Por razones que no vienen a cuento (por aburridas, más que nada), me enganché con esta novela para acabar dándome cuenta de que no merecía la pena.
Una (nórdica) y no más, San Nicolás (o el santo escandinavo que corresponda).
Publico la reseñita en Calibre 38, as usual.
martes, 11 de septiembre de 2018
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