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Ya tengo escrito por aquí que cuando una se ve, de repente, como vaca sin cencerro, un poco perdida por la vida y sin saber pa dónde tirar, lo mejor, como aconsejaba la gran Chus Lampreave en "La flor de mi secreto", es regresar a casa; y cuando digo casa, digo infancia, digo las cosas que siempre te han gustado y siempre te han reconfortado, que siempre te han hecho feliz
Me está apeteciendo, pues, volver a las películas de mi infancia, de mi adolescencia, a las que me construyeron, me edificaron, me levantaron y me convirtieron en la cinéfila y zinéfila que soy.
Así, he dedicado un articulito, más sentimental que otra cosa, a "Encuentros en la tercera fase". Leedlo en Zinéfilaz. Y larga vida al cine.
Las estrellas del título no son las estrellas del cielo, sino las del cine, concretamente las que se pasean por Donostia - San Sebastián durante su festival.
Resulta que una componente del jurado aparece muerta en su hotel (así es como deben morir las verdaderas estrellas, en un hotel) y a la oficial de la Ertzaintza Carmen Arregi le parece que ha sido un asesinato.
Así arranca esta novela de mi querida zinéfila Laura Balagué Gea.
Laura tiene publicadas unas cuantas novelas más. Esta es la segunda de la saga de Carmen Arregi, a la que conocimos hace tres años en "Las pequeñas mentiras".
Tendré el placer de presentaros la nueva entrega, junto a su excelsa autora, el jueves 15 de noviembre a las 19:00 en la librería Denetariko de Barakaldo.
Venirse, coño.