jueves, 11 de septiembre de 2008

Walter Benjamin


Sucede a veces. Te pasas años, lustros, décadas de tu vida sin oír hablar de alguien y, de repente, se te aparece, como un resucitado, por todas partes, como si hubiera permanecido agazapado y al acecho, esperando el momento propicio para salir de su escondite, rodearte y decirte "Hola, estoy aquí. Y aquí. Y aquí. Y aquí."

Eso me ha ocurrido con Walter Benjamin (1892-1940), viejo amigo, asiduo de los estudios de teoría de la traducción, infaltable en cualquier manual con su obra La tarea del traductor y traductor también. Hacía tiempo que no me lo encontraba en ningún escrito y, de repente, como decía, se me ha aparecido, a la vez, en dos libritos cuya lectura he alternado durante mi retiro espiritual andaluz.

Uno es Lugar común. El motel americano, de Bruce Bégout, del que ya os hablaré un día de éstos. Sale Benjamin en la página treinta y tres, en su faceta de filósofo, la que menos conozco. Otro es un Manual de Traducción. Alemán-Castellano, de Anna Maria Rossell Ibern, en el que la autora analiza la traducción (el traductor traducido) de una obra de Benjamin: Moskauer Tagebuch, es decir Diario de Moscú.
Sorprendida por esta coincidencia, por esta doble visita de un viejo conocido durante tanto tiempo ausente, me he puesto a investigar sobre él y he encontrado cosas nuevas y bonitas. No sabía, por ejemplo, que Walter Benjamin había nacido en Berlín y había muerto en Port Bou, Gerona. Y menos aún sabía que su muerte estaba rodeada de misterio: la versión oficial fue suicidio, pero hay muchas dudas, tantas que dan para un largometraje documental rodado en 2005 por David Mauas, que se titula Quién mató a Walter Benjamin.

Echadle un vistazo, que merece la pena. Me quedo, para acabar, con las palabras escritas en su tumba. Dicen: "No hay ninguna manifestación de la cultura que no lo sea también de la barbarie." ¡Toooma! Seguiremos informando.


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18 comentarios:

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Pues daremos un vistazo y espero más informes por tu parte... y agradecida quedo, mis Noemí.

Besicos guapa

Petrusdom dijo...

Yo leí hace años "Infancia en Berlin" y me dejó impresionado, además de las contínuas referencias que hacen a su obra otros autores. Ahora siempre tengo a mano un libro publicado hace tres años "Libro de los pasajes" que es toda un recopilación del material acumulado para escribir una obra definitiva sobre Paris. Hay frases de auténtico visionario: Jamás se debe confiar en lo que los escritores dicen de sus propias obras.
Un abrazo

Pablo Ballesteros dijo...

está bien saberlo
rastrearemso por alli
gracias

Noemí Pastor dijo...

De nada, Casa, maja. Aunque parece que mucho más que yo sabe sobre Benjamin
Petrus, que sí, que coincido contigo en que es muy citado. Fíjate que creo que a veces se me habrá despistado por tener un nombre y un apellido tan comunes.
Pablo, el documental tiene una pinta estupenda. ¿O será que no me resisto a los misterios?
Besos a todo el mundo.

Javier Vizcaíno dijo...

La frase final es demoledoramente atinada. El nazismo y stalinismo provocaron interesantísimas creaciones ¡culturales! Los tíos que gaseaban judíos tenían, en muchos casos, un exquisito gusto musical, literario o pictórico... y eran tan brutos que se cargaban a buena parte de los que creaban esos que les gustaba. Remueve el estómago el solo hecho de pensarlo...

Anónimo dijo...

Walter Benjamin... Fíjate, yo lo que más conocía de él es su patética muerte. Es impactante que seres tan delicados como Machado, como Lorca, como Benjamin sean destruidos por la barbarie más procaz. Por lo demás es de esos autores en los que me gustaría profundizar.
(Qué tarde es)

39escalones dijo...

Tomo nota, que ese me lo he perdido. Tienes razón, de repente hay un nombre que empieza a aparecer por todas partes como las setas. Supongo que a eso se refieren cuando dicen que son los libros los que te eligen a ti, y no al revés.

Sr Q dijo...

Noemí, una pregunta ¿has leido algo de Patricia Cornwell? Es que me han dejado un libro pero no me atrevo porque me temo que va a ser demasiado rollo trhiller de telefilme de a las tres y media que la verdad a mí no me interesa mucho, me gustan las cosas más viejunas. Saludo y gracias.

Antonio dijo...

Qué Bonito!

celebrador dijo...

Prefiero este otro epitafio: "Fue un placer, muchas gracias"

Noemí Pastor dijo...

Así es, Vizcaíno, majo. Ya hablamos de esto hace tiempo en este blog, porque eso decía el autor de "Las benévolas", novela francesa que no he leído, por cierto. Decía que la cultura no nos hace mejores personas. Yo estoy tristemente de acuerdo, con algún matiz de interpretación del concepto de cultura, pero, bueno, eso da para cuatrocientos posts. Besos, aprendiz fashion cuarentón.
Hola, Almanaque, pues yo de lo de la muerte no tenía ni idea. Para mí Benjamin era poco más que un aburrido traductólogo. Como filósofo, ya te digo, apenas lo conozco. Saludos septembrinos.
Escalones, habrá que profundizar en eso de los libros que te eligen, poruqe tiene gracia. También la casualidad, la pura chiripa, nos acecha siempre. Abrazos de celuloide for you.
Querido Señor Quinquillero, leí hace ya unos cuantos años una novela de Cromwell, de la serie de Kay Scarpetta. No me convenció y no le di otra oportunidad. Sí, recuerdo vagamente, como tú dices, cierto regusto a telefilme chungo de Antena 3. Pero, qué quieres que te diga, lo mismo cojo ahora otra novela suya y lo paso pipa, que una es inconstante y voluble. Te beso again.
Antonio, gracias. Cariñitos para ti.
Amigoplantas, dónde vas a parar. Tu epitafio es mucho más epicúreo y alegre. Pero sospecho yo que Benjamin no pudo elegir el suyo propio. Un abrazo verde.

RTHB dijo...

Bueno, de todo lo leído me quedo en que nació en Berlin y murió en Port Bou, y eso seguro que no es fruto de ninguna casualidad, conociendo el lugar no me extraña que acabase allí.

Un saludo.

Noemí Pastor dijo...

Pues no, Perem, no es casualidad. El hombre quería entrar en España. Andaba huyendo de los nazis y ... Bueno, mejor entra en el enlace del documental, que está muy bien. Besos.

Lula Towanda dijo...

Es la primera vez que me lo encuentro. Que pena y que barbarie que terminase así su huida. No pudo escapar de su destino.

Anónimo dijo...

Si hubiese logrado escapar, y haber logrado llegar a Estados Unidos. Lo mismo le hubiesen contratado para hacer alguna peli del oeste. Vamos digo,yo. Buena persona tenia que ser. Si señor. Un beso Noe.
http://pablocine.blogia.com

Antonio dijo...

Qué coincidencia!!.

inespoe@gmail.com dijo...

Sublime, sabes, Noemí, que estoy de acuerdo contigo con eso de que hay autores, personas, lugares, nombres que antes no aparecían y que de repente, por obra del espíritu santo, o tal vez por obra de nuestros sentidos--ahora despiertos y predispuestos a recibir información, porque nos interesa---recibimos y recibimos nuevos datos.

¿tu crees en las casualidades?

Besos, me encantan tus crónicas de lectura.

Noemí Pastor dijo...

Lula, ya verás, ahora te saldrá por todas partes. Beso.
Pablo, es verdad, tendríamos un western, en vez de un documental. Saludos peliculeros.
Antonio, pues sí es casualidad. Beso.
Tarántula, eres muy amable. Sí creo en la casualidad. Hay cosas que no pueden explicarse de otra manera. ¿Se usa en Venezuela la palabra "chiripa"? Es casualidad en coloquial.