Se tragará su propia mentira como una piedra que le rasgará
la garganta. Respirará el odio a pleno pulmón, como el aire intacto de las
profundidades, esas bolsas de oxígeno helado que se conservan desde la edad de
piedra en cavernas que ningún espeleólogo profanará jamás.
El odio es el origen de la humanidad, cuando partió a la
guerra hasta el fin de los tiempos, cuando inventó el fuego para poder forjar
el hierro de las armas, cuando descubrió la pólvora; y la tinta, para poder
dejar constancia de sus atrocidades.
Régis Jauffret:
La ballade de Rikers Island
Seuil 2014
La traducción y la adaptación son mías.
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