Lawrence Block publicó en 1994 "El ladrón que no quería robar". La primera edición española, en bolsillo de Plaza & Janés, salió en 1999, con traducción de Daniel Aguirre Oteiza. La novela es la sexta de la serie de Bernie Rhodenbarr, el ladrón-de-guante-blanco-librero-de-viejo que vive y ejerce en Nueva York.
En el primer capítulo de la novela, un tipo entra en la tienda de Bernie, Barnegat Books, y le paga ochenta dólares (de 1994) por una primera edición de "L" ist for Lawless, de Sue Grafton. El comprador es alguien que no lee libros, sólo compra por invertir: le dice a Bernie (para quien los libros son verdaderamente afición, ya que se gana la vida robando), que "C" ist for Corps valía menos de quince dólares cuando se publicó y ya cuesta noventa.
Todo esto es ficción, claro, pero nos da una idea del tamaño de la GraftonKinseymanía.
En el segundo capítulo Bernie charla con su amiga Carolyn, la lesbiana que trabaja en un establecimiento de estética para animales. Bernie le cuenta el susedido del libro y Carolyn pregunta:
- ¿Tu crees que es lesbiana?
- ¿Sue Grafton? Pues no, no lo creo.
- No me refería a Grafton, sino a Kinsey Millhone. No le gusta llevar maquillaje, tiene un vestido para todas las ocasiones y una actitud práctica y poco sentimental; es una mujer dura, sensata, lógica. Fíjate en los tíos con los que se lía, como ese policía idiota. No es más que un camuflaje.
Tengo para mí que la GraftonKinseymanía nos afecta principalmente a las chicas. Con algunas excepciones: también afecta a los hombres excepcionales.
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domingo, 8 de abril de 2007
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6 comentarios:
Me ha parecido muy interesante y divertida la relación que has hecho entre Block y Grafton.
Gracias, pero yo no la he hecho, venía ya hecha en el libro. Yo sólo la descubrí. Un saludo cariñoso.
Yo debo de tener noemipastormanía, porque he comprado la A y la B de Sue Grafton, a ver qué pasa. De momento, las está trabajando Ana, que me hace de catadora de novela muchas veces. Si se trata de una escritora para chicas, es probable que se sume al club.
Por mi parte, antes de haberla leído sé que tendré que decir que me encanta. Mi reputación no está tan sobrada como para permitirme perder una oportunidad de pasar por "un hombre excepcional".
Querido Alorza, vas a encontrar entretenimiento, aventura, ritmo narrativo, una protagonista sólida, sentido del humor y alegría de vivir en la Tierra de los Sueños: la costa de California.
No necesitas demostrar tu excepcionalidad. Si no te gusta, encantada de discutir contigo. A ver también qué dice Ana.
Gracias por llamarme hombre excepcional. Ja, ja. Un apunte: Grafton es deudora en su obra de Ross Macdonald, ha ganado un premio que lleva el nombre de este autor. Y Ross Macdonald es mi autor de novela negra preferido. Hilos que unen.
Gracias por el apunte, Francisco. Anímate a poner cuatro líneas sobre qué le debe Grafton a Macdonald.
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