Cartel de entrada al penal de Rikers Island (theguardian.com)
Vivir en América, consumir, aspirar a ser libre. Escapar por fin del yugo del matrimonio, de una familia en la que las niñas se reparten el trabajo duro, mientras sus hermanos varones se aburren y sueñan también con vivir en Occidente, donde las gentes, tras una orgía de compras, se tambalean, ebrias de objetos, a la salida de los centros comerciales.
Régis Jauffret:
La ballade de Rikers IslandSeuil 2014
La traducción y la adaptación son mías.
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