martes, 27 de mayo de 2008

Buen karma desde Zschopau (1)


No he podido resistirme. Me suele suceder cuando encuentro algo que me gusta, que me lo tengo que apropiar de alguna manera, y una manera es traducirlo. También es una manera de quitarme de encima la obsesión que tengo con Doris Dörrie, la de la foto, y su libro de relatos Bin ich schön?. Así que he decidido poneros aquí un relato cortito, de diecisiete páginas. Pero como mi blog consulter me ha dicho que mejor que lo publique por entregas, así lo haré. Ahí va el primer trocito. Espero que os guste.

Buen karma desde Zschopau
Lena, la hija de dos años de Charlotte, enseguida se subió al regazo de Eugenia, de Turín. Más quizás por su jersey con brillantitos que por Eugenia misma, una cincuentona gris y de aspecto fatigado. Eugenia se vio de repente en la cocina de Charlotte, de acero nirosta, y sonrió débilmente.
¡Qué cocina más bonita!
¡Oh! Usted no tendría que limpiarla. Para mí es más importante que salga a la calle a pasear y a jugar con Lena, dijo Charlotte.
Hago de todo, añadió Eugenia, limpiar, cocinar... todo. Estoy separada.
Lena puso la manita en la cara de Eugenia.
La llamaré, dijo Charlotte. Eugenia asintió sin pronunciar palabra.

Dorota, de Warschau, trajo consigo a su hijo de tres años, que continuamente se limpiaba los mocos con la falda de su madre. Charlotte ofreció a Dorota un pañuelo de papel. Dorota lo aceptó con un encogimiento de hombros y se lo guardó en el bolso. Dorota tenía el cabello largo y rojizo y las manos fuertes y diestras. Olía a sudor. Lena tardó pocos minutos en dirigirse hacia ella, cogerla de la mano y llevarla al retrete, donde le hizo creer que podía hacer pis ella solita en su taza con forma de Volkswagen.
Dorota se tomó un café con cinco cucharadas de azúcar. Charlotte las contó sin querer.
Así que tiene usted que trabajar, dijo Dorota pasando la mano por las cortinas.
Oh, sí, voy a reincorporarme. Soy profesora en el Instituto Goethe.
Dorota la miró con calma. Su hijo se sorbió los mocos.

Anita, de Zschopau, era muy joven; tendría como mucho veintiún años y era guapa, pero de una belleza anticuadísima. Su piel seca brillaba como la madreperla y en el pelo castaño oscuro llevaba una estrecha cinta negra. Lena contempló a Anita desde una distancia prudencial y no hizo ningún intento de acercarse a ella. Mientras charlaba con Charlotte, Anita se miró los zapatos. Grises, de plástico. Todavía se los reconoce por los zapatos, pensó Charlotte. En el Oeste nadie lleva ya ese calzado. A Charlotte la impresionaron los zapatos de Anita.
¿Quién es?, preguntó Lena señalando a Anita con el dedo.
Esta es Anita, dijo Charlotte. Quizás venga a cuidarte cuando yo me vaya a trabajar.
Mamá trabaja, Lena llora, dijo Lena. Y se echó a llorar.
Pero volverá enseguida, dijo Anita con su dulce habla de Sajonia.
Charlotte se dio cuenta de que nunca había oído a una persona joven hablar en sajón. Antes en el Oeste sólo hablaban así las tías mayores y los funcionarios fugitivos de la RDA, pensó.
Sólo llevo dos semanas en Múnich, contó Anita con voz suave. Vivo en casa de una prima de mi madre, pero no puedo quedarme mucho tiempo. Si no encuentro un empleo pronto, tendré que volver a Zschopau.
Al despedirse, Anita tendió a Charlotte una manita delgada. Charlotte la vio tan frágil que la besó espontáneamente en las dos mejillas.
Ni siquiera sé dónde está Zschopau, le dijo. ¿No es terrible? Jamás he estado allí. Para mí sólo es un puntito blanco en el mapa. No sé dónde quedan las ciudades, ni por dónde pasan los ríos, ni cómo se llaman los montes. Cualquier país de Sudamérica o cualquier estado de los EEUU me resulta más familiar que la Alemania del Este, rió Charlotte.
Muchas gracias, señora Finck, respondió formal Anita.
Por favor, llámame Charlotte, le dijo con un toque cariñoso en el brazo. Me haces sentir terriblemente mayor.
Anita la miró un poco desconcertada y luego se marchó. Mientras salía, levantó la mano y se quitó la cinta del pelo.


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18 comentarios:

Julián Sick dijo...

Te felicito! Me encanta la foto de tu avatar!

Violeta dijo...

Paseaba por los blog y sorprendentemente caí en este maravilloso espacio.
Me encanta el blog, me transmite el nombre, me alegran las palabras, destesto las bolsas de plástico y amo los ceños fruncidos.

Mis Saludos!
MUY LINDO LUGAR!

Antonio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio dijo...

Ritmo, tempo, sentido y senso.
Qué bonito, es un gracioso aleteo de sensaciones y palabras que acarias con la mirada. Me ha gustado y estoy total.mente de acuerdo con violeta:-)

Eres Santa !!
Un deso hagiográfico)

Mvoy a estudiar..

Alberto López Cordero dijo...

Desde luego te voy a proponer como todo un ejemplo en fomentar la lectura. No se si te lo he dicho en alguna ocasión, tal vez, pero creo que eres de esas personas que las 24 horas del día se le hacen muy, muy cortitas.

Pablo Ballesteros dijo...

bien
tendremos que leerla
corro a la libreria a ver si tienen algo de ella, que este fin de semana tengo todo el tiempo del mundo para Bin ich schön?. pero si no te importa lo leeré en español

Benjuí dijo...

Primera impresión: Doris Dörrie es guapa de morirse.
Segunda impresión: sencillez.
Tercera impresión: el asunto me interesa...

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Hay que ver qué cosas te recomienda tu blog consulter ;-)

RTHB dijo...

blog consulter y todo!!!!!.

Es buena idea esa de publicar por "capítulos". Ya sabes que ademas de "The Best Music" colaboro en otro blog, y allí estamos publicando tben, primero fue una novela entera, llamada "Rosas Chinas" y ahora estamos en unos relatos cortos del mismo autor. (Autor que después de "patearse" editoriales no consiguió el milagro de que le publicasen su novela).

Un saludo.

Magda Díaz Morales dijo...

Ignoraba la existencia de estos relatos, estupenda tu idea de irlos compartiendo por entregas. Será un placer leerlos.

Recuerdo en este momento la pelicula "Lo mio y yo", de esta directora alemana. Ya es un poco viejita, tendrá unos 20 años de que se filmó, pero es genial. Muy recomendable, se pasan momentos muy agradables, se rie uno mucho.

Anónimo dijo...

Disiento de Julen, profundamente (por lo menos en esto, que últimamente...): ¡publícalo todo, porfaaa! Ya tengo ganas de conocer a Anita ;-)

Mak el glotón

Lucía dijo...

Me está gustando mucho, por fa, no tardes en publicar la siguiente entrega.
Un beso.

Anónimo dijo...

También a mí me está gustando. Buen ritmo, sencillez aparente y muy sugerente.

Anónimo dijo...

Uf, otra obsesiva: yo no paro de hablar de algo cuando me gusta. Incluso formo bandos: si te gusta vas conmigo, si no, eres un mentecato. Gracias por la entrega, lo estaré leyendo.

un abrazo,

Noemí Pastor dijo...

Gracias, Julián, muy amable. Ella es grande.
Gracias, Violeta. Te visito sin falta.
Toni, santa y mártir.
Alberto, me gusta fomentar los vicios.
Pablo, en español, de momento, sólo puedes leer de "Bin ich schön?" lo que publique yo. Es tut mir leid.
Benjuí, todo el libro es de una crueldad impactante.
Julen, ¿debo seguir haciéndole caso?
Perem, dile a tu amigo el escritor que haga como Fernando García Pañeda y sus tresgymnopedias.net.
Apostillas, yo sólo he visto "Hombres, hombres". Este verano será buen momento para dedicarlo a Dörrie.
MAk, vistas tus crónicas rubialescas, bien podía no haberle hecho caso. Pero, bueno, resucitemos los relatos por entregas.
Lucía, un trocito al día. Son cinco.
Peke, espero que los siguientes fragmentos no te defrauden.
Malvisto, la tuya es una buena manera de clasificar el mundo.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Te aseguro que los voy a leer. Estoy poniéndome al día ya que estoy algo retrasada por diversos motivos laborales, pero ya estoy recuperando el ritmo.
Besicos preciosa

Noemí Pastor dijo...

Casa, saludos, y no es obligación leer ni este blog ni la Biblia tampoco.

inespoe@gmail.com dijo...

Me gusta, no es escritura ornamental, sin embargo atrapa. El tono, la forma en que escribe...

Saludos, oye, le di tu blog a un amigo periodista que ganó una beca igual que yo (De la Fundación Carolina) para ir a Bilbao.

Saludotes