Hola, gente.
Ya aterrizada, en varios sentidos, en casa, en el trabajo y en los quehaceres blogueriles, hoy me tocaba publicar en Zinéfilaz y me he ido a lo fácil: a poner cuatro letras sobre este libro, El cine según Hitchcok, escrito por un adorador de Alfred Hitchcock llamado François Truffaut, que, como ya os he dicho alguna vez, creo que debería ser lectura obligatoria en enseñanzas medias en todo el mundo occidental.
Es pecado no haberlo leído. Bueno, no, venga, seamos positivas. Si no lo has leído y te gusta mínimamente el cine, léelo. Si ya lo has leído, léelo otra vez, porque seguro que vuelves a sacarle jugo. En ambos casos disfrutaréis como animalillos.
Bueno, leed el libro y, por supuesto, leed lo que he escrito en Zinéfilaz.
Allí nos vemos. Agur.
viernes, 11 de noviembre de 2011
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16 comentarios:
Akal sacó una edición en tamaño grande y con tapa dura con muchas más y mejores fotografías, tanto de las películas en cuestión como del proceso de más de quinientas horas de entrevistas.
Un libro imprescindible de verdad, como pocos.
Es un libro magnífico. Mis amigos, hace años, me regalaron un ejemplar y me empapé de él. Hace años que lo leí y sé que lo tengo en "ca mi padre" y tengo un agradable recuerdo de lo bien que me lo pasé leyendo las conversaciones de Hitchcock con Truffaut, sus vivencias y sus películas.
Soy un pecador, Noe. Que lejos me ha llevado la ignorancia. Confieso no haber leído nada de Truffaut, pero supongo que cuenta que una vez lo vi lo vi en ET. Me alegra su vuelta
ESCALONES; mil gracias por tu aportación. Si luego saco un rato, añado al post lo de la edición de Akal. Yo lo tengo en la antigua de Alianza, manoseado y subrayado con lápiz y rotu que da grima verlo.
JULI, de momento no conozco a nadie que haya leído el libro y no le haya gustado. Llévatelo para casa, anda.
ANTONIO, ya publiqué yo una vez la lista de libros presuntamente imprescindibles que no he leído. Así que, lo siento, pero no me va a dar usted lecciones de ignorancia. Un beso.
Me entraron unas ganas tremendas de leerlo después de leer tu crónica. A ver si lo consigo.
¡La de libros que me queda por leer!...
Y tengo que decir que muy pocos que tú hayas recomendado me han parecido prescindibles.
PEKE, como dice Escalones y comprobé ayer mismo en la biblioteca de al lado de mi casa, hay una edición de lujo de Akal (libro grandote con muchas fotos) y otra más modestita, más para leer en la cama y en el transporte público, de Alianza.
HUMO, resígnate: en toda nuestra vida no leeremos ni la mitad de una biblioteca de pueblo.
Tampoco hagas caso de todas mis presuntas recomendaciones. Besos.
La vida, hasta la fecha, no me ha tratado mal, compa Noe; será por eso por lo que no puedo consignar muchas desgracias en su relato. Pero si hay una de la que pueda dar cuenta, es el hecho de haber leído este libro. Ya no podré volverlo a leer por primera vez nunca más. Eso sí, como el que no se consuela es porque no quiere, yo me consuelo pensando que lo puedo releer tantas veces como me plazca. Y a ello me dedico. Lo merece, y sobradamente...
Un fuerte abrazo y buena tarde de martes.
Ji, ji, vaya manera literaria de pronunciarse sobre el libro, MANUEL. No subestimes el poder de la relectura. Un día tengo que reflexionar sobre esto y poner unas líneas. Besos.
Alberto Q.
http://traslaspuertas.wordpress.com
Uno de mis libros de cabecera sobre cine que no me canso de releer nunca. Queda todo dicho. Gran post, Noemí.
Saludos
Hola, ALBERTO. ¿Tienes tú publicado algo así como "Diez libros de cine imprescindibles"? ¿Sí? Ponme el enlace, por fa. ¿No? Escríbelo, plis.
Yo soy de los lectores del libro con muchos trienios. Lo compré cuando aún estudiaba en la facultad, allá por 1984, y aún releo trozos cuando vuelvo a ver las pelis de Hitchcock. Es curioso, pero, a medida que pasa el tiempo, me gustan más las pelis del maestro inglés y menos las de Truffaut (con excepción de "Los 400 golpes" y "El niño salvaje"). El libro, como dices, debería ser lectura obligatoria, en el supuesto caso de que nuestros chicos fueran aficionados a leer, lo que es más que discutible. En el instituto en el que trabajo tenemos un cine-club una vez al mes: vienen más profes que alumnos, y nunca llegamos a reunir a más de 25 personas. Pero, volviendo al libro: es una lección de amor al cine, además de una explicación de las interioridades de sus pelis, incluidas las más jugosas, porque aquí el maestro era un tipo retorcido y obsexionado (no es una errata), pero sabía hacer cine de verdad, esto es, Cine.
Pues sí, ATTICUS, el libro está muy bien para releerlo a cachitos, cuando cae la suerte d eponerse ante los ojos otra vez Marnie la ladrona, por ejemplo, como hice yo el otro día que me la encontré por casualidad en la tele. Saludos.
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