 El griego es, claro, Petros Márkaris, que acaba de sacar a la venta Liquidación final, la segunda entrega de la "Trilogía de la Crisis", que empezó con Con el agua al cuello.
El griego es, claro, Petros Márkaris, que acaba de sacar a la venta Liquidación final, la segunda entrega de la "Trilogía de la Crisis", que empezó con Con el agua al cuello.La verdad es que, cuando salió Con el agua al cuello, no recuerdo yo que se presentara como parte de una trilogía ni de nada. Va a ser que, después del sueco ese de las chicas que apagan cerillas con corrientes de aire, ya van a tener que salir las novelas por lo menos de tres en tres.
 El italiano (para más señas, siciliano) es Andrea Camilleri, que también vive horas altas: hace bien poco que retiraron de las mesas de novedades La edad de la duda y ya la remplaza La danza de la gaviota.
El italiano (para más señas, siciliano) es Andrea Camilleri, que también vive horas altas: hace bien poco que retiraron de las mesas de novedades La edad de la duda y ya la remplaza La danza de la gaviota.El señor Camilleri debe de ser el octogenario más productivo del universo mundo.Tiene incluso los deberes hechos: como ya os conté ha dejado escrita una novela póstuma y en 2012 presentó en sociedad a su sucesor, Carlo Lucarelli. Conjuntamente escribieron Acqua in bocca (Por la boca muere el pez) y pusieron a trabajar juntos a sus investigadores: el comisario Salvo Montalbano y la inspectora Grazia Negro.

El español tampoco está en su peor momento. Me refiero a Lorenzo Silva y a su novela La marca del meridiano. Va a ser un placer reencontrarme con Bevilacqua y con Chamorro (sobre todo con Chamorro, que me cae fenomenal), aunque su anterior peripecia, La estrategia del agua, no acabara de convencerme.
Y ese es, amigas y amigos, el entretenimiento que me espera para las próximas semanas. Me faltan un portugués y un irlandés para acabar el chiste; chiste sin gracia, por supuesto; sin puñetera gracia.
 



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
