
Woody había leído en cierta ocasión que, sesenta o setenta años atrás, el parlamento británico había aprobado una ley que permitía a las mujeres casadas conservar sus bienes y su fortuna personal, pues con anterioridad estaban obligadas a dejarlo todo en manos de sus esposos.
A Woody aquella ley le parecía un error. La vida debía de ser maravillosa en los tiempos en que todo el dinero pertenecía a los hombres."
Ruth Rendell:
The girl next door, 2014
La traducción y la adaptación son mías
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