompañó a la invasión de Panamá y que murió con el ojo atravesado por una bala del ejército americano. Es que Juantxu Rodríguez era casualmente de Portugalete, aunque su familia se trasladó hace ya tiempo a vivir a Extremadura. Aprovecho para dejar constancia del hermoso libro de fotos de Juantxu que publicó la editorial La Fábrica en un Photobolsillo. Por supuesto que mis favoritas son las de la margen izquierda de la ría de Bilbao, que es mi casa, mi patria y mi infancia, con ese tremendo blanco-negro-gris que tan bien le sienta a este paisaje.

Me gusta Maruja. No tenemos, por desgracia, muchas señoras mayores a las que queramos parecernos, con lo importante que es tener modelos vitales a imitar. Hoy Cher cumple sesenta y tres años; podría ser otro modelo, claro, pero a mí me es más cercana Maruja, más que nada porque así, de entrada, no sabría a dónde ir a quitarme las costillas. Maruja nos dijo ayer algo bonito: que, al envejecer, el cuerpo se te vuelve enemigo, pero se le puede hacer frente permaneciendo fiel a lo que una ha sido, sin rendirse a abrazar el estereotipo en el que el resto del mundo parece querer encerrarte.

Necesitamos gente como tú, Maruja. Gracias.

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17 comentarios:

kweilan dijo...

Me hubiera gustado estar en esa charla...pero tu reseña es excelente. Me ha encantado leerla. Muy interesante.

Manuel Márquez dijo...

Me sumo a las apreciaciones de Kweilan, tu reseña es magnífica, compa Noe. Y a mí Maruja también me cae bastante bien, sigo sus artículos en El País desde hace millones de años -además de haber leído algún libro suyo que anda por ahí suelto-, y me parece todo un ejemplo de coherencia, dignidad y progresía bien entendida y mejor llevada (que no es algo que abunde tanto como debiera, ni mucho menos...).

Un fuerte abrazo.

Möbius el Crononauta dijo...

Pues no he leído aun nada de esta mujer...

LA CASA ENCENDIDA dijo...

A mí también me gusta mucho Maruja y seguro que me busco ese libro, ya leí este verano uno de ese estilo de ella y me encantó.
Me alegro que disfrutaras y muchas gracias por la información.
besicos muchos.

Anónimo dijo...

Joer, tomo nota del consejo sobre el cuerpo que envejece, que este cascarón ya empieza a desportillarse.

nineuk dijo...

Bonita crónica. Dos puntos me llaman especialmente la atención: las diferentes clases dentro del barrio y las diferentes "vejeces". Llegará un momento en el que optar por una vejez "sin retoques" será pasar a la categoria de viejo de segunda. Gente como Maruja, que exhibe otras bellezas es importante.

Petrusdom dijo...

Siempre ha sido, para mi, una mujer de mucha categoría, que decían en mi pueblo. A ella se lo dije en un correo que amablemente me contestó. Como periodista no hay ninguna.

Saludos cordiales

39escalones dijo...

No he leído nada de ella más que, ocasionalmente, sus columnas en prensa. Pero es de esas personas que me dan buen rollo y a las que siempre escucho con atención y deleite. Más gente así hace falta, di que sí.
Un abrazo.

Santy Trombone dijo...

Pues si, que chulo, que duro y que cierto lo de que al envejecer el cuerpo se te convierte en un enemigo (igual que el tiempo)... Como mola Maruja!!!

Superyo dijo...

Yo también estuve en la charla y coincido plenamente con Noemí. Es una persona interesante y brillante con muchas cosas que contar y un estilo muy fresco a la hora de contarlas. Maruja no defrauda,es auténtica.
Noemí, enhorabuena por tu crónica. Podrías también dedicarte al periodismo.

peke dijo...

Excelente crónica, sí señora. Yo leí cosas de ella y me gustaron bastante, sobre todo Mujer en guerra.

Fernando García Pañeda dijo...

Yo tampoco he leído de ella más que columnas en periódicos o suplementos. No tengo una opinión muy definida, pero tu opinión pesa mucho.

Celia Ruiz dijo...

Me encanta esta mujer. Me pregunto por qué vive en Beirut, acabo de regresar de allí y todavía no he digerido bien lo que he visto...

Un abrazo!!

Noemí Pastor dijo...

KWEILAN, eres muy amable. Creo que Maruja está de "book tour", así que igual coincides por ella en algún lado.

MANUEL, yo añadiría que es simpática y muy buena comunicadora.

MOEBIUS, ¿tampoco sus artículos, reportajes ni columnas? ¿En qué mundo vives? ¡Ah, ya! En la escafandra. Besos en el cristal.

CASA, pues tienes por ahí mucho para disfrutar, porque la señora Torres es bastante prolífica. Enhorabuena.

KAPLAN, ya sabía yo que lo del cuerpo os iba a gustar a los viejunos. Servidora incluida.

ROBERTO, una está en su derecho de plancharse la cara, si quiere. Pero también tiene derecho a no hacerlo y a que no se la insulte por ello. Besos.

PETRUS, sí, se la ve cercana y nada estrellona, aunque tiene méritos y currículum para serlo.

ESACALONES, sobre todo las chicas necesitamos modelos de señoras así, que no abundan. Otro abrazo para ti.

CALAMARIN, es cierto y duro, pero también hermoso y optimista, ¿no? Desde luego, yo me apunto ahora mismo a envejecer como Maruja, con rótula jodida y todo.

SUPERYO, sí, es directa, habla en primera persona y desprende verdad; comunica, llega.

PEKE, creo que ése sería, de sus libros, el primero que cogería yo, porque no he leído ninguno más que aquel de Julio Iglesias.

FERNANDO, qué responsabilidad. Haz el favor de no concederme tanta importancia. Plis.

C. RUIZ, en la charla nos dio explicaciones de por qué vive en Beirut: largo de contar y demasiado racional, creo yo. Pienso que simplemente la ciudad le dio buen rollo. Ya sabes: los paraísos son personales e intransferibles.

Noemí Pastor dijo...

Ayer sábado, en la maraviloooosa tienda de segunda mano de cerca de mi casa, me compré por dos euritos "Mujer en guerra", de doña Maruja Torres. Ya hablaremos cuando me lo lea. Besos.

bajoqueta dijo...

Nos has explicado muy bien tu impresión sobre ella.
He leído varios de sus libros, y la he visto infinidad de veces en entrevistas. Siempre es una persona que me ha dado buen rollo. Me gusta por su coherencia, saber desmarcarse de los tópicos, y por todo lo que aporta. Lástima no haber podido estar allí.

Noemí Pastor dijo...

Hola, Bajoqueta, pues yo anoche empecé a leer "Mujer en guerra", que es el primer libro suyo que abro. Pero he leído bastantes cosas suyas en El País y también la he visto en entrevistas en la tele y, sí, es única.