domingo, 21 de octubre de 2007

Impostura (II)

Contábamos ayer la edificante historia de Jean-Claude Romand y decíamos que había inspirado una estupenda novela, El adversario, a Emmanuel Carrère.

Carrère, intrigado y apasionado por la peripecia vital de Romand, enseguida quiso escribir un libro, pero no sólo para relatar los hechos, ya de por sí suficientemente novelescos, sino que también pretendió comprender al protagonista, descubrir en qué pensaba cuando se paseaba solo por el bosque mientras todo el mundo creía que estaba trabajando; acercarse, a fin de cuentas, a lo inexplicable.

Carrère siguió puntualmente el juicio contra Romand, intercambió correspondencia con él, se entrevistaron tres veces en el locutorio de la prisión y escribió, en fin, con un estilo a veces neutro y a veces frío y toques de humor negro, esta novela fascinante que se lee en una o dos sentadas y sigue el método que ya utilizó Truman Capote en A sangre fría.

La impresión que nos deja es que Romand no llevaba una doble vida, sino que tenía, por un lado, su vida falsa, imaginaria, y, por otro, la nada, el vacío, de manera que, en realidad, no tenía vida, o su vida era un sinvivir.

La novela es también una reflexión sobre lo que somos, lo que podemos ser, lo que queremos ser y lo que queremos ignorar de nosotros mismos.


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14 comentarios:

humo dijo...

Todos, quizá, somos un poco mitómanos... Me compraré la novela.
(Por cierto: tu blog no tiene nada que ver con el de la mayoría de los escritos por mujeres)

Anónimo dijo...

Interesante novela, le echaremos un vistazo (desde luego, entre unos y otros, hacéis que se me acumule el trabajo). Es siempre un fenómeno curioso; supongo que en el fondo siempre hay profundas cuestiones psicológicas (yo he trabajado en un centro psiquiátrico y teníamos gente con patologías aproximadas a éstas), pero desde luego son personajes interesantes e inquietantes por igual.

Noemí Pastor dijo...

Hola, Humo. Yo al menos soy mitómana que te pasas. Y creo que una pizca de mitomanía me ayuda a vivir. Me has intrigado con eso de que mi blog no es femenino. Pero ya has visto mi foto: soy peor que Rottenmeier.
Escalones, Ramón Saizarbitoria suele sacar en sus novelas a un personaje psiquiatra que dice que donde esté un manual de psiquiatría, que se quite toda la literatura. Yo estoy de acuerdo.

Lucía dijo...

Pues montar todo ese tinglao para nada ya son ganas de complicarse. Además, demuestra una imaginación desmesurada para montarse una vida totalmente falsa y anodina y después es incapaz de sacarle partido a todo el tiempo libre que tenía para hacer alguna cosilla interesante y fuera de lo común. En el post anterior decías que tenía una amante en París, que ya es algo ¿no?.
Supongo que se sentiría muy agobiado intentando mantener con coherencia toda la impostura que se había inventando y eso te come mucho tiempo y energías.
Besos.

Noemí Pastor dijo...

Sí, Lucía, ese vacío lo hace todo aún más trágico, si cabe.

Alberto López Cordero dijo...

La mitomanía es algo esencial al menos para mí, pero sin llegar a un extremo de fanatismo total y desmesurado. Por cierto Noemí, creo que tus días deben tener 34 horas por lo menos, ya que me maravilla la cantidad de lecturas con las cueles nos pones los dientes largos ya que por cuestinoes de tiempo nos es imposible poder disfrutar de tanta cantidad de obras. No veas la cola de libros que tengo en casa a la espera de ser abiertos.

Anónimo dijo...

Parece interesante esa novela. A mí lo que me asombra es la capacidad de algunos para llevar una doble vida. A mí con una sola me llega y me sobra.

Anónimo dijo...

Hay una peli francesa que se llama El Empleo del tiempo, y es de lo mismo alguien que se pasea por bosques comiendo sanduces; la diferencia es que en esta lo que pasa es que se aburre de trabajar, y quiero otra cosa: la escena final es terrible porque le fuerzan a volver al engranaje.... en cuanto a la novela: el estillo directo, neutro y de buen humor siempre me ha enganchado.

abrazos!!

Noemí Pastor dijo...

Alberto, para lo que me gusta hacer siempre encuentro tiempo. Para otras cosas, en cambio, ...
Peke, llevan una doble vida porque la primera no les gusta. No es tu caso, felizmente.
Malvisto, te has adelantado al tercer capítulo.
Besos a todo el mundo.

BUDOKAN dijo...

Siempre me gustaron las historias sobre mentirosos. Muy buenos estos posts sobre el tema. Saludos!

Fernando García Pañeda dijo...

Estoy con Lucía. Qué ganas de complicarse la vida. O, como dice mi madre cuando ve las pelis de atracos perfectos: hay que ver lo que hay que trabajar para no trabajar.
Musitos.

Noemí Pastor dijo...

Y si la vida no es para complicársela, ¿para qué es?

Fernando García Pañeda dijo...

Pues para pasárselo bien, mientras se pueda, y pensar lo justito y necesario ;)

Noemí Pastor dijo...

Pues estoy de acuerdo.