¡Madre mía! Mamma mia! ¡En cuántas cosas me han hecho pensar los setenta y cinco minutos de esta película! (No sé qué me pasa, que últimamente todas se me hacen cortas)
Me han hecho pensar en los ferragostos que he vivido yo en Italia. Aunque Santa Wikipedia dice que Ferragosto es la fiesta del 15 de agosto, en Italia llaman así a la semana entera o, al menos, a los días de alrededor, en los que el país se paraliza, las ciudades se desertizan y la costa se superpuebla de familias ruidosas y cuadrillas de amiguetes que tampoco idolatran el silencio. Mis batallitas de abuela Cebolleta en la Italia más o menos profunda tienen su gracia y ya os las contaré otro día, porque ahora prefiero hablar de este otro ferragosto romano que viví en los Renoir.
Me ha gustado esta visita a la Roma interior, en la que apenas se adentran los turistas, la Roma que se achicharra en verano y que huye, en cuanto puede, a la playa. ¿Toda Roma se marcha? No, se queda Gianni, un cincuentón solterón, amante del dolce far niente y algo borrachuzo, que se llama igual que Di Gregorio, el director, porque es él mismo también actor, de la misma manera que todas las demás actrices y actores se llaman como sus personajes.
Estábamos en que Gianni no se va de Roma; yo creo que porque no quiere, pero pone como excusa que tiene que cuidar a su anciana madre, la tremenda signora Valeria. Os la he puesto en la foto.
Hasta ahí, todo en orden, pero resulta que la cosa se complica porque sus amigos Alfonso y Marcello tienen compromisos "ineludibles" y Gianni, que es un buenazo y además no anda bien de pelas, acepta hacerse cargo de sus madres y tía. Y ahí se juntan todos para la comida del quince de agosto, y ahí reúnen sus vidas, sus neuras, sus filias y fobias, sus recetas favoritas. Ahí estalla su aislamiento familiar y es un festival de primeros planos, de surcos, estrías y hendiduras, en los rostros, brazos, ojos, manos y labios, proscritos de las pantallas por obscenos, porque no pasan el cásting y nunca aparecerán en ningún concurso de Telecinco ni entre esa gente que sale en los mítines tras los oradores.
Me han hecho pensar en mi propia familia y entorno cercano, poblado por una generación de longevas señoras viudas con un buen pasar, tras la que probablemente vendrá una segunda generación de solteras y divorciadas bastante menos sobradas de guita.
Me han hecho pensar también en las vacaciones romanas de Fer, en la estupenda novela de Arrieta La sobremesa del 15 de agosto y, por supuestísimo (no hay más que ver el cartel), en el mítico paseo en Vespa de Nani Moretti en Caro diario.
¡Ah! Y me ha chiflado la banda sonora de Ratchev & Carratello. Podéis oír algo en la web oficial, que es encantadora.
Vacaciones de ferragosto
(Pranzo di Ferragosto)
Italia, 2008
Gianni di Gregorio
Premio a la mejor ópera prima en Venecia
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domingo, 19 de julio de 2009
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27 comentarios:
Quireo verla, quiero verla, quiero verla... pero creo que no esta en la cartelera de Alicante, de todas manera voy a mirar bien, pues todo lo que cuentas me resulta muy tentador... ay Roma!!...
Calamarin, amore, a mí me encantó: original, fresca, inesperada, visualmente transgresora ... Y no he dicho nada de los diálogos, que se las traen. Como experto-asesor-personal-mío en asuntos musicales, me gustaría saber qué te parece la banda sonora, que también me gustó mucho.
Besos romanos.
1. Mujer, 75 minutos es para que parezca corta, la verdad.
2. Me ha encantado toda la artillería estilística que ha desplegado vd en torno a la bella arruga (sic).
3. quiero verla, quiero verla, etc
Kaplan, majo. En el cine, cuando acabó, como que nos dejó a todos con las ganas. Nadie se meneó de la butaca, como esperando algo más.
Lo que tú llamas artillería, yo lo llamo mala hostia envenenada: las señoras mayores sin bótox somos obscenas; tenemos que pedir perdón por no cirurgizarnos; comprenderás que me joda bastante.
A ver si la ves y me cuentas qué te parece.
Besos gallegos = bicos.
Acabo de descubrir tu blog a través de la palabra "birrocha" buscada en google. Enhorabuena, eres lista.
Gracias, Gachas. Los caminos de gugle son inescrutables. Vuelve cuando quieras, maja.
Pues sí, sólo viendo el cartel me ha venido a la mente también Caro diario. Y leyéndote me han entrado ganas de ver una y otra.
Iré a verla. De vez en cuando gusta ver historias de gente real que no está involucrada en asesinatos ni soluciona sus crísis de forma estrambótica.
En cuanto a esas arrugas de las que nos hablas, quería decir que estoy con las actrices que han proclamado su guerra al botox.
Un abrazo.
QUIERO VERLA. AUNQUE SOLO SEA PORQUE DURA 75 MINUTOS... (YA ERA HORA)
Estupenda película, proyecto personalísimo que ha estado esperando durante años. Y, efectivamente, muy evocadora de otras "Romas", de Pasolini y de Moretti, en efecto.
¡Porras, aquí no está en cartelera!
Estaba leyéndote y recordando un ferragosto que pasé de niña en Italia, precisamente en la playa, con toda la tropa que tiene mi padre de familia allí. Fue grandioso, nos reunimos desde la abuela hasta el primo en tercer grado, y ruido hicimos todo el que quisimos y más. Íbamos equipados hasta los dientes con las sillas, sombrillas, mesas, colchonetas, palas, radiocasete y todo lo que te puedas imaginar y más. A mí me dio hasta una insolación y aún así guardo un recuerdo maravilloso.
Me ha entrado un poco de nostalgia porque fue de esos momentos fantásticos que te da la vida que no vuelven a repetirse.
Estaré pendiente de la cartelera a ver si con un poco de suerte la pillo.
Besos con sabor a refresco de naranja.
JV, es verdad, en este julio romano que estamos viviendo en Bilbo (qué calor ahora mismo, eneee!)apetece Nani Moretti.
MOLANO, de vez en cuando hay que desintoxicarse de americanadas. Podemos crear un (pacífico pero peleón) comando antibótox en cuanto quieras.
ROBERTO, sí, estoy contigo, pero añoro los tiempos en que, cuando la peli era corta, te ponían también un cortometraje para compensar.
ESCALONES, a mí Passolini ahora mismo me quedaba lejos, de la memoria y de la sensibilidad también, pero gracias por recordármelo.
LUCÍA, yo creía haberlo visto todo en esta vida cuando coincidí en un camping en Cerdeña con una familia que se había llevado un frigorífico de los de casa. Pero no: otro año coincidí en la Calabria con otra familia que se había llevado un karaoke. Y cantaban mal.
Besos sudorosos, gente.
Hablando de La Doce Vitta ¿Has visto la película ELSA Y FRED? Porque si no lo has hecho, no puedes dejar de verla. Tengo un comentario de ella en la sección cine de "tigrero"
Ni me había enterado de esta peli (ya es que ni los suplementos veo); ni, por supuesto, de la novela de Arrieta.
He visto el tráiler en la página oficial, y he reconocido algunos rincones, como el mercado de Campo de Fiori o esas panorámicas de tejados. Ah... Sin ver las ciudades interiores no tendría sentido viajar.
Este es un barrio bloguero lleno de gente obscena.
ALI, pues no, no la he visto. En cuanto tenga un rato voy a tu blog y leo tu entradita. Saludos.
FER, estoy casi segura de que la peli te gustará, casi tanto como la gente obscena de barrio romano o baracaldés.
Besos.
Hola Noemí. Hacía un montón que no me asomaba por aquí. No sé si será el verano, aunque aún no he tenido vacaciones. La peli que comentas parece sugestiva, sí señor.
Un abrazo.
un buen consejo?
si la veo te diré algo...
un abrazo acalorado.
pues tiene muy buena pinta, al igual que tu blog :) (no hay nada como quedar bien en la primera toma de contacto)
ALMANAQUE, encantada de verte por aquí. La peli merece la pena, sí señor. Que el verano te trate bien.
DANTE, es una de esas pelis que no da apuro recomendar: aunque no guste, siempre interesará. Dime si la ves, claro.
PABLO, ha quedado usted estupendamente. Vuelva cuando quiera.
Os beso, chicos.
75 minutos!!! algo escaso la duración de la peli, no llega ni al standar de los 90.
Y me sabe mal, a este paso me voy a llevar un tirón de orejas, pero a priori no me despierta gran interés... aunque después de leer lo que le contestas a Calamarin y mencionas los adjetivos de original, fresca, inesperada..... y también mencionas la banda sonora.... venga, tomo nota de la recomendación expresa.
Un saludo.
La has puesto tan bien que si yo fuera normalmente al cine, iría.
PEREM, echa un vistazo a la web, a ver si te convence. Y ya sabes que yo no doy órdenes: sólo hablo de lo que me gusta y sugiero. Besos.
HLO, siempre puedes cambiar de costumbres, ver el DVD o recurrir a Internet. Opciones no faltan. Más besos.
Llevo toda la semana intentando terminar cada día un curro tedioso que está durando más de lo previsto y que no he podido concluir a una hora decente para para ir a ver esta película. Cuando leí tu post todavía aumentó mi curiosidad y mis ganas; especialmente porque todas esas referencias de la italia profunda me suenan tantísimo a mi maravillosa infancia puebleril; con las señoras haciendo bolillos en plena calle, cenando a la fresca y practicando el deporte nacional del cotilleo encarnizado sobre los pocos foráneos que se dejaban ver en sus calles o los que venían de la capital. De este finde no pasa. Besos desde el bochorno que azota la ciudad condal. AHHH, he visto Ms.Danvers en mi cocina. Jamás imaginé contar con tan célebre comensal. Mil gracias
JO, querida, estas señoras romanas son un poco tiquismiquis, pero más bien urbanas: no cumplen exactamente el estereotipo de pueblo.
La señora Danvers que ha aparecido en tu blog es bilbainita, así que que no te extrañe que se acerque a ver qué hay en la cocina.
Besos y cuando veas la peli, me cuentas.
Tu post es estupendo; solo por el ya dan ganas de verla.
Lo prometido es deuda!!! Por fin he visto esta pequeña gran película, y debo decirte que me suena a todo lo que te comentaba de mi infancia puebleril, a pocos kilómetros de la playa, cuando el calor quema el asfalto y las calles quedan desiertas.
A pesar de que estas señoras "tiquismiquis" ( me encanta esa palabra; eres la primera persona que conozco, que no es de mi familia, que la utiliza. Ahora tendré que considerarte familia.¡ Hay que joderse!).
Pues, como iba diciendo, a pesar de que estas damas romanas son urbanas, se mueven en su pequeño microcosmos ( exáctamente igual que en los barrios, que son los pequeños pueblos que se integran en la city); un lugar donde te conocen, saben donde vives, quién es tu familia, y por eso el de la bodega te fia la compra, o el amigo colgao de turno, con el que te cruzas cada día, está siempre dispuesto, si necesitas ayuda, para "resolver" lo que sea, como dicen en Cuba.
En fin, me encanta el naturalismo documental con el que muestra las excentricidades de las viejas
( igualitas a las amigas de mi abuela): desconfiadas hasta la médula, y con el punto de regresión infantil característico de la gente, que por edad y experiencia, ya está de vuelta y media. Con ese espíritu pasota y centrado en ellas, porque les divierte, una vez llegado a ese punto, saltarse todas las reglas, y porque sólo necesitan un golpe de efecto en sus vidas para salir de la rutina y darse cuenta que, compartir las neuras y relacionarse con gente afin es más saludable que todos lo fármacos que les recetan.
Tienes razón con la medida: al espectador le quedan ganas de seguir más tiempo con esas viejas; de sumarse a su jolgorio y divertirse con sus batallitas y sus neuras; pero me parece inteligente cerrar así la historia, porque la trama que se desarrolla es una sola, y estirarlo le quitaría espontaneidad, teniendo en cuenta que el uso de la cámara permite al espectador sentirse un comensal anónimo, que les acompaña en sus cuitas y degusta un improvisado ferragosto con ellas.
Un besote. No veas el calorazo que nos azota por aquí, y yo pegándole a un rico verdejo fresquito, mientras me despacho en tu iglesia, jaja.
Hasta pronto...
PEKE, te gustaría, sin duda. Muy literaria.
JO, menudo lujo. Crónica a domicilio. Tienes razón en que los corazones de las ciudades son todavía pueblos. Y las señoras son como las de todas las familias, ¿verdad? Además de parroquianas, ahora, si quieres, seremos primas.
Besos domingueros, amiguitas.
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