Con ese título, fui al cine pensando que por fin habían hecho la peli de "Los vigilantes de la playa". Y, bueno, si ya me habéis perdonado el chiste malo, os cuento qué me pareció el film.
Servidora no es fan de David Fincher, ni mucho menos: aborrecí en su momento "Seven" y "El club de la lucha", ni me molesté en ver "La habitación del pánico" y perdoné la vida a "The game", aunque le habría quitado más de una vuelta de tuerca.
Me animé a ver Zodiac porque había salido bien parada de Cannes y porque Merikaetxebarria, el crítico de El Correo, le puso tres estrellas y yo (cosa rara) coincido bastante con él. Esta vez, no tanto, porque yo le habría puesto sólo dos. Bueno, y también fui a verla por la atracción morbosa que me provocan los crímenes sin resolver. Porque, aunque Fincher en la peli se inclina por uno de los sospechosos, el caso oficialmente está todavía abierto. Morbosillas y morbosillos del mundo, tenéis catorce folios de información sobre el asesino del zodiaco en la wikipedia en inglés: aquí. ¡A disfrutar!
Vamos de una vez con la peli, ¿no? Me gustó su toque Hitchcock (el plano del asesinato del taxi y el tráfico sobre los puentes de San Francisco) y la pizquita de Lynch (los crímenes a palo seco, milimétricamente respetados los testimonios de los supervivientes, con los diálogos reales, que suenan más absurdos que los ficticios). Me gustó que los protagonistas fueran los investigadores, los polis y los periodistas, y su impotencia: muchos escenarios variados, muchos departamentos policiales por coordinar y muchos años antes de que llegaran los ordenadores y el ADN.
Ahí acierta la ambientación: ni un maldito fax tampoco en el San Francisco Chronicle, una redacción como la de "Todos los hombres del presidente", con esa luz fea, dura y setentera tan reconocible. Así sale fotografiado un reparto nada despreciable: Mark Ruffalo (¡qué modelitos!, ¡guau!), Anthony Edwards (igualico a Kevin Costner en "JFK"), Jake Gyllenhaal (le va que ni pintado el papel de pardillo que no se mete nada) y Robert Downey Jr., una de mis once mil debilidades cinematográficas (le va que ni pintado el papel de periodista crápula que se mete de todo).
Los ciento sesenta minutos del metraje no pesan como ladrillos, pero tampoco son plumas. Sobra algún que otro susto barato, se agradece la selección musical, los buenos toques de sorna y, sobre todo, que Fincher se haya hecho mayor y apunte a los clásicos.
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lunes, 18 de junio de 2007
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16 comentarios:
No vaya al cine a ver esas cosas, mujer, que así no le remiendan los refajos
Para no ser traidor te aviso de que te he medio plagiado ;-)
Estas películas que vienen con el cartelito de prestigiosas también me dejan a mí frío de entrada.
Pues me la apunto en la agenda. A mí no es un diretor que me desagrade ni mucho menos, pero creo que siempre le falta,mmmmm, no sé...algo.Un saludo.
Noemí, creo que voy a seguir el consejo de Rouge y yo, por si acaso, no voy a verla, que tengo los refajos a punto de romperse.
Un abrazo.
Acabas de convencerme. Me dio tanto asco "El club de la lucha", como dejé plena constancia en mi blog, que juré no volver a ver una película de este tipo. Tampoco me fío de los críticos sin excepción alguna, pero sí de la gente que cuenta honestamente lo que le ha parecido una película. Y como has sembrado mi duda razonable, tendré que verla.
Un abrazo.
Rouge, qué le voy a hacer, una es esclava de sus atracciones morbosas. Y cosas peores he visto en la vida: Walt Disney y así.
Mak, es un honor que vuecencia me plagie. Ahora voy a leerte a ver si me has plagiado bien.
Francisco, yo tengo la suerte de haber encontrado un crítico de confianza, con el que coincido bastante. De todas maneras, hay que ver de vez en cuando pelis malas para saber distinguirlas de las buenas.
Alberto y 39escalones, id a verla y así discutimos. ¡Venga, que me va la caña! Y a mí no me paga la productora ni nadie por ponerla bien. ¡Qué más quisiera! Me esfuerzo, eso sí, por no hacer demasiada sangre, que es lo que hago más fácil.
Lucía, traidora, ¿haces más caso a Rouge que a mí? ¡Buaaahh! ¡Ya no me quieres como antes! (Te beso)
Mensaje de socorro a Mak: no sé qué demonios pasa en tu blog que llevo tiempo sin poder leerlo. Sólo lo veo a pedazos. Y desde distintos equipos. Haz algo, venga.
No te disgustes Noemí. Yo te sigo queriendo, pero es que lo de los refajos es un tema muy delicado.
Muchos besos.
Hola Noe. Mi blog en principio se ve bien... Tarda, eso sí, pero verse, se ve. Así que veamos, recomendaciones básicas: ten Firefox, a ser posible la versión 2, ten instalados los plugins de Adobe para flash, y... voilà!, deberías verlo. Si no, también podrías ir considerando la opción de reconocerte bloguera de hecho y de derecho y suscribirte a la hojita RSS de "De todo un poco" desde Bloglines o desde otro programita cualquiera. Tú tienes ventaja, que tienes a The Maisu en casa ;-) (Como en los agregadores sólo se carga el texto, van mucho más rápidos).
Gracias, me ha animado a ir a verla.
B
Lucía, tienes razón: los refajos están por encima de todo. Te beso otra vez.
Mak, vale, me rindo. Aunque a Nati no le falta razón. Otro beso.
ADMC, mi intención no es convencer a nadie, sólo contar mis impresiones y opiniones. Pero si eso sirve para que charlemos un ratito, encantada de que vayas a verla y luego charlemos. Besito.
No, Noe, no le falta, pero esto es una jugarreta de Guillermo Puertas ;-(
Vaya con el blog del despelleje.
Pos a mí me gusta Fincher. Y salimos fuera a discutirlo, si es preciso :D
Pero Fer, ¡si he puesto bien la peli! ¿Tú a qué llamas despellejar? Esto para mí es hablar bien.
Fenomenal película, muy inteligente a la vez que atrevida, y con momentos que le hacen a uno de ponersele la carne de gallina. Fincher después de estasr unos años ausente ha sabido reaparecer con este gran thriller. Extraordinaroio tu blog, si señor. Saludos. pablocine.blogia.com
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